•16

2.3K 201 108
                                    

La angustia que sentía en ese momento es inmensa. Incluso le dio dinero de más al taxista para que éste se saltará algunos semáforos y rompiera solo un poco el límite de velocidad. A penas bajo, corrió como alma que lleva el diablo. Debido a que la mansión Kudou es bastante grande, un sendero que lleva a la casa apenas se cruza la reja. Pero eso no importaba, lo único que quería es estar de nuevo con su Omega.

—¿Shinichi? Daddy Kaito ya está aquí.— hizo una breve pausa para ponerse serio.— Okey, quizás no es momento para bromas... — dijo en voz alta al estar en la entrada de la mansión, rumbo a las escaleras que llevan a la segunda planta.

El Alpha siguió buscando a su Omega, en las salas, el comedor, la cocina, pasillos hasta llegar al cuarto del detective. Se ponía más nervioso al no escuchar alguna sirena de la ambulancia y de no encontrar al oji azul. Con suma preocupación. Al estar cerca de la puerta del cuarto de Kudou, notó un olor inusual. Muy dulce pero bochornoso lo cual lo extraño e hizo sacar rápidas conclusiones imaginándose cierta situación.

Tocó la puerta antes de entrar. Sólo escuchó la voz de su amado diciendo que entrará para ayudarlo. Kaito obedeció abriendo la puerta rápido y entrando al cuarto, cerrándola detrás suyo y ver a Kudou en su cama con poca ropa, dejándolo aturdido y sonrojando se en el acto por observar la piel nivea expuesta de su Omega. Con algunas gotas de sudor en sus extremidades.

Shinichi estaba extendido en su cama, respirando agitado. Parecía tener mucho calor debido al rosado intenso en sus mejillas.  No tenía alguna blusa o camisa puesta, su pecho desnudo totalmente descubierto. Notando lo delgado que está, un poco marcado. Kaito se anotó mentalmente que debía alimentar más a su novio, ya que sabía de las comidas que esté suele saltarse muchas veces al día. Shinichi  es de cintura delgada hasta llegar a sus caderas un poco anchas. Sólo traía un boxer blanco que apenas le cubría su zona íntima, donde se le marca un poco su miembro de tamaño promedio. Debía admitir que dicha imagen lo tentaba demasiado, su Alpha le gruñía por acercarse le y marcar cada rincón de esa piel nivea. Pero se auto controló, aunque se le hiciera difícil. Debía mostrar frío ante la situación, maduro. No dejarse llevar por hormonas de adolescente, sin embargo es demasiado complicado no deleitarse con la imagen de Kudou en esa forma.

—... ¿S-Shin-chan? ¿Estás en...?— preguntó acercándose a pasos lentos hasta la cama, sentándose a un costado de está. Esperando que el más bajo le respondiera "Estoy enfermo." Qué tuviese fiebre. Sin embargo dudaba de ello, por qué su olor demuestra otra cosa.

—K-Kaito... Por favor, ayúdame. — pidió alzándose un poco, con su mirada cristalina que removió el corazón del nombrado. Por una parte se alegraba que no fuese grave, sin embargo seguía siendo una situación un tanto... Delicada. De la cuál no le gustaría aprovecharse, no quería ser el Alpha que se aprovecha del Omega en su celo. —Me duele, hace mucho calor. S-Siento que me hormiguea mi entrada. Está escurriendo algo ahí.— agregó señalando su retaguardia. Con evidente vergüenza en su voz.  Reprimiendo un gemido.

Kuroba tragó grueso, sonriendo nervioso. Teniendo una gran contradictoria en su interior. Su parte pervertida luchando con su parte racional, su cordura. Pero esas palabras que dijo el Omega hacen eco en su cabeza, sonando demasiado erótico si le permiten opinar.

"—S-Siento que me hormiguea mi entrada. Está escurriendo algo ahí.—" Oh, Kaito sabe perfectamente a que se refiere. Y realmente está haciendo de todo por no salirse de control, apartando al Omega con delicadeza. Quiere ayudarlo sin dejarlo solo en esa vergonzosa situación. Sin mencionar, peligrosa. ¿Por qué Kudou lo llamó? ¿Para que le ayudará? ¿Confía demasiado en él? ¿Hacía eso antes con Hattori?No, no debía pensar en eso ahora. Sea como sea, necesitar pensar en algo rápido.

"El Omega"- Kaishin [EDITADO2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora