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Hubo un largo silencio, en el que Kudou no supo cómo tomarlo. La seriedad en el rostro de Kaito, realmente lo asustó un poco. Sin embargo, al sentir el suave tacto de las manos de su Alpha en sus mejillas, acariciando estás lo reconfortó de sobre manera.

—No. — fue su respuesta. Para acercarse lentamente y depositar un beso en el puente de su nariz. Sus manos descendieron hasta llegar a su cintura

—¿Por qué?— quiso saber realmente curioso. Y aprovechar para indagar más sobre lo poco que conoce de Kaito. Ya que si lo pensaba mejor, pareciese que Kuroba conoce más cosas de él, que él del Alpha. Aunque es justificable ya que literalmente, siendo Kaito o Kid, lo acosaba. Y él en cambio, no se dio la tarea de conocer más a fondo al mago. Sólo cosas esenciales o básicas. Las más secretas fueron que él es KID, porque quería a Pandora y su miedo a los peces.

—Él empezó a manifestar sus sentimientos o al menos yo me di cuenta hasta hace poco más de medio año. — empezó a explicar sonando natural, y recordando al Beta.—Quizás si no fuese por qué cierto detective se robó mi corazón desde mucho antes, hubiese pensado o intentando algo con él.— admitió encogido de hombros, realmente pudo haber una pequeña posibilidad de andar con Saguru. Y antes de que comentase algo más, sintió como el Omega se dejaba caer en su pecho y lo abrazaba con fuerza. Sorprendiendo lo.— ¿Shin-chan?

—Me alegro que ése detective te lo haya robado. Por qué jamás piensa devolverte lo, Kaito. — admitió ocultándose en el pecho del mayor, para que esté no viese su fuerte sonrojo. Su aroma delataba la mínima de celos combinada con vergüenza.

Kaito se permitió sonreír enternecido, y acercarse para enterrar su nariz en el cuello del Omega, para poder embriagarse más en la fragancia de su novio y sentir su suave piel nivea. No sabía si oler a gramos de café, frambuesas y fresas podía ser un olor tan agradable para su sentido del olfato. Pero lo ama así, podía quedarse todo el tiempo oliendo lo hasta quedarse a dormido.

No sabía cómo olían los ángeles, pero no sé sorprendería si Shinichi tuviese el mismo aroma de uno.

Por otro lado, Shinichi ama el olor de Kaito cuando está tranquilo, y a la vez anda de enamorado con él. Es como lo amargo pero a la vez dulce del chocolate, y el encantador aroma de la flor de loto.

—Ow, ¿Mi crítico favorito está celoso?— soltó demasiado enternecido, acariciando los cabellos del Omega quién seguía teniendo su rostro oculto en su pecho. Se preguntaba si no se estará asfixiando.

—. . . Si. — murmuró después de un pequeño silencio. Lo cuál Kaito apenas pudo oírlo. Había sido tan bajo y suave para sus oídos, que creyó no escucharlo por un momento.

Kudou dejó de ocultar su rostro, pero miraba de lado. Intentaba no toparse por el momento con los ojos indigos del mayor.

—Wow, no pensé que lo admitieras. ¿Podrías repetirlo por favor?— sonó esperanzado. Ilusionado. Que su Omega esté realmente celoso y aparte lo admita, es algo que no se ve todos los días.

—No.

Kuroba bufó, hasta darse el placer de disfrutar de la vista. No evitó reír bajo, ya que en su punto de vista, parecía como si el Omega estuviese marcando territorio al estar sobre su cuerpo y abrazarlo con fuerza. Tenía sus brazos alrededor de su cuello. Por Sácate, se veía tan lindo y adorable. Y más porque intentaba ocultar su sonrojo, que parece estar bajando.

"El Omega"- Kaishin [EDITADO2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora