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Lunes 19 de abril.

Kudou apenas podía conciliar el sueño en las noches. No tenía nada que ver aquella plática de hace tres días que tuvo con Hattori. Su mente y corazón estaban centrados más en otra cosa —aparte de los homicidios— y es en cierto Alpha de ojos violetas. Una rareza bella si le permiten comentar.

Dentro de unas semanas su cumpleaños se acercaba, y pensar en lo que le perdió el Alpha como regalo la daba entre vergüenza pero se emocionaba a la vez. No evitaba suspirar como el enamorado que es. Hace mucho tiempo que no se emocionaba por su cumpleaños. A pesar que en sus últimas fiestas era su amiga Ran quien organizaba esas cosas, o al menos eso era así antes de entrar en la facultad.

Shinichi se graduará hasta julio, aunque ya sabe de sobra a lo que se va a dedicar, quizás debía ponerse a pensar luego de que cumpla sus veintitrés años en mayo, sobre lo que sería formar una familia.

—Una familia con Kaito... — pensó en voz alta, sonrojándose al instante mientras abrazaba con fuerza al peluche chibi de KID que Kaito le obsequió hace meses. Ocultando su sonrisa boba.

En sus planes desde que estaba saliendo de primaria al enterarse que es un Omega, sus planes a futuros estaba muy bien definidos. Quería tener hijos mínimo hasta los veintiocho o veintinueve años. Pues creía que esas cosas de noviazgo, matrimonio y familia no serían para él hasta muchísimo más tarde. Pero ahora, quizás no sea tan malo adelantarse.

Además que le gustaría hacer realidad el sueño de Kaito. De su pareja.

X

Mientras tanto, en un local de malteadas y postres se reunían dos personas que muy pocas veces han cruzado más de unas palabras.

El moreno de ojos verdes se sentó en una mesa apartada de las demás, casi invisible para otros comensales. Vio que su acompañante de enfrente que estaba leyendo algún libro lo cerró apenas notó su presencia.

—Buenas tardes, me presento.— sonrió amable el castaño-rubio claro. A un costado tenía una malteada de fresa que estaba por la mitad del vaso.— Soy Hakuba Saguru.

—Creo que te conozco. Eres el, ¿Detective de Inglaterra?— mencionó haciendo un gesto pensativo. La última vez que lo vio fue hace unos años.

—Exactamente. Creo que alguna vez nosotros tuvimos una o dos colaboraciones en algún caso especial.— hizo una breve pausa, mirando la hora. — Usted, el detective Kudou y yo.

—Habrá sido hace un par de años. — suspiró encogido de hombros. Para luego ir directo al grano, pues había recibido una carta de él ayer contándolo en éste lugar. Sobre una propuesta que según, le convenía.—En fin, ¿Para que me citó en éste lugar? ¿Tiene que ver con algún caso?— preguntó mínimamente interesado. Ya que su cabeza sólo puede estar centrada en cierto Omega que lo ha estado ignorando o lo evita cada vez que intenta acercarse a él. Desearía poder regresar en el tiempo para enmendar las cosas.

Ahora mismo las cosas serían tan diferentes.

Alguien vino a pedir la orden de Heiji, él solo pidió una malteada de vainilla.

—No lo cité aquí por algo laboral.— respondió Saguru en un ensamble serio.

—¿Entonces...? — hizo una pequeña pausa, haciéndose de inmediato una idea equivocada.—Oh, creo saber por qué ahora.

—Entendió demasiado rápido.— sonrió contento de no tener que explicarle demasiado al Alpha. Sin embargo, celebró antes de tiempo el Beta.

—Escuche joven Hakuba, yo no puedo sentir algún interés amoroso por usted. Ya estoy comprometido con alguien más.

"El Omega"- Kaishin [EDITADO2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora