Cap.37

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Jimin despertó un domingo en la mañana y pestañeó porque la noche anterior no había cerrado las persianas de su habitación y el sol se colaba por su ventana.

La casa estaba en relativo silencio, solo se escuchaba a lo lejos el sonido de uno de los juguetes de Ben, al pequeñito le encantaba una oruga que se movía y bailaba y esa cancioncita ya los tenía a todos locos pero al bebé le gustaba y ni modo.

Jimin salió de su habitación y caminó por la casa hasta que llegó a la sala en donde sonrió al ver a Namjoon que estaba sentado en la alfombra de la sala arrimado a uno de los muebles.

El médico estaba leyendo lo que al parecer era los datos de uno de sus pacientes mientras acariciaba ausentemente el cabello de Jin que estaba acostado en la alfombra de la sala con su cabeza apoyada en el regazo de Namjoon y sonriéndole a su bebé que estaba cerquita de ellos jugando con su oruga.

Jin estaba casi de cuatro meses y ya se le notaba un poco su pancita,

- Jimin… - dijo el bebé y saltó estirando al recién llegado, el sonrió y luego de saludar a todos se sentó en la alfombra, haciendo malabares por su enyesado brazo puso al bebé en sus piernas que le dio uno de sus muñequitos y balbuceaba tranquilamente.

- Cómo dormiste?

- Bien, hace mucho que no duermo así de bien, esta semana ya me quitan el yeso y voy dejando las pastillas que me recetó Maik, me siento bien , es diferente cuando te duermen las pastillas a cuando duermes naturalmente, hace tiempo en verdad que no dormía – explicó Jimin  con una sonrisa, en verdad que se lo veía sereno y descansado además como tenía a Ben en sus piernas su rostro dibujó una sonrisa automáticamente, el amaba a Ben y el sentimiento era mutuo, al bebé le gustaba jugar con el.

- Eso del insomnio es tenaz – dijo Jin atrapando a Ben que como ya caminaba iba de un lado a otro pero el castaño lo atrapaba antes de que se le lance para proteger a su pancita.

- Mi sillón es fantástico para el insomnio – dijo Namjoon como quien no quiere la cosa y Jin meneó la cabeza haciendo reír a Jimin.

Namjoon y Jin no peleaban pero se molestaban todo el tiempo, se decían horrores y se reían mucho juntos, no eran melosos como otras parejas pero en cambio tenían una familiaridad digna de envidia.

Había momentos como este en los que se podía ver realmente que se amaban por los detalles más simples.

Jin acostado en el piso apoyado en las piernas de Namjoon que le acariciaba el cabello, eso Jungkook no lo hubiera hecho nunca.

- De cualquier manera me siento bien, como hace tiempo no me sentía, me siento bien no solo porque dormí mejor de lo que he dormido este último tiempo sino que me siento bien, tu sabes… bien – Jimin atrapó a Ben que ahora se le lanzó a él y reía.

- Osea que si mañana viene Jungkook jurándote amor eterno tu no le haces caso? – preguntó Namjoon despegando por primera vez los ojos de la historia clínica que estaba leyendo.

- Lo amé… con toda el alma pero él nunca me amó, de eso yo ya me he convencido, él no tenía derecho de hacerme todo lo que me hizo y yo… yo fui tan estúpido por permitírselo…

- No te preocupes amigo, encontrarás a alguien que te amará con solo verte – dijo Jin apoyándolo como siempre y recibiendo en sus brazos a su hijito que ruidosamente fue a sus brazos.

- No no no, yo no quiero nada con nadie, he quedado curado, solo quiero… solo quiero… dejar de tener miedo, dejar de estar tan asustado, dejar de tener esas horribles pesadillas, quiero…  quiero unito de estos para mí – dijo Jimin besando la mejilla de su sobrino que llegó hasta él y se le lanzó para que lo atrape.

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