Hubo un tiempo en el que las sombras de la duda se cernían sobre mí, como nubes de tormenta en el horizonte. Me sentía atrapada en un laberinto de confusión y desesperación, preguntándome una y otra vez si estaba perdiendo la razón. Pero ahora, en la quietud de la noche, sin vacilar puedo afirmar que estoy loca, loca de amor por ti.
A pesar del paso del tiempo y las pruebas del destino, cada recuerdo de nuestra historia compartida sigue ardiendo en mi memoria como una llama eterna. Cada risa compartida, cada lágrima derramada, cada momento de complicidad y ternura, está grabado en lo más profundo de mi ser, como un tesoro preciado que se niega a desvanecerse en la oscuridad del olvido.
Sé que debería olvidarte, dejar atrás el pasado y seguir adelante con mi vida. Pero el corazón tiene sus propias razones que la razón no entiende, y el mío sigue latiendo al ritmo de tu recuerdo, como un tambor que resuena en la noche, llamándote de vuelta a mi lado una y otra vez.
Así que sí, estoy loca, loca de amor por ti. Y aunque el mundo me tache de insensata, de ilusa, de soñadora empedernida, no cambiaría ni un solo segundo de nuestra historia juntos. Porque incluso en la locura de mi amor por ti, encuentro la más pura y hermosa verdad: que el amor es más fuerte que la razón, más poderoso que el tiempo, más eterno que la vida misma.