cap-12 me arrepiento

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Bulma abrió lenta y forzadamente, observó el lugar cautelosamente, estaba en una habitación muy bonita, paredes color pastel en un tono salmón, una cama grande con sabanas del mismo color pero más claro junto a varios muebles que combinaban perfectamente con el lugar.

Recordó lo sucedido y se dirigió a la puerta, pensó que estaría cerrada, pero no fue asi. Salió de la habitación y un pasillo solamente iluminado por la escasa luz del sol que ingresaba la recibió, un silencio inundó el lugar seguido de eso unos aplausos se hicieron oir.

Tap tap tap aplausos cortados y lentos en gesto de "sarcasmo" los aplausos cesaron y vegeta se dejó ver.

Bulma:¿Vegeta? ¿Qué haces aquí? –preguntó–

Vegeta:no crees que tu pregunta debería ser
¿Qué haces tú aquí? –respondió–

Bulma:ya no me importa que me pase, siempre que tenga que ver contigo estaré mal.

Vegeta:pareces no entender que aunque te trate así, yo también puedo llorar -acariciando su mejilla- te pareces a él, el que nos engaño... Y eso hace que me enfade y solamente haya dolor. -abriendo la puerta cercana-

Bulma:esto no tiene que continuar así Vegeta –no sacó la mano de su rostro, podía intentar odiarlo, pero su tacto directo a su piel era la mismísima perdición, un pase directo al infierno–

Vegeta: Bulma eres igual que él, unos días separada de mi y ya sin pena te fuiste con otro.
No negare que mi trato contigo nunca fue bueno es más, llegué a ser un demonio para tí.
No diré que estoy arrepentido, porque ese es mi deber ¡Qué pagues! –sacó su mano y golpeó la pared a un lado de su rostro– Y ahora ¡Más! Solo pensé que podrías ser diferente –apoyó su frente en la de la peli azul–

Bulma:¿Qué esperabas que hiciera?
¿Qué me quedara como una idiota aguantando? –susurró– ¿Donde están todos? Dímelo Vegeta

Vegeta:joder Bulma eres conciente que haciendo esa pregunta me haces enfurecer más, y aún así lo haces –se alejó–

Bulma:¿Qué te enfurece? ¿Qué me preocupe por él Tanto o más de lo que lo hacía contigo?

Vegeta:Bulma tú eres mi esposa, que no se te olvide ese detalle –advirtió perdiendo la paciencia–

Bulma:créeme que estoy muy arrepentida de haber dicho si en ese maldito lugar,de haber creído en tus estúpidas mentiras y firmar ese papel que me ata a ti temporalmente, pero creeme que no por mucho, porque de lo que más me arrepiento es de haberte amado.

Vegeta:¿En serio te arrepientes? –dando un paso al frente– dime Bulma –la acorraló en la puerta de la habitación– ¿En verdad te arrepientes?

Bulma:creeme que lo estoy –miró sus profundos ojos y pudo ver tristeza, tanta que podría verlo a kilómetros–

Vegeta:entonces dime  -pasando un dedo por las piernas de bulma- ¿Por qué estás nerviosa?

Bulma: porque –miró hacía otra dirección–

Vegeta:¿Por qué? -oliendo el cuello de la misma-

Bulma:vegeta ¡Porque tienes el cierre abierto!

Vegeta:¿Qué? -separándose bruscamente- ¿De qué hablas?

Bulma:ahí -apunto con un dedo, la parte íntima de Vegeta, ahogó una risa ante la situación pero él rápidamente volvió a lo que venía–

Vegeta:No te preocupes, es para tener menos trabajo hoy -abriendo la puerta de la habitación- entra Bulma -tomandola del brazo-

Bulma:¿Qué haces?

Vegeta:tal vez y siempre te he tratado mal, pero hay un lugar donde siempre te trate como una dama, además que siempre fuiste la mujer más vulgar –suspiró ante los recuerdos– y eso me encanta -la depositó suavemente en la cama mientras se relamia los labios–

Bulma:Vegeta, que te pasa –dijo con una voz entrecortada, podía sentirlo encima suyo, todo el calor que emitía pintaba sus mejillas de rojo–

Vegeta:no haré nada que tú no quieras
-besando su cuello- dime Bulma.... ¿En verdad nunca deseaste que te bese así? ¿Que quiera hacer el amor contigo? ¿Nunca quisiste repetir lo de aquella vez?

Bulma:si, pero no así, no ahora -suéltame- ¿A caso no están disponibles las demás que vienes a mi? Tu última opción –empujó a Vegeta separándose de él–

Vegeta: ¿Crees que necesito de ti como última opción? Si se tratase de opciones tendría Miles siempre disponibles –se puso de pie y se quitó la camisa dejando ver su escultural cuerpo– ¿No lo crees? –se acercó nuevamente a ella y permitió que lo tocara, el tacto de su mujer lo enloquecía, quería que continuara y aunque en la mente de la peli azul todo le reclamaba, tampoco podía parar– Bulma, tu siempre fuiste mi primera opción, pero no podía estar contigo – le susurró antes de besar su cuello impecable– desde esa primera vez que no me pude resistir pienso solamente en ti, no hay mujer que se compare a ti.

Bulma: Vegeta –susurró en su oído terminando con la poca cordura que él sostenía, rápidamente capturó sus labios en un apasionado beso, con su mano recorría el cuerpo de su mujer, desde el hombro hasta sus caderas. Alzó levemente el cuerpo de bulma apegandolo al suyo, sus sexos chocaban por encima de la ropa robando gemidos para los dos, el vestido de la peli azul se deslizó suavemente por su cuerpo dejándola solamente en ropa interior.

Vegeta: Dios –suspiró observándola– como podría vivir sin ti –se colocó entre sus piernas y comenzó a dejarle besos húmedos por toda la pierna–

Bulma: Vegeta –los tomó del rostro y lo atrajo hacia ella– debemos parar, esto no está bien –dijo con la voz entrecortada–

Vegeta: No me dejes así por favor –le suplicó dándole besos en el hombro– todo está bien si ambos disfrutamos.

Bulma: No está bien porque no lo disfruto –se obligó a reprimir sus deseos y lo volvió a apartar– quiero que te vayas –tomó su vestido y cubrió la parte inferior de su cuerpo–

Vegeta: Si eso quieres –contestó yéndose del lugar frustrado–

Bulma tomo una silla y cerró la puerta, notó que la puerta del placar estaba entre abierta, se acercó a abrirla y al hacerlo vio todo tipo de ropa ahí dentro. Supuso que era para ella, habían vestidos hermosos, uno por uno los iba sacando, de pronto vio uno que le encantó, un vestido color piel, arriba tenía un escote en forma de corazón, hacía abajo era ajustado hasta la cintura, después era una falda suelta dos dedos arriba de la rodilla, al terminar de verlo unos segundos, su cara se puso sería, tomo el vestido y las demás prendas, las envolvió y metió todas juntas nuevamente en el placar.

Saco una manta del cajón y se acostó en la cama. Boca abajo con una almohada en el pecho acariciaba sus cabellos mientras maldecia no poder vivir libre y feliz como lo hacía antes, tomó la camisa se Vegeta y la olió antes de caer nuevamente ante el sueño.

En otro lugar Vegeta se encontraba bebiendo sin control por el dolor que su esposa le había hecho sentir al rechazarlo. Su ego y su orgullo se hicieron a un lado solo para conseguir una noche de paz tranquilidad y amor con su bella amada... Más no resultó como él lo planeaba.

 Más no resultó como él lo planeaba

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Lágrimas V&BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora