Lágrimas V&B

Cap-51 ¡Desquiciado!

[primero que nada los invito a leer mis demás obras, ya que la que más les guste será la que continuaré al finalizar esta]

Bulma

Llegue a la casa y todo estaba en silencio, no se oía nada hasta que un grito agonizante se escuchó por toda la casa. Caminé con cuidado hasta llegar a la sala (había entrado por atrás) y allí lo vi... -vegeta- susurré tapándome la boca con mis manos. Estaba de rodillas recibiendo golpes en la cara y en el estómago, escupía sangre por la boca y noté que tenía una herida por la cual también derramaba sangre. Le dieron otro golpe y cayó al piso con fuerza, no lograba distinguir al atacante pero eso no me iba a importar, estaba a punto de ir a ayudarlo cuando noto que Vegeta me logra divisar con la mirada. Su rostro está golpeado y uno de sus ojos morado, me mira con temor y noto que se desespera, se lo que quiere, que me vaya... Pero no lo haré, si he de morir, que sea por él o por mis hijos.
Doy otro paso mientras ambos continúan en sus posiciones, escucho la puerta principal abrirse por completo y logro ver a ¿Maxi? ¡Que hace aquí! Detrás de él está trunks y Gohan... ¿Por qué? Alguien los empuja hasta terminar de entrar. ¿Y los demás?.

Vegeta:¡Este no era el trato! -gritó como pudo- ¡No debías hacerle daño a nadie más que a mi! -se puso de pie, giró a verme e hizo un gesto de "quédate ahí" estaba furioso conmigo, lo vi en su mirada, y tal vez tenga razón con estarlo. La voz femenina le contestó e inmediatamente supe de quien se trataba, Caulifla.

Caulifla:sabes que ese no era el trato -le contestó la maldita perra de cabello oscuro- debías entregarme a Bulma.

Vegeta:¡Jamás tendrás a Bulma! La amo y no permitiré nunca que me vuelvas a hacer daño.

Caulifla:¡Lo sé! Se que la amas y es por eso que la alejaré de ti, nadie más que yo te merece.

Vegeta:¡Maldita loca! -le gritó- ¡Nunca estaría contigo! ¡Ya metete en la cabeza que no te amo! ¡Amo a Bulma Briefs! ¡La amo, la amo con todo mi ser! ¡Y ese sentimiento jamás cambiará por alguien como tú! ¡No cambiará por nada ni nadie! -tenemos que superar este momento, juntos, me puse de pie pero alguien me tomó del hombro-

Caulifla:¡Cállate! -lo abofeteó- ¡Cállate cállate cállate! -golpeó su pecho varias veces, sacó su arma y le apuntó- ¡Dime donde demonios se escondió Bulma! Nadie estaba en ese lugar más que kakaroto, su esposa y el estupido peli blanco (ban)-lo recordé ¿Que habrá hecho con él? Este hombre sigue tomándome con fuerza, pero logro ver lo que pasa-

Vegeta:ya te dije que nunca te daré a Bulma -dijo serio-

Caulifla:¿A no? -esta vez apuntó a la cabeza de Gohan- si no hablas lo mataré -Noo! Grité fuerte y todos giraron a verme, me miró asesina y el hombre me soltó, corrí hacia los pequeños y me interpuse entre ellos,maxi era el que más golpes tenía, no dudo que haya peleado.

Bulma:no te permitiré que les hagas daño, ni a los niños ni a él ¿Me quieres a mi? Pues, aquí estoy ¡Aquí me tienes! -ella sonrió y Vegeta se acercó a abrazarme, a abrazarme muy fuerte, yo le correspondí y pude ver más claro sus heridas, estaba muy golpeado.

Vegeta:eres una mujer terca, te dije que te quedaras en el refugio -me susurró al oído- no quiero que nada les pase, los distraeré y se irán corriendo donde sea.

Bulma:no Vegeta -me separé de él- ya no es momento de huir, tal vez y esta sea la última prueba, si la pasamos juntos podremos vivir tranquilos y en paz -le regalé una sonrisa y el negó con la cabeza-

Caulifla:¡Basta de cursilerías! Peli azul vendrás con nosotros. ¡Lapis! -¿Dijo lapis?- ¡Ya está tu bulma! -lapis salió de donde yo estaba anteriormente y llegó corriendo, el hombre que me sujetaba era él-

Lapis:¿Bulma? -se acercó a mi y Vegeta se interpuso, él le dio un puñetazo que lo mando a metros de distancia- ¿Mi bulma? -preguntó otra vez y retrocedí un paso, miré a mi costado y solo trataba de retomar aire, caulifla reía como hiena carroñando, y Lapis solo se acercaba. Giré mi mirada hacía atrás y los niños estaban muertos de miedo... Tengo que acabar con esto, no tienen que pasar por todo este trauma, no es su culpa, solo es mia-

Bulma:si lapis -vi que vegeta se sorprendió y caulifla solo alcanzó a decir "vaya" - aquí estoy, no le hagas daño a nadie más.

Lapis:te.. Tendremos hijos -me tomo de la cadera y puso su rostro de perfil en mi estomago- muchos muchos hijos, y haremos el amor todos los dias, noches, mañanas y tardes, hasta que quite ese olor tan feo que tienes -se paró y me tomó del rostro, sé que no debo llorar pero temo lo que pueda pasar. Se acercó para besarme pero corrí mi rostro, me dio una bofetada y caí al suelo, lo miré con temor-

Vegeta:¡Maldito como te atreves! -corrió hacia él pero caulifla lo detuvo, los niños corrieron hacia afuera y sentí por un momento alivió-

Caulifla:no irán lejos, afuera hay alguien que los espera.

Vegeta:¡Suéltame maldita! -quiso zafarse pero ya no tenía fuerzas, cayó rendido al piso cuando ella le dio un golpe con el arma, alzó su rostro obligando a verme, yo seguía tirada en el piso- Bulma -susurró-

Caulifla:verás como te quitan lo tuyo -le dijo al oído- ¡Lapis hazla tuya! Dile a este hombre que es solo de tu.

Bulma:¿Que? No no, por favor -supliqué- ¡Lapis no lo hagas! -una lágrima corrió mi mejilla- no tienes que seguir sus órdenes

Lapis:¡Te negaste a un beso de tu amado! -me dio otra cachetada y se tumbó arriba mío, comenzó a sacarme la chaqueta mientras se quitaba el cinturón- serías mía.

Vegeta:¡Noo! ¡Bulma! -quería venir hacia mi pero se lo impedían, yo luchaba ante él pero era más fuerte y pesado- ¡Para ya caulifla! -le volvió a gritar pero ella solo reía, ya se había quitado por completo el cinturón y yo temerosa a todo solo seguía golpeándolo. Le di un gran golpe en la entrepierna y gatee donde Vegeta, Lapis me tomó de la pierna y me arrastró hacia él, agarró mi cabeza y la chocó contra el suelo, me maree y empecé a sentir lo tibio caer por mi cabeza, estaba sangrando, estaba por desmayarme-

Lapis:te castigaré por eso -sentía como me golpeaba el cuerpo con el cinturón,una y otra vez, Vegeta gritaba hasta más no poder y yo solo veía el piso algo borroso. Me tomo el rostro y me dió la vuelta, podía ver borroso pero ya no tenía fuerzas para pelear, se tiró encima y comenzó a besar mi cuello, yo solo lo empujaba sin fuerzas. Se quitó la camisa y arrancó la mía, ahora sólo estaba en brasear y jean, le escupí la cara y el me dio un puñetazo que acabó mareándome aún más.

—¡Quítate maldito!