Lazos Peligrosos [En Edición]

Capítulo 10

Quiero estar con Logan, realmente quiero estar con él. Pero es que hay un gran problema que nos impide estar juntos: mi plan de venganza. Le prometí a la memoria de mi hermana y mi mamá hacer justicia sus muertes.

Y sé que si estoy con Logan, no podré estar con Dylan, y si no estoy con Dylan, no podré llevar a cabo parte de mi plan.

-realmente quiero estar contigo Logan -le digo mirándolo mientras acaricio su mejilla-. Pero no podemos estar juntos.

Su expresión cambia por completo, me mira confuso.

-¿Por qué? Está bien si crees que es demasiado pronto, si sientes que vamos demasiado rápido. Estoy dispuesto a esperar y conocernos mejor...

-no, no es eso -digo interrumpiéndolo.

-¿Entonces qué Mille? Dímelo.

-no puedo hacerlo -digo con la voz entre cortada y ojos llorosos-. Lo siento Logan, no podemos estar juntos.

Me levanto de inmediato y me voy a pasos apresurados. No soy capaz de mirar hacia atrás, no soportaría verlo mal por mi culpa. También sé que si me doy vuelta no volveré a tener el valor de marcharme de nuevo.

Al llegar a mi casa, solo me tumbo en mi cama y lloro, lloro sacando todo esto que siento. Logan era el primer chico con quién tenía algo, que en ambos fuera recíproco.

Y me duele perderlo, realmente duele.
Quisiera ir a buscarlo y decirle todo, decirle el por qué no podemos estar juntos, que me espere, que quiero estar con él. Pero simplemente no puedo hacerlo. Y así llorando, me quedo dormida.

A la mañana siguiente voy a la universidad, sinceramente no le he prestado mucha atención a las clases. Por más que trato de concentrarme, mi mente se pierde en mis pensamientos.

-Mille, Mille -llama mi atención Backy-. Estamos en el salón, ya por suerte es la última clase y pronto nos iremos.

-¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? -pregunta Karla-. Hoy has estado muy callada y por más que trates de disimular, te ves triste.

-Cuéntanos Mille ¿Qué tienes? -insiste Backy.

El timbre suena, por suerte es suficiente para escapar de ellas. Karla se despide de nosotras y se va con unas compañeras de clases.

-¿Podemos hacer la tarea de física juntas? -inquiere Backy.

-sí, está bien ¿Cuándo?

-es para mañana recuerda, la tenemos que hacer hoy.

-cierto, lo había olvidado, disculpa ¿La hacemos en tu casa?

-si claro, vamos -me toma del brazo y me hala obligándome a caminar.

-¿Vamos? -pregunto.

-sí, vamos a mi casa, la haremos ahora.

No tengo ánimos de protestar, así que solo asiento y la sigo.