Capítulo XXV

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Los días han avanzado y aún no hay noticias de Karla

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Los días han avanzado y aún no hay noticias de Karla. La policía no ha hallado a los secuestradores, tampoco han hallado pistas.

La búsqueda por Karla ha crecido, todos los vecinos nos hemos aliado para buscarla por todos lados.


Pero desafortunadamente la ayuda no es tanta como antes, ha decaído.

La policía revisó las cámaras de seguridad donde se encontrarían Karla y James, pero no hay rastros de que ella haya llegado.

Todo ha pasado tal y como James dijo, que él la esperó y luego se fue a su casa a buscarla.

Lo más extraño de todo esto, es que en ninguna grabación de las cámaras de seguridad aparece cuando Karla es secuestrada.

Algunos podrían decir que entonces no está secuestrada, pero si lo está.

Los secuestradores para confirmar que la tenían, enviaron un video anónimo a su familia de que la tenían.

Karla se ve que ha perdido mucho peso, está amorotonada.

Mi pobre amiga luce irreconocible, la han maltratado mucho.

Tan solo recordarlo, produce en mi una ira intensa, y hacer que paguen caro esos delincuentes, vividores de otros.

Sé que de algún modo Karla regresará bien, no pierdo la fe.

Karla y yo hemos sido amigas durante muchos años, desde que éramos niñas.

Y aunque nuestra amistad haya comenzado por peleas de niñas, pudimos superar nuestras diferencias y hacernos amigas.

Realmente tengo miedo de que algo malo pueda pasarle a mi mejor amiga.

Extraño a Karla, realmente la extraño, me hacen demasiada falta todas sus locuras, su risa escandalosa, sus consejos, extraño todo de ella.

Un sonido me espanta, es mi celular, me a llegado un mensaje.

Miro para ver de qué se trata. Es Thaliana, así que lo abro.

Debes venir pronto, Logan y yo nos mudaremos a Italia, pensé que querrías despedirte.

Inmediatamente me levanto de mi cama y salgo corriendo, tomo un taxi y me dirijo hacia su casa.

Esto no puede estar pasándome, ¿Por qué todo va de mal en peor?

Sé que no he estado con Logan en estos meses, pero tan solo con saber que está aquí, me alivia.

Pero si se va, es muy malo para mí, saber que no estará aquí, agobia mi triste corazón.

Al llegar, veo el auto de Logan estacionado al frente de su casa, y Thaliana está bajando las pequeñas escaleras con unas maletas.

Al verme me saluda, yo hago lo mismo, me indica que Logan está atrás, en el Jardín.

Logan está sentado en la fuente, está con su cabeza baja, sostiene en sus manos unas flores, creo que son margaritas.

Tan solo nombrar margaritas, recuerdo aquel día que nos conocimos, creo que nuestro primer beso fue muy apresurado, ya que apenas nos estábamos conociendo.

Pero ese primer beso, fue el que desató todo, el que produjo nuestra historia, que me niego a creer que ya terminó.

—Logan— llamo su atención. Él me mira y hace una sonrisa irónica.

Nos quedamos mirando sin decir nada, el silencio se siente un poco incómodo, pero nada que no pueda soportar.

—Logan— vuelvo a decir, pero él sólo sigue mirándome.—¿No dirás nada?— espeto un poco irritada

—¿Qué quieres que diga?—

El punto es que no sé qué decirle yo a él.

—¿En serio te irás?— pregunto

—si— su tono es frío y aparta su mirada

Me desespera que sólo responda así.

—¿Por qué?—

—no tengo nada que hacer aquí—

Nuevamente el silencio vuelve a reinar entre nosotros, y es desesperante cuando quieres hablar con alguien y ella no dice nada, sólo responde seco lo que le dices.

—se que me ves como la mala de la historia, crees que te fui infiel, y sé que tienes razones para creerlo. Pero espero poder decirte algún día toda la verdad, de por qué hice todo eso, y por qué pasó.

Pero sólo en estos momentos quiero desearte lo mejor, decirte que aún te amo, y me harás demasiada falta. Tal vez no me entiendas, pero no importa. Debes saber que siempre te pienso nunca te olvidaré a ti y todo lo que vivimos.

Así que gracias por coincidir conmigo y perdón por haberte hecho daño— no puedo continuar, lágrimas amenazan por salir de mis ojos y mi voz está quebrada.

—Mille, si me voy a Italia es para olvidarte, este lugar me recuerda a ti y por eso detesto estar aquí.

Tienes razón, no entiendo y tampoco entenderé por qué me hiciste daño, no nos volveremos a ver nunca, y eso es lo mejor— cada palabra que dice no denota ninguna expresión.

Y eso tal vez es lo que me aira más, no poder leer su expresión y saber con qué sentimientos lo dice.

No soporto más estar ahí, así que me voy, y al dar la espalda, dejo salir mis lágrimas.

Es como si el día supiera lo que pasaría y también amaneció triste, amaneció nublado, y coincidentemente a empezado a llover, también está llorando conmigo.

Lazos Peligrosos [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora