En esta historia nada es lo que parece. Debes investigar a fondo, hasta llegar a la verdad. Pero cuidado, puede ser demasiado tarde. Es muy arriesgado y peligroso que cuando quieras ver estás jugando su juego y haz caído en su trampa.
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Todos en el salón se encuentran expectantes, y Dylan se ve tan perdido en sus pensamientos que ni se percata de lo que sucede a su alrededor. Solo avanza y se sienta a mi lado, en la única silla vacía que hay.
Por fin ya muchos dejan de mirarnos y la vasta nube de incomodidad en el ambiente va desapareciendo.
—hola —agito levemente mis manos en señal de saludo.
—hola —responde casi entre dientes y sin mirarme.
—tenemos que hacer juntos el trabajo de la página veinticinco del libro —continúo.
—está bien, cuando termines la mitad me lo pasas para yo continuar —expone de forma seca.
—no —respondo—. Lo haremos todo juntos —termino tajantemente.
El chico por primera vez se digna a mirarme, su piel blanca se ve tersa, su cabello liso y rubio se ve un poco desordenado, lo cual le da un toque rebelde. Sus ojos se ven cansados, se nota que no ha dormido bien por sus ligeras ojeras.
—¿Entonces cómo? —pregunta enarcando una ceja.
—ya te dije, debemos hacerlo todo juntos —respondo.
—no, lo haremos mitad y mitad. Luego te envío mi parte.
No me deja ni responder, toma su mochila y se va del salón. Así, sin más allá y sin más acá. Su acto me enoja, qué chico insoportable, y la profesora ni siquiera le dice nada.
—no te preocupes, siempre es así —dice una chica susurrándome al oído.
—¿Nadie le dice nada? —pregunto girándome para ver quién habla.
Es una chica con facciones un poco asiáticas, su cabello negro es corto y tiene el flequillo por las cejas. Al verla inspira ternura, y habla con cierta timidez.
—no, no le dicen nada, su familia es casi dueña de la ciudad —responde anotando algo en su cuaderno.
—exageras Backy —Interrumpe la chica que está a su lado. Es una chica piel clara, cabello ondulado teñido de rubio y ojos color miel—. No es cierto sólo exagera un poco —continúa, esta vez me sonríe.
—por cierto, mucho gusto. Soy Backy —me extiende su mano la chica de cabello corto.
—y yo Karla —continúa la chica de cabello ondulado, también me extiende su mano.
—mucho gusto, soy Mille —les digo finalmente a ambas con una sonrisa.
—¿Quieres hacer el trabajo con nosotras? —pregunta Backy.
—es obvio que si ¿No ves que está sola? —dice interrumpiendo Karla. Su tono no es grosero, es tipo amable directo.
—sí —solo asiento con una sonrisa tímida.
De ahí, no cruzamos más palabras que no sean sobre el trabajo. Backy y Karla, son chicas muy agradables. Sus personalidades son un poco opuestas pero se llevan bien. Me he dado cuenta de que Backy es estudiosa y Karla no tanto. Karla es tipo maquillaje y outfit, mientras Backy es natural e informal. Karla es de personalidad abierta y parlanchina, mientras Backy es tímida e introvertida.
—chicas pero en serio, no estuvo tan mal —espeta Karla con la boca un poco llena de comida.
Nos encontramos en el comedor de la universidad, me invitaron a almorzar con ellas, así que acepté. El comedor es bastante amplio, y en estos momentos se encuentra lleno de estudiantes.
—¿En serio aún lo niegas? —pregunta Backy entre risas—. Te caíste de un caballo, habían muchos mosquitos, y sumándole el hecho de que estabas sola en esa finca ¿Y aún dices que no estuvieron tan malas tus vacaciones?
—todo eso tuvo un poco de diversión, además eso es mejor a quedarme sola y encerrada en mi cuarto todas las vacaciones como tú.
—no estuvo tan mal quedarme sola y encerrada en mi cuarto —remeda Backy un poco dolida—. Hice muchas cosas.
—¿En serio? ¿Cuáles? —pregunta Karla.
—eso no importa —responde—. Más bien, cuéntanos Mille ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?
Ambas dirigen su atención hacia mí. No sé qué decirles, sería tipo: el novio de mi hermana la asesinó, pero según la policía, fue que ella estaba drogada y se suicidó, mi madre murió de depresión por la muerte de mi hermana, y mi papá prácticamente no lo veo porque pasa en el trabajo tratando de ignorar todo lo que pasó. Así que por eso, he venido al lugar donde vive la familia del asesino de mi hermana en busca de venganza.
—Mille —Backy pasa su mano repetidamente sobre mis ojos.
—hola, hola, del planeta tierra llamando a Mille —dice Karla entre risas.
—mmm lo siento —me disculpo—. Mis vacaciones estuvieron normal, pasé como Backy, encerrada en mi habitación.
No miento, duré un tiempo encerrada, tratando de procesar todo lo que estaba pasando, tratando de creer que todo esto no era real, que solo era una pesadilla. Pero mis esfuerzos fueron en vano, todo fue real. Así que de ahí, solo pasé maquinando en mi cabeza todo mi plan de venganza.
—chicas, chicas —Backy llama nuestra atención—. Dylan se dirige hacia acá, viene hacia nosotras.
•Nota de la autora• Este es el segundo capítulo de esta maratón de estreno, ¿Qué tal les parece? Espero que lo estén disfrutando y les guste.
Estaré leyendo sus comentarios, y háganme saber si les gusta mediante sus votos.