Lazos Peligrosos [En Edición]

Capitulo XXIII

Logan
Siento mis párpados arder, es como si una gran luz perforara mi iris. Me cuesta abrir los ojos, pero trato de hacerlo.

Al abrirlos un poco, la luz aún sigue impidiéndome abrirlos.

Al abrirlos totalmente no veo nada, veo todo blanco, pero poco a poco logro ver cada vez más.

Al mover mi mano siento algo, giro un poco, pero duele al hacerlo.

No puedo creer que Mille esté aquí, se ve tan hermosa, tan dulce e inocente.

Está dormida, no sé por qué me gusta ver a Mille dormida. Creo que es porque se ve tan indefensa que me hace querer protegerla.

Pero sé que no es así, ya que soy yo que debo protegerme de ella, me ha hecho daño, y no puedo dejar que me haga más.

-Mille- no reacciona

-Mille-  la muevo un poco para que me escuche.

Ella al parecer ya escuchó, ya se está moviendo.

Se levanta y me mira, nunca había visto a Mille tan sorprendida.

-Logan, oh por Dios, ¿Puedes verme? ¿Haz despertado?- hace señas a mis ojos.

Miro hacia otro lado, no quiero verla.

-por fin haz despertado- me abrazó, hago una mueca de dolor, ya que me ha abrazado fuerte, y me duele todo el cuerpo.

-Thaliana debes venir, Logan ya ha despertado- corre hasta la puerta gritando, se ve muy feliz.

-Mille- la llamó y ella viene

-ve...te- me cuesta tanto decirlo, pero debo hacerlo. Estar juntos no es sano para los dos.

-¿Qué?- su cara parece de asombro entristecido

-quiero que te vayas, no quiero verte- no soy capaz de mirarla a los ojos.

-Mille, vamos- veo a Thaliana llevársela del brazo.

~•~
Los días que he pasado en mi casa han sido infernales, no puedo creer que haya pasado dos meses en coma, sin tener conocimiento ni de mí mismo.

Tuve que estar en el hospital por una semana para recuperarme mejor.

Y he pasado en mi casa en cama por una semana, los médicos dicen que no puedo moverme, ya que aún las heridas no han sanado por completo.

Me he fracturado cuatro de mis costillas y un brazo.

El accidente según las investigaciones de la policía, se produjo por no haber frenado a tiempo.

Aún recuerdo ese día. Iba en el auto llorando por Mille, por mi padre, por cómo va de mal mi vida.

Siempre he tenido una vida infeliz a pesar de tener todo, porque he tenido todo lo material que he querido.

Aún recuerdo cómo desde niño siempre he estado solo, mi padre siempre estaba en el trabajo, casi nunca lo veía, igual que a mí madre.

Mis padres contrataron a un sustituto que me cuidaba por tiempos y me disciplinaba.

Me trataba mal, según el que era por mi bien, para que adquiriera disciplina y modales.

Sólo sentía tranquilidad cuando mi abuelo llegaba de visita. Era el único que me daba cariño.

Y me enseñaba mucho, pero de una buena forma.

A los años mi padre murió, le dio un infarto por la fuerte impresión que tuvo al ver a mi madre siendole infiel con mi tío, su hermano.

Ese para fingió que le afectó mucho su muerte, pero sé que no es así ya que sólo disfrutaron más y se casaron.

La señora Anastasia, ni si quiera me nace llamarla madre, ya que nunca ha cumplido ese papel.

Dominic me envió a Italia, donde los hermanos de mi padre, y allá sufri mucho más. Por lo menos en mi casa estaba solo todo el tiempo y solo me maltrataban pocas veces.

Pero donde mis tíos, mis propios primos me hacían bullying y me maltrataban demasiado.

Al ser ya un adolescente a punto de ser joven, decidí venir a donde crecí, a mí verdadera casa, mi hermana ya estaba.

Y ahí fue cuando conocí a Mille, en un intento de hacerle responsable de asuntos familiares.

Luego al conocerla fui feliz, me hacía feliz, con ella sentía que mi vida estaba bien, me hacía olvidar de mis problemas.

Por todo eso lloraba el día del accidente, porque nunca he sido feliz, y cuando ya lo era, todo resultó ser unilateral, ya que nunca le importé.

Mille hizo lo mismo que mi madre, mientras que tenía un hombre que la amaba y la hacía feliz, sólo fingían, y qué bien que lo hacían, hasta que descubrimos sus infidelidades y se hicieron las víctimas.

Aún estando a punto de morir estaban con nosotros en el hospital.

Thaliana me dice que estoy equivocado, que conoció a Mille en el hospital y estuvieron todo el tiempo juntas, que ella no es así, que todo tiene que tener una razón.

Pero aún teniendo una razón no lo justifica.