—El martes hicimos hasta la número cuatro—Michael había parado a Frank en la puerta del colegio para hablar sobre el proyecto.—Hoy podríamos llegar al menos hasta la diez.
El castaño era tan mal educado que blanqueaba sus ojos mientras el contrario hablaba, él se consideraba una persona estudiosa, es decir, le gustaba tener las notas altas y cuando tenía una nota baja solía deprimirse. Siempre y cuando los trabajos sean en conjunto con sus amigos o individual. Nunca le había tocado un proyecto con alguien desconocido, y menos con alguien que le cayera mal, por eso no tenía ningún interés en hacerlo.
Tampoco tenía otra opción más que hacerlo, así que intentaba no ser tan grosero, y no lo estaba logrando.
—Está bien, ¿a qué hora voy a tu casa?—Mikey dijo que por la tarde, cuando le quedara más cómodo. Entonces Frank pensó en que iría lo más tarde que pudiera, después de almorzar y dormir un poco.
***
—Frankie, ¿hoy no tenías que ir a casa de uno de tus amigos?—Linda, la madre de Frank, estaba intentando despertarlo hacía varios minutos. Apenas llegó a casa ese día, mencionó que tendría que ir a la casa de Michael por la tarde.
La mujer se había ido a hacer las compras y pensó que cuando volviera Frank ya se habría ido, por eso cuando llegó se sorprendió de que aún siguiera durmiendo, como si no lo hubiera hecho hace años.
—¿Para qué?—El castaño levantó la cara de su almohada, tenía su mejilla marcada por haber estado en esa posición tanto tiempo. Su voz sonaba somnolienta y apenas tenía sus ojos abiertos.
—No sé, es tu amigo, no mío—En realidad había preguntado eso por lo adormilado que estaba.
—¿Qué hora es?
—Las siete, cariño—El menor se levantó de golpe con los ojos bien abiertos, se le había hecho demasiado tarde, pretendía estar en la casa de Mikey a las cinco.
En su celular tenía dos llamadas perdidas de su compañero, y un mensaje que decía "¿vas a venir o no?", que fue recibido una hora antes.
Se vistió lo mas rápido que pudo y se preparó para llegar allí antes de las ocho, para lograr eso Linda tuvo que llevarlo. Una vez allí, le dió un poco de verguenza llegar tan tarde.
—No haces nada y encima tengo que esperarte—Mencionó el de anteojos cuando lo hizo pasar.—Empezemos con esto.
Apenas tuvo que escribir unas oraciones y ya se sentía cansado, aún tenía sueño. Estuvieron buscando e investigando algunas cosas, otras tenían que responderlas con sus propias opiniones, pero tenían que ponerse de acuerdo, por eso tardaban demasiado debatiendo.
Frank estaba tan concentrado en el trabajo que se olvidó completamente de Gerard, pero cuando lo recordó le dió curiosidad de dónde se encontraba.
A las nueve ya se había rendido, no podía avanzar más en las preguntas porque eran demasiado difíciles para su cerebro cansado, intentaba comprender pero aunque leyera y reeleyera no lograba entender.
Debido a eso decidió llamar a su madre para que lo pasara a buscar, y se hubiera ido de allí, sólo si Gerard no hubiera llegado.
—Mikey, te traje unas cosas—El pelinegro ingresó en la sala, donde estaban con los libros, para hablar con su hermano, pero se encontró también con el castaño.—Hola amigo de Mikey.
—Frank—Aclaró el más bajo, pero el mayor no le estaba prestando atención.
—Él estaba por irse—Mencionó el de lentes, Gerard se giró confundido.
—¿No vas a invitarlo a cenar?—Preguntó. Parecía mucho más un padre que un hermano, o eso le hacía sentir a Frank.
—No es necesario, yo estaba por irme.
—En serio, quedate a cenar, Mikey nunca trae a sus amigos. Mamá va a estar feliz—El castaño evitó reirse por lo meloso que eso había sonado, y Michael parecía avergonzado por lo que su hermano había dicho.—¿Necesitas que hable por teléfono con tu madre, Frank?.
En ese momento fue el de lentes quien podría reírse de él, en especial porque si lo necesitaba. Linda siempre quería conocer a los padres de sus amigos, aunque Gerard fuera su hermano, y no considerara a Mikey un amigo.
Frank terminó aceptando, sin tener alguna otra opción, y le tendió su teléfono al mayor con el contacto de su madre en pantalla. Antes de hacerlo cambió el nombre con el que la tenía agendada, le daba pena que supiera que aún le decía "mami".
Apenas terminó de hablar, asegurandole que todo estaría bien, y que lo llevarían hasta su casa, le devolvió el teléfono a su dueño.
Frank se sentía un poco intimidado por lo maduro que era el pelinegro, no parecía que fuera a prestarle ningún tipo de atención como la que él estaba deseando. Además lo avergonzó un poco haber dicho todas las cosas subidas de tono de él, le había desbaratado su seducción.
En medio de la cena, luego de haber conocido a la madre y padre de los hermanos. Donna regañó a Gerard por usar su celular en la mesa.
Al estar sentado frente a Frank, pudo ver como clavaba su mirada en él, ambos habían comenzado a darse miradas.
Apenas fue regañado, dejó su celular sobre la mesa. Su Instagram estaba abierto y podía verse su nombre de usuario. Intentando disimular, Frank lo leyó, buscaría su perfil cuando llegara a casa.
El castañó pensó que había sido una gran idea, y que aún seguía siendo inteligente para lograr lo que quería. Pero cuando levantó la mirada, vió al pelinegro observandolo, le guiñó uno de sus ojos y bloqueó su celular para luego guardarselo en el bolsillo. Realmente todo había sido planeado por él. Y Frank recuperó todas las ganas que le tenía.
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Little. [Frerard]
FanfictionFrank comienza un largo trabajo de artes visuales junto a su compañero, Michael. Algunas complicaciones provocan que necesiten un poco de ayuda, esa ayuda llegaría de un hombre hermoso, maduro y sexy, según Frank. Aunque también sea el hermano de su...