Little. [Frerard]

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Frank sabía que la situación se escaparía de sus manos cuando Jamia comenzó a elegir las canciones, probablemente comenzarían a discutir por cual artista deberían reproducir. Algunos no estuvieron de acuerdo con su elección, pero de todas formas "Brooklyn Baby" sonaba por toda la casa.

El castaño rondaba por la sala y  cocina, intentando no tropezarse, había tomado alcohol como si fuese la última vez en su vida. Se sentía mareado, sosteniendose por las paredes, hablando con algunas personas de vez en cuando.

Notaba que bastante gente era desconocida para él, probablemente habían más personas de las planeadas dentro de su casa, pero en ese estado no le importaba demasiado.

Se dirigió con pasos torpes y pesados hacia la mesada de su cocina, había algunos conocidos preparando vasos de alcohol, pero en específico pudo divisar a uno. Michael. Se acercó hacia él y tocó uno de sus hombros para llamar su atención. El de lentes se encontraba enviando mensajes con su celular.

—¿Qué hora es?—Aprovechó para preguntar el mayor, quedando a una muy poca distancia del contrario. Mikey se puso extremadamente nervioso, pero no fue notorio.

—Las cuatro de la mañana—"Ah" murmuró Frank, con la mirada un poco perdida.—Me gusta mucho tu disfraz.

—A mí el tuyo.

—No estoy disfrazado—El castaño se alejó un poco y lo observó de cuerpo completo. Luego comenzó a reirse.

—¿Así te vestis todo los días?—Mikey lo miró sorprendido, fingiendo haberse ofendido y poniendo una expresión triste.—Oh, no quise hacerte sentir mal—No se daba cuenta realmente de lo que decía, jamás hubiera dicho eso estando sobrio.

—Es broma, si estoy disfrazado—Frank suspiró, le había parecido extraño que no estuviera disfrazado teniendo una camisa con tajos y algunas manchas que simulaban ser sangre.—No me esforzé demasiado pero si lo estoy.

—Cool—Respondió simplemente al escucharlo, ya no se sentía culpable. Tomó el vaso de Mikey intentando ser disimulado, pero el de lentes lo observó con gracia.—Nos vemos—Sacudió su mano y se encaminó hacia las personas bailando en su sala, aún con el vaso entre sus manos.

Pensó en cómo haría para limpiar todo eso para que su madre no se volviera loca, le había dejado la casa, yendose a dormir de su madre. Linda confiaba en que sería una reunión tranquila, y no era así.

Se chocó con algunos chicos que se le acercaron demasiado, simplemente los evitó hasta llegar a Jamia, pero antes de llamarla se dió cuenta de que estaba besándose con alguien. Al verla más detenidamente notó que la persona con la que estaba tenía un disfraz de Lilo. Y solo había visto a Carol vestida así.

Decidió no molestarlas, y un poco impactado salió hacia afuera de la casa, para fumarse un cigarrilo y despejarse un poco.

Apoyó su cuerpo sobre la pared fría, intentando encender su cigarrilo. El sonido del encendedor fallando lo irritaba, en específico porque sus dedos ya le dolían de tanto intentar prenderlo.

Rindiendose y molesto por tener que pedirle fuego a otra persona, arrojó el mechero hacia el piso, cruzándose de brazos. Se confundió al no escuchar el sonido del objeto contra el suelo y levantó su mirada. Se encontró con Gerard, de pie frente a él. El encendedor le había dado justo en una de sus piernas.

—No ensucies la calle—Mencionó y levantó el objeto del suelo, guardándolo en uno de sus bolsillos para luego tirarlo en la basura.

—Perdón—Respondió un poco avergonzado, teniendo aún el cilindro blanco entre los dedos.—¿Vas a unirte a la fiesta?.