Little. [Frerard]

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Apenas llegó a su casa lo primero que hizo fue buscar el nombre del pelinegro en Instagram, no tardó nada en encontrarlo porque sólo salía como "Gerardway", no como él, que aparecía como "frankieromustdie", y aunque fuera un poco largo le parecía genial.

Inmediatamente lo comenzó a seguir, luego se quitó los zapatos para recostarse en su cama y stalkearlo con más comodidad. Su perrita Sweet Pea se le acercó corriendo y saltó sobre su estomágo.

Frank sostuvo a su mascota como un bebé a su lado, y mientras veía las imágenes, opinaba sobre ellas en voz alta. Como si Sweet lo entendiera.

Se sorprendió bastante de la cantidad de publicaciones que tenía, aunque la mayoría fueran se cosas sin sentido. De vez en cuando encontraba una foto de él, sólo salía sonriendo pero era muy lindo. En algunas estaba con Mikey, el menor impresionantemente estaba sonriendo.

Pensó que en debería tener una amistad con Mikey para poder seguir viendo a Gerard, además que parecían ser muy buenos amigos, además de hermanos. Y las burlas de Frank hacia el de lentes no le caerían para nada bien al mayor.

También había muchas fotos de paisajes y si llegaba a las primeras publicaciones subidas, se encontraba con un Gerard de cabello rojo. Frank pensó en por qué se lo habrá teñido de negro, el color fantasía se le veía muy bien. Sacó algunas capturas de pantalla para después enseñarselas a Jamia.

No siguió perdiendo el tiempo y le dió Fav a su última foto, luego lo agregó a su lista de mejores amigos. Pensó en qué podría hacer para llamar su atención.

Pronto se le ocurrió una idea. Buscó en su armario la ropa nueva que se había comprado para ir a una fiesta el sábado. Eligió un jean tiro alto, oscuro, y se lo puso. Se acomodó en el espejo de su habitación para sacarse una foto, pero se dió cuenta del desorden que había en el fondo, así que empujó la ropa tiraba en el clóset y el resto lo pateó bajo la cama.

Cuando ya estaba lista su escenografía, posó frente al espejo sacándose varias fotos, luego elegió una donde se resaltaba su pequeña cintura y la publicó en su lista de mejores amigos, agregó una encuesta donde preguntaba qué tan bien le quedaba esa ropa.

Esperó largos minutos para ver quiénes respondían, pero no eran más que amigos y algún chicos con el que tuvo algo breve, que además de votar respondían su historia, pero los ignoraba.

Decidió invertir su tiempo en algo mejor; ver videos en Youtube. Mientras intentaba concentrarse en el video, porque el sueño le estaba ganando, recordó la encuesta y entró a Ig para revisarla.

Tenía bastantes votos, teniendo como promedio la mejor respuesta. Dentro de esas respuesta estaba la de Gerard, eso emocionó a Frank, que también se había dado cuenta de que el pelinegro comenzó a seguirlo.

Satisfecho con esos logros, según él. Se quedó dormido, dispuesto a faltar el día siguiente al colegio.

Y tal como lo había pensado, se despertó al mediodía, sin haber ido a clases. Tenía todo el día libre, lo ocuparía invitando a Peter y Jamia a pasar el rato.

***

El sábado se preparó perfectamente para la fiesta, por supuesto Jamia iría con él, con un vestido strapless a cuadros. Listos para salir hacia su destino.

Entre el humo del cigarrillo, la poca iluminación y la cantidad de personas que había allí adentro apenas podía caminar. Así que después de un rato decidió quedarse a un costado tomando cerveza.

A lo lejos veía un chico bastante lindo que había llamado su atención. Tenía el cabello largo y negro, justo como Gerard, pensó. Aunque su belleza y elegancia no estaba presente en ningún sentido sobre el chico.

Entre la conversación y un poco de marihuana terminaron en una de las habitaciones, que para la suerte de Frank no tuvo que hacer más que sexo oral, estaba bastante borracho y desanimado por haber perdido a Jamia hacía un tiempo.

Cuando al fin se liberó de aquel jóven, recorrió toda la casa en busca de la de cabello corto, se sentía cansado y quería ir a su hogar.

—Jam, no me siento bien—Se estaba tambaleando y la competencia de ver quién tomaba un vodka más rápido ya no le resultaba divertida. Sentía que sus piernas temblaban y de la nada notaba una corriente viento frío que lo hacía estremecerse.

—¿¡Qué te pasa!?—Le preguntó la mujer, tuvo que gritar por lo elevado que estaba el volumen de la música.—¡Frank!—Volvió a llamarlo al darse cuenta de que el castaño tenía los ojos perdidos.

Jamia se asustó y lo llevó afuera, pensó que tal vez necesitaría un poco de aire fresco. Pero al poco tiempo el castaño se desvaneció en el abrazo que la jóven le estaba dando. Ella comenzó a llorar al ver que apesar de que lo llamaba, él no respondía.