POLOS OPUESTOS.

7:Confundidos .

Espere su llamada por tres largas semanas y jamás llegó.
Desde el dia que platicamos en la cafetería de la empresa no lo he vuelto a ver. Suena loco que me obsesione todos los dias viendo mi celular esperando aunque sea un mensaje minimalista. Incluso cometí la tontería de poner en WhatsApp una foto de las que yo creo es la más bonita. Mi cuerpo completo no se ve bien, solo mi rostro, pero no traigo lentes. El dia de la foto Gina insistió en delinearme los ojos de la parte de arriba. El famoso Cat Eye, por suerte el resultado fue bueno. Recuerdo que ese dia amanecí de buen humor e incluso me solté el cabello, cosa que nunca hago. Este esta un poco largo y con el reflejo del amanecer en una de las ventanas la foto fue perfecta.
Esa fue la que puse, esperando como mensa que el me contactara. Pero no fue asi. Ni una llamada, ni un mensaje, nada.
Gina dice que tenga paciencia, pero en el fondo no pude evitar emocionarme cuando el ha sido el primer hombre que me habló y me preguntó incluso que me pasaba. Eso hizo que mi corazón se acelerará, pero ya veo que no pasará nada más.

Tres semanas......, tres benditas semanas en las que he estado cargada de trabajo con el nuevo lanzamiento de otro ejemplar. El último no tuvo las ventas que hubiésemos querido, yo opino que es porque siempre ponen lo mismo. Tengo muchas ideas en la cabeza para mejorar y cambiar algunos artículos de la revista que a mi parecer ya no son de interés. Pero como siempre mi cobardía es mas fuerte y no se las digo a Don Leandro.

Mis problemas han seguido. Claro está que los chismes sobre mi platica con el hijo del dueño iban a ser la comidilla de varios dias y asi fue.
Al dia siguiente de mi encuentro con el, Ana me interceptó en los baños de personal y me dijo lo típico que se le puede decir a una gorda. Que el jamás se fijaría en mi por que yo era un cerdo asqueroso y además una rana miope. Y mas cosas que hicieron que ese y tres dias mas no probara bocado alguno. Al cuarto día no pude resistir más y me di un atracón de comida mexicana que al final termine aventando en el excusado.

La semana siguiente todo se tranquilizo un poco. Al menos se les olvidó lo de haberme visto con el hijo del dueño, pero mis emociones han estado sumamente difíciles. No he hablado con mis padres desde hace un buen tiempo y estoy muy triste por eso. Se que no esta bien que me aleje asi de ellos y ni siquiera me comunique por teléfono, pero para qué, si siempre termino escuchando las mismas ofensas denigrantes de mi madre. Pero hoy tal vez les llame, ya es tiempo de empezar a enfrentar mis miedos.

Hoy es viernes, no hubo mucho trabajo pero por si acaso adelanté un poco para el lunes. Don Leandro ha estado un poco serio, no me explico por qué, tal vez tenga problemas con Oliver. Mas de una vez he reprimido el impulso de preguntarle por él,no seria de buena educación y además le tendría que dar explicaciones sobre por qué lo conozco.
La tarde llega rápido y le mando un mensaje a Gina para avisarle que ya salí y que la espero en casa.

Me despido de Don Leandro y este con la amabilidad de siempre me dice que nos vemos el lunes.

Los diez minutos de recorrido hasta mi casa se me hacen eternos. No se por qué pero para mi desgracia extraño verlo. Esa platica que tuvimos fue tan sencilla pero a la vez muy importante para mi al menos. Por primera vez una persona del sexo masculino me miro a los ojos por largo rato, como si quisiera descifrar cada pensamiento que hay en mi cabeza solo con una mirada.

He dicho que me cae mal y lo sigo diciendo. Pero estos días que no lo he visto, no he podido evitar pensar en que tal vez podamos ser amigos.
Quiero eso, ya es tiempo de que salga de estas cuatro paredes. Los episodios de depresión son cada vez mas frecuentes y eso me lleva otra vez a los mismos pensamientos negativos de siempre. Con el me sentí tranquila, aun cuando su pinta de patán no se la quita nadie.
Oliver tiene una enigmática forma de dirigirse a las personas, pero me hizo sentir bien. Aun a pesar de las miradas recelosas de los demás.