POLOS OPUESTOS.

24:Mi Pasado.

-Creo que mejor los dejamos solos. - escucho la voz de Alex. Oliver y yo nos separamos con una sonrisa.
Sus mejillas se tornan un poco rojas y rio por eso. Creo que no soy la única que muere de nervios.

Sus padres me dan un tierno abrazo y lo noto incómodo por eso, pero son mis jefes y aunque se que su relación fraternal con ellos es mala, no por eso voy hacerles mala cara.
Los demás se despiden poco a poco. Muero de ansias por estar con él a solas, y no porque necesito tenerlo dentro de mi, bueno en parte eso es lo que mas quisiera, pero se qur no se puede, así que lo único que quiero hacer en este momento es hablar con él sobre todo lo que tengo guardado y dejar que todo eso se vaya. Si después creo que es necesario buscar un especialista lo haré, pero si siento que hablar con él me hace igual de bien, creo que tendré mi propio psicólogo.
Al final solo quedamos el y yo sentados en el sofá con Bombón en mi regazo.

-Creo que te extraño....-dice en un susurro mientras ve con recitencia a mi gata sobarse en mi mano.

-Yo también a ella, pero mas te extrañé a ti.... - volteo mi rostro hacia su lado y le doy un pequeño beso.
El responde y un gemido involuntario se escapa de mi. Creo que tenemos que detenernos si no terminaremos en la cama, no importa mi condición. -... Tenemos que hablar...
Se detiene al instante y me mira fijamente...

-¿Que sucede?. - su voz es seria y parece tener miedo, pero la que estoy temblando soy yo. No va ser feliz decir todo de mi, pero tengo que hacerlo. Si quiero estar bien tengo que hacerlo.

-Solo escuchame sin decir nada, ¿ok?. - asiente mientras toma mis manos. Estamos solos, pero tengo pánico a hablar. Solo tengo que ser valiente.... Mucho, tal vez.
Me pongo de pie y lo dirijo hasta mi habitación. Ahí fue donde el me contó su pasado, ahí es donde hicimos el amor después de eso y ahí es donde le contaré yo también todo de mi.

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Una taza humeante de té de canela esta frente a mi y sigo temblando por que no se por donde empezar.

-Te escucho.... - me dice Oliver mientras se sienta frente a mi en la cama. Me arropa con la cobija y aunque la herida me molesta un poco, es lindo estar así.
"Ok....., aquí voy."

-Te preguntarás porque jamás hablo de mi familia..... La verdad es que mi relación con ellos es nula. Desde hace seis meses que no hablamos y ni ellos ni yo hacemos nada para mejorar todo, pero siempre he creído que no tiene caso. Mis padres y yo siempre nos hemos comportado como extraños.
Desde pequeña mi madre me golpeaba hasta el cansancio. ¿Por qué razón?..... Nunca lo supe. Tal vez porque hubiera querido quedarse soltera por siempre y andar con varios hombres a la vez...., pero el caso es que termino embarazada de mi y tuvo que tenerme. Solo que siempre me iba cobrar ese pequeño error del destino.
Siempre sufrí de burlas y acoso en la escuela, hasta el día de hoy soy gorda y eso siempre ha tenido que ver en que jamás pueda relacionarme con el mundo a mi alrededor. Cada vez que alguien me decía una palabra ofensiva sobre mi aspecto, respondía con un golpe y este a su vez era una queja de los maestros en mi casa. Me convertí en alguien violento y cuando llegaba a casa, en lugar de hablar conmigo sobre lo que sentía o pensaba, lo único que recibía eran más golpes y simplemente dejaba que pasara. Ahí perdía toda la valentía que demostraba en las calles, mi madre siempre me atemorizo y a medida que fue pasando el tiempo y los golpes cada vez eran mas seguidos pues mi miedo también era cada día más fuerte.
Tenía un hermano pequeño, un hermoso angelito que se llamaba Charlie, siempre supe que no era hijo de mi padre porque mi madre a él lo adoraba con todas sus fuerzas. Yo no le tenía envidia, simplemente me dolía ver que yo jamás iba recibir ese cariño por parte de ella igual al que le profesaba a mi hermano... - hago una pausa de unos segundos mientras bebo de mi té. Esta parte de mi vida es una de las que no quiero recordar, por eso es difícil decirla.