POLOS OPUESTOS.

23:Enfrentar La Verdad .

*ALLISSON *

Despierto con una luz blanca cegadora sobre mis ojos. Necesito mis lentes justo ahora.
Siento una punzada de dolor en mi antebrazo derecho y cuando me incorporo me encuentro con una via intravenosa puesta en mi brazo y por ella pasa un líquido transparente que cuelga de una bolsa de plástico colgada de un gancho a un costado de mi cabeza.
Me siento fatal y el estómago me sigue doliendo. Además estoy desnuda como dios me trajo al mundo y eso es sumamente incómodo.
Intento levantarme pero un dolor en el costado inferior derecho de mi abdomen me impide hacerlo. Aparto la bata y veo una venda que cubre todo el alrededor de mi abdomen.
No se que pasa y tengo mucho miedo. Además odio los hospitales y me frustra no recordar nada de lo que sucedió. No se como llegué aquí y no se que me hicieron en mi panza. Con dolor me pongo de pie y me bajo de la cama.... Quito el parche que sujeta la via del suero y apretando los dientes me lo arranco con fuerza. Rápidamente la sangre sale y me sujeto la vena con mi mano. Camino un poco intentando salir del cuarto. Quiero irme de aquí, esto me trae malos recuerdos, por favor..., que alguien me ayude a salir de aquí.

Llego a rastras hasta la puerta pero antes de poder salir una enfermera vestida de blanco entra empujando un carrito lleno de medicamentos.

-¡Señorita.! ¿Pero que ha hecho?..... ¡Auxilio!... - grita desesperada mientras corre por el pasillo. Vuelve a los pocos segundos e intenta levantarme, varias enfermeras más llegan junto con un doctor que a pesar de mis súplicas me suben de nuevo a la cama y colocan un parche en mi vena que chorrea sangre.
No se que me inyectan pero siento mis párpados pesados y lo último que veo es al doctor que revisa mi abdomen y ya no se mas de mi.

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No se cuanto tiempo ha pasado, pero hay un ambiente blanco a mi alrededor. Como una habitación completamente cubierta de un mar de leche. Se que estoy soñando porque llevo solo una de mis pijamas puestas.

-¡Allisson!..... - escucho mi nombre a lo lejos y de inmediato reconozco la voz.

-Charlie.... ¿Eres tú? ¿Donde estás?. - corro llamándolo pero parece que esto blanco no tiene fin.

Escucho sus pequeños pasos pasar junto a mi, no me da miedo. Hace mucho que no lo escuchaba, lo necesitaba tanto.

-¡Charlie, ven aquí!..... Por favor, no te vayas......, por favor..... Ven aquí.... - me detengo y me dejo caer en el suelo blanco.

Lloro porque lo necesito tanto. Lo extraño mucho y siempre voy a culparme por lo que le pasó.
Su manita se posa en mi hombro y lentamente me doy la vuelta. No tengo miedo a encontrarme con un espectro como describen siempre a los seres del más allá. Se lo que voy encontrar. Su cuerpo no ha cambiado, pero cada vez que lo veo me habla con la madurez propia de un joven que debería ser si viviera.

-Hermanita..... - su rostro pálido me recibe con un cariño que solo los dos compartemos.

-Charlie...... Estas aquí. - el asiente mientras me da un abrazo que aunque se que se siente frío me da calidez en medio de todo.

-Aquí estoy.... Sabes que siempre estoy aquí... -

-¿Por qué ya no habias vuelto.? - mis lágrimas salen y resbalan por mi mejilla.

-Sabes que no siempre nos podemos ver. Pero hoy estoy aquí porque quiero pedirte algo.... - su mirada de ternura me llena de paz.