Capítulo 15

5 1 0
                                    

Llego a casa de Ágata, son nueve de la noche. Hemos decidido que nos arreglaremos para salir aquí y cuando terminemos ir a Sweet; nuestro cuerpo y nuestra mente solicitan a gritos fiesta. Yo voy decidida a terminar con Alex, debido a que sé que él estará allí esta noche. Lo de Ágata es diferente porque ella ya da por terminada su relación con Ángel.
Vamos llegando al parque, hemos quedado de encontrarnos con Javier allí, el viene siendo como nuestro “nano”. Hemos llegado y ya Javier está esperando por nosotras. Yo al verlo me lanzo a su cuello y lo abrazo, él me devuelve el gesto; es indudable el cariño desmedido que sentimos el uno por el otro, es uno de mis grandes amigos. Javier saluda a Ágata con un beso en la mejilla y empezamos a conversar pero veo que Ágata abre los ojos de forma tal que se le quieren salir de su cavidad orbitaria, está mirando por detrás de mí; me volteo y para mi sorpresa han llegado Ángel y Alexander. Nos están mirando mientras caminan hacia nosotras. Alex se acerca a mí he intenta besarme en los labios, pero soy más rápida, logro escabullirme y solo logra darme un beso en la mejilla. Ja ja ja, Caro 1-Alex 0. Ángel ni siquiera intenta acercarse a Ágata, sabe que si lo hace es hombre muerto. Miro a Alex y veo que no es capaz de comprender qué sucede, pero yo no tengo ni la más mínima intención de dar explicaciones tampoco. Javier rompe la tensión del momento y nos propone ir a una sala de juegos de mesa a pasar la noche. Uff esto cambia todo, ya no iremos a Sweet, estaremos en una sala de juegos de mesa, eso significa que si Alex dice que si tendré que mirarle la cara toda la noche; bueno, no todo es malo, sino le dirijo la palabra quizás recapacite un poco.
-Si- digo impulsiva, Ágata y yo nos apuntamos al plan
-Pues nosotros también-dice Alex con una mirada retadora
Este no sabe que tiene los las horas de vida contadas.
Nos ponemos en marcha. Por el camino nosotras estamos delante y ellos siguiéndonos los pasos. De un momento a otro Ágata desaparece de mi lado y se sitúa Alex, este se está rifando una patada en la cara. Javier nos pide disculpas y nos dice que en unos minutos se reunirá con nosotros pero que debe hacer algo antes. Eso es una excusa bastante barata para lograr que estos dos tontos logren arreglar todo lo que han hecho, o lo que no han hecho.
Quedamos solos los cuatro caminando pero cuando me volteo en dirección a Ágata y Ángel, me percato que se han quedado atrás. Esto no me gusta, esto significa que voy a tener que hablar y eso no entraba en mis planes, la idea de tener que hablar con él me aterra; me siento fuerte pero sé que si me pide que hable toda la seguridad que llevo conmigo se irá por la borda. Como lo intuía se acerca a mí, me toma del brazo y me lleva hasta la entrada de una casa y nos sentamos. Comienza a hablar y me dice:

-No entiendo nada de lo que está pasando, llegué al parque y dos personas me preguntaron que si estabamos separados, lo cual me tomó por sorpresa
-¿Cuál es el motivo de la sorpresa?
-¿Estas actuando así por los mensajes de ayer? ¿por el tiempo que te dije?
-¿Qué crees?
-Caro me tienes que entender, las cosas en mi casa no están para nada bien, todos los días es un tema diferente, además, lo malinterpretastes todo, es verdad que te pedí un tiempo pero no para estar separado de ti, es para que las cosas tomen su lugar.
Me mantengo callada, estoy analizando todo lo que me ha explicado, aunque sé que nada de lo que me diga es justificación a las actitudes que ha tenido durante este tiempo. ¿Qué más da?, ¿quién no se ha sentido presionado alguna vez por situaciones de su entorno?. Si, así es el amor de ciego, dispuesto a perdonar cualquier cosa por más grave que sea. Pero todo esto me lo callo, quiero torturarlo un poco más, quiero que se sienta mal.
-Dime algo, dame un puñetazo, botame, no sé, has algo por favor, no me tortures más
-Mira te voy a ser sincera, nadie quiere que yo siga contigo, tus actitudes no son las correctas, no te das cuenta de absolutamente nada
-¿Quién no quiere que sigamos juntos?
-Ninguna de mis amigas, mis primas, en fin todos los que conocen nuestra historia
-A mí no me interesa ninguno de ellos, quien me interesa eres tú
No puedo reprimir una risa sarcástica. Veo la cara de molestia de Alex, se que está molesto a grado superlativo:
-No te rías sarcásticamente, sabes que me molesta.
-De acuerdo
Han pasado cerca de veinte minutos, que para mí han sido interminables. Alex intenta acariciarme pero me alejo, sé que si continúa haciéndolo logrará que ceda, por eso lo quiero a distancia. Alex desesperado me mira y me dice:
-¿Me das una respuesta?
-¿Qué quieres que te diga?
-Que sí, Caro yo quiero que me entiendas
-Sí
-¿En serio?- era claro que él pensaba que yo no lo perdonaría
-Sí, te estoy diciendo que sí voy a seguir contigo
Se acerca para besarme pero lo evado. Así no se hacen estas cosas, a partir de ahora el ritmo lo pongo yo. Me pongo de pie y él tamnbién lo hace al verme. Voy caminando en dirección a Ágata y Ángel, siento que Alex me toma del brazo, me gira y me acerca a su pecho. ¿Por qué a mí?, ¿por qué me hace esto?.
-Quiero que me entiendas, quiero que sepas que eres súper importante para mí. Yo te amo Caro, te amo como nunca llegué a pensar que podría. Yo quiero estar contigo, me encantas, me gustas, no lo dudes por favor.
Toda la coraza que yo había logrado construir está hecha añicos. ¿Qué puedo hacer?, lo que siento por él es mucho más fuerte que mi orgullo y mira que mi orgullo es grande. Permanecemos abrazados unos minutos y siento que se acerca alguien; son Ágata y Ángel, los que ya actúan de forma natural, al parecer todo sus malentendidos los han podido arreglar. Decidimos ir a Starbucks, no es muy lejos del parque, así que decidimos ir hacia allá. Ellos van delante de nosotras, se me ocurre una idea y se la comento a mi prima:
-Vamos a escondernos de estos
-Vamos
Nos vamos corriendo hasta una zona oscura donde seguro que no nos encuentran. Vemos que pasa algo de tiempo y ellos no aparecen, así que decidimos salir. Vamos en su búsqueda y nos sorprendemos al ver que no están por los alrededores, cuando estamos ya cansadas de buscar nos los topamos caminando en nuestra dirección.
-Hemos caminado por todos los contornos buscándolas- dice Ángel
-El objetivo era que nos buscaran- respondo
-Vamos y no inventen más- dice Alex
-¿Vamos a Starbucks?- pregunta Ágata
-Bueno, estamos en frente si no se han percatado- responde Ángel
Ufff es cierto, estamos en frente. Que tontería la de nosotras. Así que decidimos entrar y nos sentamos en una de las mesas. Hicimos nuestro pedido y entre bromas, risas e historias pasamos una noche verdaderamente agradable como hacía mucho tiempo no pasábamos.

Vive mi vida conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora