Capítulo 33

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-Brittany no corras más- grita Paola mientras corre detrás de mi pequeña por todo el lobby del hotel.
-TÍÍÍÍAAAA PAODA YO QUELO CODER!!!!- grita en jerigonza desde su coche mi pequeño Ian
-¡Caro ayúdame!- pide Pao mientras intenta alcanzar a Britt
-Ahora te las arreglas, quien te manda a ser la madrina, ese maletín es todo tuyo- me burlo
-Amor, no seas así- me susurra Carlos
-BRITTANY PAOLA- sentencio
-Sí mami- se detiene justo en frente de mí con una mirada pícara
-Britt deja descansar a tu tía unos minutos, luego sigues amargándole la existencia, ¿de acuerdo?
-Sí mami- asiente mi niña y va directo hacia su hermanito
-Gracias, muy original eso de “luego sigues amargándole la existencia a tu tía”- me dice Paola
-Sabes que si no, jamás te hubiera dejado tranquila y hubieran seguido hasta que estuvieras en el piso necesitando que llamáramos a urgencias
-Muy graciosa
-No empiecen, que las conozco- interviene Carlos
-TÍÍÍAAAA!!! PAODAAAA!!!!- grita Ian desde su coche para llamar la atención de Pao
-Dime mi pelusón- le dice ella acercándose a su cochecito
-Quiedo Late- refiriéndose a que quiere chocolate.
Paola hice el intento de darle una barra que lleva en el bolso, pero en ese justo momento aparece Verónica y se lo quita de la mano, a esta se lo quita Angie, luego Jose Ángel, en eso aparece Hugo quien se lo arrebata y así se lo van sorteando como una papa caliente; hasta que un grito los saca de su jueguecillo infantil, es mi pequeñín. Ya lo han hecho llorar.
-YO QUIEDO LATEEEEEE!!!!!!- llora desconsoladamente
Automáticamente todos vuelven a retomar sus edades correspondientes, Nico va y le quita de un tirón la barra de chocolate a Hugo y se la da a Ian, quien deja de llorar al instante.
-Sí que son infantiles ustedes- dice mi Britt, lo cual causa un estallido de carcajadas por parte de todos
Minutos después nos entregan las llaves de nuestras habitaciones, todas están en el mismo piso. La habitación 324 es la de Vero y Nico, la 326 de Angie y Jose Ángel, la 329 de Paola y Hugo con los niños debido a que así lo habíamos acordado; mientras que la habitación de nosotros es la 332.
Todos salimos del elevador y vamos en búsqueda de nuestras habitaciones, hemos acordado vernos frente al elevador en treinta minutos para ir a recorrer el hotel. Cuando abro la puerta de mi habitación me quedo con cara de “no me lo puedo creer” al igual que Carlos.
-Oh my god!- logro articular
-¿Pasamos o nos quedamos todo el día mirándola desde aquí?- me susurra mi esposo
-Amor, esto es increíble, parece una habitación de las pelis que ve Britt- digo entusiasmada mientras me adentro en la habitación con las maletas
Es maravillosa, más que una habitación parece una casa. Hay un gran sofá frente a un súper televisor pantalla plana el cual está pegado a la pared; a tres metros del sofá una enorme cama llena de almohadas blancas con cabecero acolchonado del mismo color, dos pequeñas mesas de noche barnizadas y talladas con un estilo exquisito a cada lado, sobre las cuales se están dos lámparas pequeñas, a la derecha de la cama hay una puerta que da paso a un gran balcón con vistas al mar, algo realmente mágico; mientras que a nuestra izquierda hay un pequeño pasillo que da acceso a dos puertas, una de ellas conduce al enorme y lujoso baño, mientras que la otra da a los vestidores, donde hay un enorme espejo que abarca toda una pared, lo cual traerá problemas si la habitación de Paola no tiene uno igual, recordemos su fascinación por observarse; aún se están analizando las causas, pero creemos que fue debido a la película de Blanca Nieves y la envidiosa bruja.
-Amor gracias por traerme a este lugar tan hermoso-digo mientras deposito un casto beso en sus labios
-Te mereces esto y mucho más mi amor, te amo
-Yo más- y lo vuelvo a besar
-Vamos sacar la ropa de las maletas antes de que vengan los demás a tumbarnos la puerta, recuerda que acordamos vernos en media hora y seguro que los peques se están encargando de que a sus tíos no les queden ganas de decir que se van a quedar en la misma habitación con ellos jamás- me dice Carlos con una gran sonrisa dibujada en el rostro
-Teníamos que haber acordado un poco más tarde, me da lástima dejar esta cama sola, ¿no crees?- digo con un toque de picardía
-No tientes a la suerte
-Sabes que me encanta tentarla- le digo mientras le beso el cuello
En este preciso instante se oye un gran estruendo
-MAMIIIIII!!!- es Britt golpeando la puerta
-Carooooo!!!- ¿y quién más sino?, Paola y su linda costumbre de aparecer cuando menos debe
Esto hace que estallemos a carcajadas, definitivamente hasta que no anochezca y todos estén dormidos esta cama estará totalmente sola. Me dirijo hacia la puerta y la abro. Ahí está mi niña hermosa de ojos grandes y piel morena, es un cuño de su padre pero esos ojazos son míos.
-Dime mi princesa hermosa- le digo poniéndome de cuclillas para estar a su nivel
-Mami, ¿puedo ir con mis tías de tiendas?- me dice haciéndome ojitos
-Por supuesto cariño, pero no te puedes separar ni un segundo de ellas, ¿está bien?, entra y dale un beso a tu papi
-Sí mami- Britt asiente y pasa corriendo a la habitación en busca de su padre
-Ven acá demonio en cuerpo de persona- le digo a Paola mientras me pongo de pie-¿no se suponía que nos veíamos en media hora para recorrer juntos el hotel?
-Sí, pero todos pensamos que ustedes querrían su espacio. Además ya habrá tiempo para ver el hotel, las tiendas son más importantes
-¿Ya vas a comenzar a acabar con la tarjeta de crédito de Hugo?
-Estamos de vacaciones, es justificado, ¿no?
-Bueno ustedes sabrán. ¿Dónde está Ian?, lo extraño- digo haciendo un puchero
-Tú no te preocupes que se quedó dormido y se quedará en la habitación con Hugo, cuando se despierte te lo traemos
-Please si llora me lo traes enseguida ¿sí?
-Deja de preocuparte, ni que estuviéramos a 1600 millas. Que exagerada eres
-Exagerada no. El día que seas madre te tocará entender. Por cierto ¿en tu habitación hay espejo?
-Un espejo no, un espejazo. Menudo gusto el que me voy a dar, ni te cuento la cantidad de cosas que me pasan por la mente
-Mejor ni me las cuentes, ya me estoy arrepintiendo de haberme dejado convencer para que los niños se quedaran con ustedes
-Tranquila y no seas exagerada. Recuerda que yo soy responsable cuando me lo propongo
-Que eso es un cinco por ciento del total de veces
-Cualquiera que te oye. Yo no seré muy responsable pero creo que aunque sea de mal ejemplo sirvo ¿no?
-Mejor no sigas hablando que lo empeoras. ¿No vas a pasar?
-Ya que lo mencionas
Y sin más preámbulo pasaron al interior de la habitación
-Pero si es igualita a la mía, solo que en la mía hay dos camitas personales a parte de la matrimonial- dice Paola mientras chequea todo a su alrededor
-Cuñada, ¿qué demonios haces aquí?- le dice Carlos con una enorme sonrisa mientras carga a nuestra hija
-Traerte a tu enana para que les pidiera permiso. Sabes que ella no pierde la costumbre de hacerlo aunque vaya con nosotras
-Y hace muy bien. Así es mi princesa- le dice Carlos a Britt y le da un beso en la cien
-Pues nosotras nos vamos a hacer cosas de chicas y ustedes a lo suyo. Despídete Britt, luego volvemos a molestar un rato más- le dice Paola a Britt
-Adiós papi- dice Britt dándole un beso
-Adiós mami- me dice mientras me da un beso en la mejilla y se va con Paola
Así, nos quedamos solos en la habitación, con un bello día adornado por un lindo y caliente sol, aunque en este momento, como es de predecir el sol no es lo único a altas temperaturas.

Vive mi vida conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora