Capítulo 8

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Llego a casa de Ana, me ha invitado a pasar la noche, ya nos llamamos primas a donde quiera que vamos. Cuando llego todos en la casa me reciben de una forma muy calurosa, la familia de Ana es muy agradable. Rápidamente Luciana coge mis pertenencias y las lleva a la habitación de Ana para acomodarme, ahí dormiremos Ana y yo.
Unos minutos después Ana me propone ir al parque a sentarnos un rato, solo queda a unas cuadras de aquí, y accedo. Por el camino pasamos en busca de Vali mi mejor amigo, Andrea y mi prima Ágata. En nuestro trayecto nos cruzamos con Alexander, lo he visto varias veces últimamente, y además se integró a nuestro grupo.
Llegamos a nuestro destino y tomamos asientos en uno de los bancos del parque. Pasan dos horas hasta que llega Alexander y se acerca al grupo. No puedo disimular, evidentemente me atrae brutalmente, pero soy incapaz de decir algo. Veo como toma asiento a mi lado, en este justo momento quiero hacer como los avestruces y enterrar la cabeza tres metros bajo tierra. Hago como si nada pasara y sigo conversando con Vali. Cuando comienza a caer la noche decidimos que debemos irnos para tener el tiempo suficiente para podernos preparar para la fiesta que nos espera esta noche

Llegamos a casa de Ana y llamo a mi otro mejor amigo, se llama Javier. Un tono, dos, tres...
-¿Qué quieres?- me responde tan cariñoso como siempre
-Engendro, ¿a qué hora pasas por nosotras?- brota el cariño entre nosotros.
-Pues a las 10:30 necesito que estén listas- responde
-Nos vemos- y le cuelgo
Me pongo en marcha con todo lo que tengo que hacer.
Son las 9:45 y los chillidos de Ana se sienten desde la cocina
-Caro apurate que Javier viene a buscarnos a las 10:30
-Ya casi estoy lista- le anuncio, ciertamente ni he comenzado a arreglarme, hoy muero, no por mí, sino porque Ana me va a matar cuando vea que no me he arreglado
-¡Si!... ¿no me digas?, si ni siquiera te has vestido- me dice Ana un poco disgustada cuando aparece en la habitación, y me encuentra con el pijama aún puesto
- No te preocupes, enseguida termino
Ya son las 10:15 Javier nos llamo y nos dice que no puede pasar a recogernos, ni siquiera me molesto, Ana llama a Jace, su nuevo novio y le pide que nos pase a recoger, este accede.
Son las 10:30 después de tantas trabas entre el maquillaje, la ropa y los zapatos,estoy totalmente preparada para la noche. Llevo un vestido negro de tirantes anchos, unos tenis blancos y dorados, una cartera blanca, maquillaje resaltante, pero no escandaloso(rimel, eyeliner, perfilador de ojos y sus labios con un marrón intenso). Ana va con una blusa verde ajustada, unos jeans y unas sandalias del mismo color de su blusa. Estamos de impacto, o por la menos eso nos dice Jace al llegar.
-¿Nos vamos?- pregunta Jace
-¿A qué esperamos?- decimos al unísono
Comenzamos a andar, para ir en busca de mi prima Ágata, que nos espera en su casa junto a Andrea y Angel, para luego seguir nuestro recorrido hasta casa de Franco donde estan Rosalia y Dianne esperándonos.
Llegamos a casa de Ágata todo está a oscuras y no hay nadie, así que nos dirigimos hacia casa de Andrea pues deben estar allí. Cuando tocamos la puerta sale Andrea a atendernos con el cepillo enganchado en el pelo, evidentemente se está peinando, a su lado está Ágata pero Angel no ha llegado.
- Pasa- me dice a la vez que entra al cuarto
- Me voy- me dice Ana antes de que yo entre a la sala de estar de casa de Andrea -Cuando vayan a entrar a la fiesta nos llaman
-Cuenta con ello- le digo
Y sin más ella y Jace se marchan.

A los pocos minutos tocan el timbre de la casa, salimos las tres a ver quien es. Al otro lado de la puerta están Alexander, Danilo, Javier y Vali, todos muy bien vestidos. En ese momento visualizo bien a mi objetivo, está de muerte, en el buen sentido, eh. Va con una camisa de vestir azul, unos jeans ajustados y unos tenis. No puede ser más perfecto. Javier hace que salga de mi bobo estado:
-¿ Vas con nosotros a buscar a Rosalia y a Dianne?
-Vamos, así estos dos personajes terminan de acicalarse- digo refiriéndome a Ágata y a Andrea.

Llegamos a casa de Franco, quien nos abre la puerta y nos invita a pasar, entro en la habitación en la que están mism amigas Rosalía y Dianne, se están termiando de arreglar, ambas llevan vestidos negros ajustados, tenis y bien maquilladas, con sus cabellos recogidos para resaltar los modelos de sus atuendos. Cuando se percatan de mi presencia se lanzan hacia mi y me llenan de besos y abrazos, hace largo tiempo que no nos vemos. Ellas terminan y salimos, saludan a todos los que se encontraban en la sala y después de tantos saludos decidimos que es hora de encaminarnos hacia la plaza, que es donde  se hará la fiesta a la que vamos, en el camino recogemos a los que faltan, excepto a Ana y Jace que evidentemente estaban demasiado ocupados como para aparecer.

La noche transcurre maravillosamente, pero no puedo dejar de mirar a Alexander, pero él parece no percatarse de que lo hago. Sigo bailando junto a mis amigos, me divierto, río, disfruto como hace largo tiempo no lo hago. Miro el reloj de mi teléfono y veo que son las 3:30 de la mañana, cuando miro a mi izquierda veo a Ana con una sonrisa un poco extraña en su rostro, esta tiene más alcohol en el cuerpo en estos momentos que sangre. Me pide que la acompañe a buscar a su primo que estaba un poco más atrás de donde estamos nosotras y la acompaño. Al dar unos pocos pasos lo encontramos, pero ahí está Alexander con su aspecto de chico malo, pero más bueno que el pan. Voy a aprovecharme del estado de embriaguez de Ana, espero esto no traiga consecuencias.
-¿Ana, por qué no te tomas una foto con Alexander?- sugiero
-Pues no se diga más- me dice Ana arrastrando las palabras y sin pensarlo se para junto a él.
Él algo extrañado deja que yo les tome la foto. Caro esta es tu oportunidad.
-¿Ana, me tomas una foto junto a él?- pregunto y él me mira de forma indescifrable
Ana toma mi teléfono y yo me pongo junto a Alexander, este se para detrás de mí, me rodea con sus brazos, coloca su mejilla junto a la mía. Me siento desfallecer, no puedo creerlo. Siento su respiración en mi oído, no puedo,esto es más fuerte que yo.
Pero cuando Ana termina de tomar la foto me suelta y se marcha.
Segundos después la fiesta se da por teminada y el grupo de amigos se volve a reunir. Nos encaminamos al parque y nos sentamos todos juntos. Comenzamos a hablar, tomarnos fotos, reírnos, a cantar, pésimo que cantamos todos, pero a cantar.
A mi derecha está Alexander, que extrañamente ha hablado conmigo bastante desde que llegamos aquí al parque. Saco mi teléfono y Alexander me pregunta de qué compañía es:
-Un Samsung Galaxy Core Prime
-El mío puede ser el padre del tuyo-me dice colocando el mío sobre el de él, hace que se vea diminuto.
-¿Cuál es tu clave?- me pregunta
Algo extrañada le pongo el patrón para desbloquerlo y se lo doy. Veo que va directo a los contactos y deja su número registrado. Ahora sí, que llamen a la funeria para que programen el próximo velorio, de esta me muero. Pero no me dice nada, solo me devuelve mi teléfono y hace como si nada. Yo no entiendo pero decido que la curiosidad me carcoma antes de decir una palabra.

Vive mi vida conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora