Capítulo 25

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Dos años después…
Ya he culminado mi carrera de Medicina, ya soy doctora, ha sido un trabajo realmente duro, pero el esfuerzo no ha sido en vano, todo tiene un resultado satisfactorio al fin y al cabo. Mis amigas hace dos  años que se graduaron y están trabajando; Paola trabaja junto a Hugo en el bufete en él que este trabaja desde que se graduó; Angie está trabajando como profesora de Arte para niños, dando clases de pintura; Verónica trabaja en el mismo hospital en el que trabajo, es uno de los mejores hospitales de aquí de Miami, estamos trabajando atendiendo a niños en el Holtz Childre´ns Hospital. Todas hemos seguido con nuestras parejas; se ha vuelto tradición que hagamos planes de salida para los ocho, principalmente los fines de semana porque durante la semana no tenemos mucho tiempo libre con nuestros trabajos.
Al principio de mi reconciliación con Carlos la situación no fue para nada sencilla, puesto a que mi padre no estaba muy de acuerdo, era una situación al más puro estilo de la película Why Him? La que protagoniza James Franco, no podría asociar todo lo que ocurrió con una peli que no fuera esa. Carlos era el primer chico que presentaba oficialmente a mi familia, creo que pensaban que yo era del bando contrario. A mi padre le costó un poco adaptarse a la idea pero hoy se lleva genial con Carlos, es probable que dentro de poco lo adopte y me saque a mí de la casa. Jajaja. Mi mamá lo adora, es su niño consentido, le ha tomado un gran cariño, la verdad es que su personalidad encanta a todos. La familia  de Carlos es un amor, mi suegra es una persona maravillosa, totalmente cariñosa y amable conmigo, le he tomado mucho cariño.
Alguna que otra noche me quedo en casa de Carlos, pero a pesar de que me ha pedido que me mude con él, no me decido, no quiero dejar solos a mis padres, sé que se tienen el uno al otro pero aún me cuesta separarme de ellos, son solo cinco calles pero debo hacerlo poco a poco para que todos nos adaptemos a la idea. Lo cierto es que las cosas van extraordinariamente bien.

Hoy es 25 de julio, cumpleaños número 24 de Paola y hemos decidido que cenaremos las cuatro parejas para celebrarlo en un restaurante de comida italiana, debido a que es la comida favorita de la homenajeada, Carlos es quien se ha encargado de la reservación, lo cual no ha tomado por sorpresa a nadie, debido a que se ha convertido en gran amigo de Paola, se defienden el uno al otro como hermanos.
-Espero que te la estes pasando genial- le dice Carlos a Paola
-Claro mi cuñi, ¿qué más podría pedirle a la vida?, los tengo a todos aquí. Mis padres me regalaron el viaje a Grecia que tanto quería. La verdad es que no me puedo quejar-explica esta
-Hija pero que baratos son tus deseos- se burla Angie
-En eso estoy de acuerdo, ¿recuerdas el viaje a Hawai que le pedistes a tu madre el año en que nos graduamos?, la verdad es que se te fue la cabeza- digo recordando aquel momento, a la madre de Pao le causó tanta gracia que le entró el hipo.
-Con intentar nada se pierde, ¿no crees?. Además es un sueño frustrado que tengo- explica- Tati prometeme que el día que nos casemos nuestra luna de miel será allí- le dice esta a Hugo haciendole ojitos, él al oir lo que le platea se atraganta con el bocado que mastica lo que provoca una carcajada múltiple por parte de todos nosotros.
Si algo está claro, es que nunca cambiará la forma de ser de estas personas que tengo junto a mí, son geniales, naturales, decididos y excelentes seres humanos; por eso me siento orgullosa de ser su amiga .
- Paola, sé que es tu cumpleaños pero tengo una sorpresa para todos, en especial para mi novia- dice Carlos mientras me mira a los ojos.
-Por Dios, dime que se trata de la cabaña que nos prometiste conseguir para las vacaciones- interviene Vero
-No se trata de eso- dice Carlos mientras se levanta de su silla y me pide que me ponga. No entiendo absolutamente nada pero hago lo que me pide, miro a los demás y veo que tampoco entienden nada, tienen cara de pescados en nevera, pero todo comienza a cobrar sentido cuando veo que Carlos inca una rodilla en el suelo y saca del bolsillo de su pantalón una pequeña caja roja en forma de rosa. No puedo evitar que los ojos se me llenen de lágrimas, mi sistema parásimpático se activa y estoy con el corazón que se me quiere salir del pecho, mis manos comienzan a sudar, mi boca se seca. Carlos me dice:

Vive mi vida conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora