Capítulo 29

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Algo me despierta, es un llanto, es mi pequeña, está llorando desconsoladamente y su padre está caminando de un lado a otro de la habitación meciéndola en brazos para intentar calmarla, pero parece que no surte efecto, ya es la hora de amamantarla.
-Menudos pulmones tiene- le digo a Carlos- amor, tráela, la voy a amamantar, seguro que tiene hambre
-Buenos días amor- me dice mi esposo mientras me pasa a nuestra pequeña, me besa y me sienta en el borde de la cama a mirar como amamanto a Britt.
-¿Dormiste bien?- le pregunto
-No he dormido, temía que algo sucediera, me pasé toda la noche mirándolas. Esta niña es como tú que cuando concilia el sueño ni una manada de elefantes las logra despertar- dijo él riéndose
-En eso tienes razón
Entran a la habitación mis suegros emocionados por conocer a su pequeña nieta. Me han traído un hermoso ramo de rosas rojas, al paso que vamos, si siguen regalándome flores esto en vez de parecer una habitación de hospital será más bien una florería. Mi suegra de acerca y me da un beso en la mejilla, mi suegro hace lo mismo. Luego saludan a su hijo y nos felicitan a ambos por ser padres.
Termino de amamantar a mi pequeña y se la doy a su abuela para que le saque los gases. Sus abuelos la miran embobados, la verdad es que es realmente adorable, ya abre más los ojos y a pesar de ser tan pequeñita es bien avispada. Mis suegros están un tiempo con nosotros pero se van porque tienen que ir a sus trabajos, han venido porque pidieron permiso para poder hacerlo. Saliendo ellos por la puerta entran Ana, Ágata y mi pequeña ojos claros, mi niñita consentida, mi Alyssa.
-Primi- me dice mi prima Ágata mientras me abraza- felicidades
-Permiso, que es mi turno- le dice Ana con mofa para que le de espacio- felicidades mi prima bella
-Gracias, estoy feliz de que hayan venido- les digo
-Madrina felicidades- me dice mi pequeña de ojos claros
-Gracias mi princesa, ahora vas a tener con quien jugar, solo tienes que esperar a que crezca un poco- le digo mientras acaricio su cabello
-Si madrina, es muy bueno tener con quien jugar, me gusta jugar- me dice mi Aly
-Amor, trae a la nena- le pido a mi esposo
Carlos se acerca con Britt en brazos y Ágata la carga. Las tres solo hablan de lo linda que es. Ágata y Ana debaten sobre a quien de nosotros se parece más.
Aly se acerca a mi y me pregunta
-¿Madrina, ahora que tienes una bebé, me vas a querer igual?
-Ven- le digo atrayéndola hacia mi pecho y abrazándola- por supuesto que te voy a querer igual, tú siempre has sido mi pequeña consentida, pero ahora voy a tener otra y tendré que darle también cariño pero hay para las dos, ¿está bien?- le digo mientras me mira con sus lindos ojos azules
-Te quiero- me dice.
Es imposible no quererla, es tan dulce, creo que el sentimiento de madre lo comencé a experimentar cuando esta pequeña llegó a nuestras vidas, que aunque no nació de mí, siempre ha sido mi pequeñita.
Están por un rato, hablamos sobre la pequeña Britt y poniéndonos un poco al día pero luego de unas horas se retiran. Me ha encantado que vinieran a verme.
Dos días después me dan el alta, luego de hacernos una serie de estudios a mi pequeña y a mí, los cuales demuestran que estamos en total estado de integridad.

Vive mi vida conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora