𝓔𝓵 𝓛𝓲𝓵𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓪𝓱𝓸𝓻𝓪 𝓮𝓼 𝓡𝓸𝓳𝓸 (Neji Hyūga)

29. Luz ~

"Que el viento se lleve consigo tus penas
Que nunca más te vea llorar
Que aquella luz te guíe en el camino difícil
Que te proteja cuando yo no esté a tu lado
Porque aún si me voy de aquí, te protegeré..."

   Recuerdo el momento en el que me di cuenta que Neji había ocupado parte de mi corazón. Aquel recuerdo quedaría grabado por siempre en mí.

~

   Mientras Neji salía de la casa Hyuga para ir a entrenar, Hiashi lo despedía.

- Ten cuidado, Neji. No regreses tarde.

- Sí - respondió tajante, dándole la espalda y yéndose sin más. Nunca había imaginado a Hiashi de esa forma, pero parecía que realmente se preocupaba por su sobrino, a quien parecía no caerle muy bien aquello.

Me miró serio y lo saludé con una sonrisa.

- Holis.

- ¿Por qué vienes a buscarme?

Bufé con pesar. Siempre me recibía con mal humor.

- Pensé que podríamos ir a entrenar - le contesté inflando mis mejillas, ofendida.

No dijo nada, sólo comenzó a caminar hacia el lugar de entrenamiento. Suspiré con resignación y lo seguí.

- ¿Dónde está Lee? - inquirió serio.

- Fue con Guy sensei a visitar a aquella ancianita que cocina el "curry de la vida".

- ¿Y Tenten?

- Dijo que era el cumpleaños de su madre.

- ¿Y tus amigos?

Fruncí mi ceño, comenzando a perder un poquito de mi paciencia.

- Si estás preguntando por qué te busqué a tí en vez de a alguien más, déjame decirte que ya me estoy arrepintiendo. Debería ir a buscar a Kiba, o a Chouji, que son más divertidos.

Me miró con desdén y aparté mi mirada de él.

- Pues vete y búscalos - espetó, intentando sonar indiferente. No le respondí nada, sólo seguí caminando a su lado sin mirarlo o hablarle.

  
   Cuando cruzábamos las calles de la aldea, nos topamos con una cabeza rosa muy familiar.

- ¡Sakura-chan!

   La nombrada se dió vuelta al oír su nombre y me dedicó una sonrisa a modo de saludo.

- ¿Qué haces en tu día libre? - le pregunté con cordialidad.

- Pues...

- Oye, Sakura, ¿No me vas a presentar a tus amigos? - dijo un señor detrás de ella con rostro amable.

   Sakura puso cara de quien no quiere la cosa.

- Ibi-chan, Neji-san, él es mi papá.

- ¡Un gusto, amigos de Sakura! - saludó con alegría y una sonrisa contagiosa. Neji le dedicó una reverencia con su cabeza, en silencio.