32. Canto de promesa de un ave ~

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  "Una alondra vuela cerca de mi ventana y se posa en el alféizar, llamándome con su canto a la hora del alba. El cielo está recién por amanecer, pero su color es lila.

   Abro mis ojos. La habitación está oscura, siendo iluminada únicamente por la luz tenue de una vela. Cuando me acerco al ave, ella me dedica un último canto y vuela lejos de allí.

   Cierro mis ojos mientras suspiro y cuando los abro, tras mi ventana, en lugar de la alondra hay un rostro que me resulta familiar.

   Al reconocerlo, intento ir hacia él, pero la ventana no se abre. Conozco su cara, son sus mismas facciones, pero se ve adulto, como si fuera de mi misma edad.

- ¿Por qué lloras? Estoy aquí contigo - suena su voz detrás del vidrio. Es su misma voz también... - Por favor, ya no llores más.

   Golpeo el vidrio con mis manos pero de nada sirve. No puedo ir hacia donde está él, y de alguna manera siento que él no vendrá hacia mí. No puedo hacer nada.

- Estás vivo...

   La luz de la vela se apaga con mi susurro y queda completamente a oscuras. Ya no logro ver nada, y mi ventana vuelve a estar vacía... "




   Despierto y al segundo me invade la desdicha de todos los días. ¿Por qué mis sueños me hacen tanto daño?

   No tengo motivos para levantarme de mi cama y vivir el día, pero igual lo hago. Mientras me dirijo a la cocina, algo en mi mesa de luz llama mi atención.

   Es la carta que me había entregado Gaara.

   La observo desde lejos por unos segundos y luego me atrevo a tomarla, mirando el sobre sin abrirlo.

   Y es que desde que la tengo en mis manos, nunca la abrí.

   Me da miedo hacerlo, no me siento lista. No creo merecerla, y todo este asunto me hace sentir peor. Siento culpa... Una culpa que por años no se fue de mi pecho.

   A pesar de que me había prometido ser fuerte, y seguir adelante pase lo que pase. No es mi culpa que las promesas se rompan, siempre lo hacen, cada promesa que hice en mi vida se destruyó de la manera más dolorosa posible.

   Las promesas nunca fueron algo real.

~


   Konoha sufrió bastantes tragedias a causa de Akatsuki. Esta organización criminal cazaba jinchurikis y les robaba las bestias dentro de ellos, matándolos en el proceso. Lo habían hecho con Gaara, quien por suerte pudo ser revivido luego de su secuestro y asesinato.

   Luego del secuestro del Kazekage, también otros miembros de la organización atacaron a Asuma sensei y al grupo de Shikamaru, Ino y Chouji. Tristemente, Asuma falleció en aquella pelea, lo cual fue un golpe para todos.

   Y no pararon ahí. Una de las más grandes desgracias fue un día cuando de repente toda la aldea comenzó a ser destrozada por unos ninjas misteriosos, todos con cabello color naranja, capaz negras con nubes rojas y algunas bestias de gran tamaño. Días anteriores habíamos tenido la triste noticia de la muerte de Jiraiya-sama, que había sido derrotado por el supuesto líder de Akatsuki en la aldea de la Lluvia, quien luego se dirigió a invadir Konoha, destruyendo todo a su paso.

   Muchos murieron en aquella invasión, pero por algún milagro, terminaron reviviendo gracias a Naruto, que salvó a la aldea entera y derrotó a Pain. Neji no se encontraba en Konoha en ese momento, por suerte, y yo luché junto a la familia Inuzuka intentando derrotar a uno de los seis caminos de Pain.
 
   Kiba estuvo a punto de morir a causa de un contraataque del enemigo, y por intentar salvar a mi amigo, terminé poniéndome en medio del ataque y recibiendo todo el daño. Terminé muy malherida.

𝓔𝓵 𝓛𝓲𝓵𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓪𝓱𝓸𝓻𝓪 𝓮𝓼 𝓡𝓸𝓳𝓸  (Neji Hyūga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora