Heaven hates you, but I love you • NamJin •

Capítulo X

Tú sabes que no podemos volver a lo que fue.

He pensado mucho sobre esto, pero no creo que él quisiera morir. Creo que quería venganza, pero como no era capaz de hacerle daño a alguien la única solución que encontró fue hacerse daño a si mismo culpando a los demás de ser ellos la razón. El problema es que el plan no salió como él quería, porque al único al que le pesa en la consciencia lo ocurrido es a mí.

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El viento entraba por una pequeña ventana, haciendo bailar las cortinas color beige. En el aire flotaban motas de polvo y pálidos rayos de luz se colaban por las ventanas.

"Me gusta este chico".

La sorpresa de su hermana era palpable. Jugaba con que su hermano podían gustarle los chicos sin pensar que de verdad fuera posible. Estuvo en silencio por un rato, los pasos de algún estudiante o una conversación en susurros se escuchaban a lo lejos. Una maquina fotocopiadora hacía un sonido molesto en uno de las oficinas. Pérdida en sus pensamientos trataba de entender cómo era posible, si nunca había notado nada. 

NamJoon estaba expectante, sus ojos abiertos y sus labios fruncidos en una graciosa expresión. No podría decir que no se asustó ante aquellas palabras repentinas de Jin, fue precipitado. Era raro escuchar a Jin decir que gustaba de él en voz alta, pero era aún más raro que lo dijera en presencia de alguien más.

Finalmente, una pequeña sonrisa de JiYoung hizo a su hermano sentirse tranquilo. 

—Está bien, no pensé que fuera algo tan lindo. Esto me hace sentir más tranquila, no tendré que ver a una chica tonta y superficial como todas las de acá a tu lado. 

Quizá fueron los nervios o el alivio de sentir que ella no lo juzgaba lo que hizo que Jin respondiera solo con una sonrisa que no quería tener porque no sabía si estaba bien sentirse así.

Tímido, sonriendo, con la cabeza gacha y temblando un poco. Jiyoung no recordaba haberlo visto tan vulnerable. Ella era siempre la que se mostraba débil y necia, su hermano siempre aparecía a su lado siendo amable y comprensivo. Como un tipo de héroe. Sin embargo, en ese momento se le ocurrió que no siempre tenía porque ser así, los papeles se podían invertir de vez en cuando. 

—Está bien —repitió en voz dulce. 

SeokJin y JiYoung se querían de esa forma, a veces ignorándose y peleando pero preocupándose por el otro más que de sí mismos.

—Ah, vaya, miren a quién tenemos aquí. —Una voz masculina interrumpió el momento—. No solo tenemos a uno, sino a dos hermanos problemáticos.

SeokJin no pudo evitar una mueca de desagrado ante ese comentario, ¿qué tenía él de problemático? La felicidad que había sentido se esfumó. 

El director lo observó de pies a cabeza. Mientras más días pasaban más confirmaba que solo una minoria de los que trabajaba en esa escuela tenían algo de profesionalidad y seriedad, este nuevo director no podía gozar ser de parte de aquella minoria. Era un hombre guapo que gustaba de vestir elegante y tener siempre la espalda recta, pero ahí se detenían sus buenas cualidades; muy joven, muy inexperto y falsamente estricto. 

Las compañeras de JiYoung salieron de la oficina con la barbilla levantada y la espalda recta, con ese aire de superioridad sin sentido que la hizo querer vomitar. Detrás de ellas, la mano de Younha las guiaba a la salida. Al verla, Jin abrió la boca para decir algo pero se arrepintió en seguido y la cerró. Había problemas más importantes para resolver que los suyos. Ella solo le dirigió una mueca de pena y disculpa antes de salir.