Heaven hates you, but I love you • NamJin •

Capitulo V

NamJoon no conocía bien los gustos de SeokJin, si prefería una leche chocolatada o un jugo de naranja era algo que no sabía.

Después de pensarlo un rato compró las dos bebidas.

Evitó comprar el almuerzo de la escuela; la comida del día se veía vieja y desabrida. Parecía que hubieran contratado un niño de dos años para hacer la comida: la carne parecía haber estado una semana pudriéndose, el arroz se veía duro y de un color que no debía tener el arroz y la sopa directamente parecía vomito de caballo. No sería raro que al otro día saliera una noticia de una intoxicación en masa en un colegio.

No se estaba muriendo de hambre así que no pensaba gastar su dinero en esa basura, los demás debían tener la vista afectada para comprarlo.

Por suerte estaba seguro de que SeokJin traía su propio almuerzo que podrían compartir.

Al inicio de clases cuando NamJoon iba a comprar el almuerzo Jin hacía una mueca de asco, lo entendió cuando vió los almuerzos que solía traer y los comparó con los que compraba en la cafetería. Los ingredientes de Jin siempre estaban frescos, bien cocinados y sazonados. No se podían comparar.

Al final terminó comiendo siempre de lo que traía Jin, y como no parecía que NamJoon se fuera a interesar de nuevo en la comida de la escuela de un día para otro Jin optó por traer un plato más grande y dos pares de palillos.

Por más incómodo que fuera estar en la cafetería sin ninguna compañía, no tenía más opción que sentarse a esperar a Jin.

Las etiquetas de las botellas en medio del aburrimiento cobraban un interés particular. La etiqueta de la leche chocolatada era rosa con blanco, creaba un agradable contraste con el color café de la bebida. Mientras que la etiqueta del jugo de naranja era verde chillón.

La chocolatada resultaba mucho más bonita, si la ponías en un fondo incluso podría tomarle una foto y subirla a esas redes sociales donde abundan fotos lindas sin ningún sentimiento más que el de la superficialidad y frialdad.

­­­­­—¿Vas a tomarte esas dos cosas? Te va a dar un dolor de estómago que ni te digo. —La dueña de la voz ocupó el asiento a su lado dejando una bandeja roja sobre la mesa—. No es una buena combinación.

Jiwon estaba sola. Le echó salsa a una ensalada que traía en un bol color amarillo, parecía solo lechuga con trocitos de pan. Empezó a comer a su lado sin ninguna razón aparente.

—No es para mí, es para SeokJin—respondió.

—Ah—exclamó Jiwon fríamente. Frunció el entrecejo mientras revolvía su ensalada con el tenedor. Le dio vueltas a esas palabras por unos segundos, dejando un silencio incomodo entre los dos en el que NamJoon estuvo a punto de pararse e irse.

Cuando ella pareció ordenar sus ideas sacudió la cabeza y esbozo una gran sonrisa que dejaba ver su perfecta dentadura.

—¿No me lo regalas mejor a mí?—Lo observó tiernamente agachando la cabeza—. Quiero la leche chocolatada.

—No. ¿Qué quieres?

Jiwon hizo un puchero exagerado ante la negativa y volvió a su ensalada.

­—Nada—murmuró—. Solo quería estar contigo ya que nunca hemos hablado.

—¿Sabes a donde llevo el profesor a Jin?—preguntó exasperado.

—No. —Se metió un gran pedazo de lechuga que crujió al morderlo.

—No soy estúpido, dime a dónde lo llevaron que me estoy muriendo de aburrimiento.

—¿Te aburres conmigo? —sonó realmente ofendida.