La protegida de Batman

La aparicion del murcielago pt. 1

Todos los derechos reservados a DC Comics.
Personajes de DC Comics, la historia viene de mi imaginación, espero lo disfruten.
(FanFic)

Todo comienza en una gélida noche de invierno, con la oscuridad abrazando el firmamento de Gotham City. En la distancia, el inconfundible símbolo del murciélago se alza, una sombra vigilante en la penumbra. El eco de una persecución resuena, mientras el clamor de sirenas impregna la ciudad sombría, todos comprenden su significado, el Guasón ha vuelto a escapar de las sombrías fauces de Arkham.

Me encontraba sola en mi recámara, inmersa en la lectura de un cómic de Batman que mi mejor amiga Lois llevaba semanas insistiéndome en que lo leyera.

—Dios, ¿Es necesario que el Joker se escape cada rato de Arkham? —pensé para mí misma.

Hasta que fui interrumpida por mi madre. Esto me molestó un poco, ya que leer ese tipo de historias no era precisamente lo mío, simplemente no podía conectar con ellas.

"Toc, Toc..."

—Aghhhh, ¿Sí, mamá? —replicó molesta.

—Ya está la cena, llama a tu hermano, que no me responde —dijo mi madre.

—Está bien... ¡Jimmy, que bajes a cenar! —grité, seguro me escucho todo el edificio.

—¡Voy! —Respondió mi hermano con otro fuerte grito.

—¡No griten!... En ese caso, les gritaba yo —murmuró mi madre mientras regresaba a la cocina.

Al abandonar mi habitación, dejé el cómic abierto en la página donde lo había dejado. Aún absorta en el mundo de Batman, no me di cuenta de un torbellino que pasó a mi lado, casi haciéndome tropezar.

—¡Jimmy, por Dios! ¡Más cuidado! —

—¡Perdón! —dijo mi hermano menor entre risas, tratando de huir de mí.

Entrecerré los ojos, luego lo perseguí y, al alcanzarlo revolví su cabello. Discutir con él sería inútil ya que es solo un niño. Ya en la mesa, mi madre, bastante molesta por la actitud de mi hermano, llamó su atención y ordenó que se disculpara conmigo.

—¡Jimmy Sullivan, que te he dicho sobre correr en la casa! —regañó mi mamá.

Jimmy, entornando los ojos y entre risas, se disculpó con mi madre y conmigo.

—Perdón... —dijo con un atisbo de culpa.

—Hmmmm no —dije yo.

—Por favor —suplicó Jimmy.

—Te perdono, solo si mañana me acompañas a mí y a Lois por libros —dije sonriendo a mi hermano.

—Aghh, bien —aceptó Jimmy de mala gana. —Genial, ya no saldré con John y Clark — pensó el niño.

Durante la cena, entre risas y bromas, observé a mi pequeña familia. A pesar de no poseer gran riqueza o lujos, soy feliz, o al menos lo era hasta esa noche. Después de cenar con mi familia, regresé a mi habitación para sumergirme nuevamente en la lectura. Esperé a que mi mamá y mi hermano se retiraran a dormir para salir a escondidas con mis amigos, incluida mi mejor amiga Lois. Nueva York por las noches es algo digno de admirar, con sus altos edificios y su gente; amo mi ciudad, y nada como las aventuras que uno pasa en las noches en la gran ciudad.