Capítulo 27. H | No lo merece

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Hero

—Oh, ¡sí!

La rubia debajo de mí, se retuerce sobre las sabanas y se aferra a ellas con gran intensidad mientras yo paso mis labios por la parte interna de sus muslos.

Con una de sus manos comienza a acariciar mi cabello y yo suelto un gruñido de placer al sentir mi miembro endurecerse por tenerla debajo de mí.
  
Por un momento alzo la vista e imagino a Sam mirándome con sus ojos dulces e inocentes rogándome por más placer. Mi miembro comienza a doler cuando la erección se hace presente solamente por pensar en la castaña que me causa dolor de cabeza.

Mi mente comienza divagar y entonces recuerdo cada uno de los movimientos que hice para hacerle sentir placer aquella vez. Recordar la forma en como sus piernas se aferraban a mi cintura cada vez que la penetraba, inconscientemente me excitaba aún más.

Me separo un poco de la chica que se encuentra bajo mi control para después confirmar cierto acto; no es Sam. El cabello rubio no me lo confirma, sino el hecho de que no siento la misma emoción.

«¿Qué mierdas me pasa...?». No quiero que Sam termine como Emily.

—¿Qué carajos...?— giro mi torso cuando escucho la voz de Emily en la habitación.

La chica de cabellera negra se encuentra con los ojos abiertos, posicionada en el marco de la puerta mientras observa la escena.

—¡Oh mierda!— la rubia se cubre con las sábanas de la cama y yo me incorporo completamente para confrontar a Emily.

—¿Qué diablos estás haciendo aquí?— exclamo.

—¿Es ella?— la vista de Emily se nubla al ver a la rubia semi desnuda en la cama. —. ¿Ella es por quien estás arruinando todo?

Ruedo los ojos mientras suspiro.
   Tomo a Emily del brazo para después arrastrala hacia otra habitación. Ella bufa en el camino, pero no termina teniendo otra opción.

—¿Dónde dejaste a Jackson?— pregunto alarmado mientras azoto la puerta para lograr tener privacidad.

—Está con una amiga...

—¿Sabes que Travis está aquí?— exclamo y ella parece no importarle. —. Mierda, Emily, si te ve...

—No lo hará.— ella trata de tranquilizarme pero falla completamente.

Los ojos de Emily tratan de proyectarme calma, pero nada sirve.
   No está consciente de que ella puede arruinarlo todo en cuestión de segundos, si tan sólo Travis la ve en este lugar.

—¿Por qué viniste?— pregunto por fin, tratando de mantener la calma.

—Necesitaba conocer a la chica que trata de desviarte del camino— musita. —. ¿Desde cuando te van las rubias?

Ruedo los ojos. —Ella no es— bufo. —. Y nadie trata de desviarme.

Ella suelta una carcajada y yo suelto un gruñido ante su sarcasmo.
   Acto seguido, empiezo a escuchar gritos en la plata baja de la casa. Emily frunce el ceño para después abrir la puerta y asomar la cabeza por las escaleras mientras yo la sigo.

En un rápido movimiento veo el rostro de Gael ser golpeado por uno de los amigos de Sam. Aparto a Emily del camino y decido bajar con rapidez a intervenir.

—¡Mierda, sueltame!— exclama Gael cuando lo tomo de los brazos.

—¡Eres un jodido idiota!

—¡Ya basta, Jeff!— Alena exclama para luego tratar de acercarse a Gael.

Por un momento pienso que Gael se encuentra derrotado. No obstante, me sorprende el verlo lleno de adrenalina y coraje.

Entre la multitud, observo el rostro cálido de Sam tratando de no estresarse con la situación, y por un instante una sonrisa estúpida se apodera de mi rostro.

—Déjalo, Jeff— una voz conocida se hace presente en el lugar. —. Este idiota no vale la pena.

El rostro de Lucas aparece en mi campo de visión en tan sólo unos segundos, y después sus ojos se encuentran con los míos para regalarme una sonrisa hipócrita.

—¿A quién carajo llamas idiota, imbécil?— exclamo.

Me separo de Gael para caminar hasta él. No obstante, un cuerpo delgado y frágil se interpone en mi camino.
   Los ojos de Sam se encuentran con los mío, y sé que me está rogando porque no toque a su querido ex-novio.

Sus frágiles manos se enrollan en los brazos de los dos chicos que se encuentran molestos frente a mí.

—Basta— masculle sin mirarme esta vez. —. Vámonos.

Ella pasa por en medio de los dos, y estos, la siguen sin oponerse en algo.
   Giro sobre mis talones para después verlos cruzar la puerta de la casa.

—¿Estás bien?— Alena acerca sus manos delicadamente hacia Gael, quien sangraba ligeramente del labio.

Mi amigo asiente, para después caminar hacia las escaleras apresuradamente, acompañado por Alena.

Me he quedado solo en medio de la sala, en donde la música sigue a todo volumen y tan sólo son un par de personas que me miran después de tal escena.

Decido salir de la casa para tomar aire fresco, sin embargo, por un momento me retracto de la decisión que tomé.
   Desde la entrada, observo como Jeff está recargado en uno de los autos estacionados en la acera de en frente, mientras Sam toma su rostro entre sus manos y comienza a acariciarlo.

No sé porque no puedo mover mis pies para alejarme de esta incomoda escena. Solamente estoy presenciando como Sam toma su jodido rostro y sus suaves manos se pasean en este.
   Y, por alguna extraña razón, me molesta.

—¿Es ella?— la voz de Emily me hace sobre saltar. Por un momento me había olvidado de que ella estaba aquí. —. Claro que es ella...

—¿Por qué mejor no regresas a casa?— trato de no sonar maleducado, pero ella rueda los ojos y eso me hace molestar. —. Ella no es nadie.

—Entonces... ¿por qué ves sumamente molesto como ella está con otro chico?— interroga.

Frunzo el ceño y decido ignorar su pregunta.

De pronto, los ojos de Jeff se cruzan con los míos para después ser suplantados por los de Sam. Ella me mira unos segundos, para después mirar a Emily a mi lado y entonces marcharse con Jeff a su lado.

—¿Qué carajos...?— Emily exclama. —. ¿La chica de la farmacia?

—¿La conoces?

—La otra vez, Jackson se cayó en el parque y lo tuve que llevar a la farmacia para que curaran su herida— explica. —. Ella lo atendió.

«¿Qué?»
   Mierda, entonces, ¿Sam conoce a Jackson?

—Ella es una chica súper linda— dice Emily de pronto. —. Atendió a Jackson de la manera más cariñosa y a él le agradó ella.

Entonces, una sonrisa aparece en mi rostro mucho antes de que yo pueda impedirlo.

—Hero...— Emily me llama y yo le presto completa atención esta vez. —. Ella no se lo merece.— musita.

Sé que el alcohol está jugando de mala manera conmigo, porque de pronto observo el rostro de Sam en Emily y eso me desagrada.
   Nadie se merece terminar como Emily, y mucho menos Sam. 

—Te llevaré a casa.— sentencio.

Tengo que alejarme de Sam, por su bien.

. . . . . . . . . . . . . . .

N/A: Emily es un personaje que me da muchísima lastima, pronto sabrán por qué.
   Sigan dejando sus teorías, les juro que me encanta leerlas;), nos leemos en el siguiente, xx.

Toque de queda | Hero FiennesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora