Capítulo 43. S | Estar contigo

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Sam

El silencio en la mesa es incómodo. A mi lado se encuentra mi mejor amigo, mientras que en frente de él se encuentra Hero y a su lado Jackson; quién me ha regalado un dibujo de Iron Man hecho por él mismo.

Cuando vi al niño salir del auto de Hero y correr hasta abrazarme con rapidez, la pesadez de un mal día se esfumó. Jackson me regaló una sonrisa y lo siguiente fue pura tranquilidad. No obstante, la presencia de Hero me hacía sentir incómoda. Agradecía por verlo, pero me preocupaba lo que fuera a hacer Travis si se enterase que estaba cerca de él.

No puedo decir que no me gustaría ver a Hero jamás, sería una mentira tan grande que no podría disimular. El chico frente a mí me gusta más de lo que quisiera aceptar. El deseo de abrazarlo y pedirle que se quede es inmenso, pero algo me lo prohíbe por completo. No le veo fin a esta tortura.

De haber sabido que vería a Hero hoy, no abría abierto mi boca para contarle a Jeff sobre él. Puedo ver en la intranquilidad de mi amigo, que quiere gritar y pelear con él. Sin embargo, cuando Hero y Jackson aceptaron a una cena informal, me escabullí para pedirle a Jeff que no arruinara las cosas.

El sonido de un móvil es lo único que se escucha en la habitación, acto seguido, Hero mete la mano al bolsillo de su pantalón y se levanta de la mesa para contestar en otro lugar. Una mala espina me da y no puedo evitar pensar que es Travis del otro lado de la llamada.
   Tampoco he podido ignorar las heridas que Hero lleva en el rostro, no es difícil adivinar con quien se ha peleado.

—Dime, Jackson, ¿tienes novia?— Jeff pregunta y los ojos del pequeño se abren de par en par.

—Las novias son para niños grandes.

—Yo soy niño grande y no tengo novia.

—Qué mala suerte.— Jackson se encoje de hombros y entonces le da una mordida a su rebanada de pizza.

Suelto una carcajada disimulada de la cual Jeff se da cuenta y sólo golpea mi hombro con suavidad.

—¿Y te gusta alguna chica?

—Hmm, no.

—¿Hay alguna chica bonita en tu escuela?

—¿Por qué haces muchas preguntas sobre niñas?— Jackson contraataca con el semblante cansado y Jeff sólo se queda petrificado buscando alguna respuesta en su cabeza.

Mientras Jeff sigue interrogando a Jackson sobre las chicas, giro la cabeza y sobre mi hombro observo a Hero en la sala tratando de mantener la cordura. Puedo ver a través de la tela de su camisa que está tenso y, que muy probablemente y si pudiera, estuviera gritando con fuerza.

Decidida, espero a que termine la llamada y entonces me pongo de pie para caminar hasta él. A cada paso que doy, escucho su respiración pesada y por poco me da miedo que vaya explotar.

—¿Está todo bien?— pregunto y él gira asustado.

Puedo ver en sus ojos rojos que está lleno de impotencia y ganas de llorar.

—Sí, es sólo que...— cierra los ojos por un momento. —, ¿puedo pedirte un favor?— asiento rápidamente. —. Tengo que ir con Travis, ¿podrías cuidar a Jackson un par de horas?

No me temía que fuera sobre él, lo sospechaba.
   Asiento nuevamente en respuesta y entonces sale rápidamente de la casa sin siquiera despedirse.

—¿A dónde fue Hero?— Jackson pregunta, cuando regreso de nuevo al comedor y me siento.

—Tuvo que salir de emergencia, pero volverá en unas horas— sonrío y él asiente. —. Podemos ver películas...

—Espera, Jeff me estaba contando sobre como gustarle a una niña.

Desvío la mirada de Jackson hacia Jeff, quien muerde su rebanada de pizza y mira hacia otro lugar de la habitación.

Alrededor de las diez de la noche, Jeff se marcha a su departamento y yo me quedo con Jackson en la sala viendo películas de Capitán América. El niño se emociona cada vez que su superhéroe favorito gana una batalla y yo no puedo evitar sonreír cada vez que veo la emoción en sus ojos.

Minutos más tarde, Jackson se queda dormido en mis piernas y la imagen que tengo frente a mí es tan tierna que quisiera congelar por siempre. Delicadamente me pongo a observar sus facciones y no puedo dejar desapercibido que se parece a Hero. Es un mini él.

El timbre de la casa suena y yo muevo delicadamente a Jackson para no despertarlo. Cuando abro la puerta, del otro lado aparece un Hero más tranquilo.

—Lamento haber tardado tanto.— se disculpa.

—No te preocupes, se quedó dormido.

Él entra y cierra la puerta detrás de él para después toparse con la imagen tierna de Jackson dormido en el sillón.

—Bien... creo que es hora de irnos...

—¿Quieres quedarte a terminar de cenar?— digo, antes de que tome a Jackson entre sus brazos. —. Quedó pizza y...

—¿Por qué?

—Bueno, Jackson no se terminó sus rebanadas por ver la película.

—No, me refiero a, ¿por qué quieres que me quede?— interroga y frunce el ceño. —. Hace unas semanas querías que me alejara de ti, ahora no tienes problemas con que me quede, ¿es una clase de juego?

Me quedo callada ante su pregunta sin saber que responder.
   Tiene la razón, pero no comprende los motivos. Aun que tampoco lo hago yo.

—No es mi intención hacerte sentir así.

—Esa no es una respuesta.

Llevo ambos brazos a mi pecho y los cruzo al ver que Hero ni siquiera se mueve.

—Yo te dije que te quería y tú solo te alejaste— continúa. —. Si es un juego... sólo dime.

Una parte de mí se muere por aclarar las cosas. Dejar en claro que Travis es quien me prohíbe tan siquiera acercarme a él. Por otro lado, la otra parte de mí sólo me recuerda que la situación puede empeorar si Hero se entera.

El chico frente a mí, me mira suplicando una respuesta y sin pensarlo, decido acercarme a él con rapidez y juntar nuestros labios. Él se queda rígido por unos segundos hasta que lleva una de sus manos a mi nuca para profundizar el beso y la otra en mi cintura.
   Mis manos se pierden en su cuello y me aferro a él como si tuviera miedo de perderlo, aun que es verdad. Me besa con necesidad y por primera vez me siento que estoy en el lugar correcto.

—Sólo sé que te quiero.— digo, cuando nos separamos.

Sonríe y sus ojos verdes me miran con deseo, la mano que antes de encontraba en mi nuca, viaja a mi mejilla y acaricia esta con suavidad.

Sus labios vuelven a atrapar los míos para después viajar hasta mi cuello y sin ser cuidadosa, suelto un jadeo.

—Jackson está aquí y mis padres llegaran en cualquier momento.— le recuerdo y él gruñe.

—Vamos a Yell's.— murmura contra mi oído con voz ronca y eso me pone los pelos de punta.

—Tengo examen por la mañana...

—Prometo llevarte a la universidad mañana— asegura. —. Quiero estar contigo.

Y aún sabiendo que me podré arrepentir luego, accedo arriesgándome.

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N/A: Espero que les haya gustadooo, nos leemos en el siguiente cap;)

Toque de queda | Hero FiennesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora