Capítulo 40. H | Ella

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Hero

Verla ahí de pie, bailando con Lucas y disfrutando la noche con él, me hierve la sangre. ¿Cómo tiene el descaro de quedarse? ¿Cómo es que no hago nada al respecto? Quisiera ir ahí y golpear al imbécil de Lucas solamente por tener el privilegio de estar con ella. Pero, ¿qué carajo? Ella me rompió.

Me cuesta admitirlo pero es verdad, Sam solamente se burló de lo que yo sentía por ella y todo acabó. ¿Cómo pudo hacerlo? Estoy lleno de coraje y con tan solo verla me dan ganas de mandar a la mierda todo.

No podría destruirla aunque ella ya lo hubiera hecho conmigo. Sin embargo, a pesar de todo, me alegra verla con una sonrisa. Ella sí parece estar disfrutando la noche, mientras yo me encuentro en un sillón tratando de no parecer un jodido acosador, ya que me es imposible dejar de verla.
   Un montón de chicas han tratado de ponerme de pie para encerrarme junto a ellas en alguna habitación de esta casa, pero no estoy de humor.

Sigo con mi rutina de asegurarme de que Sam está bien, hasta que un cuerpo candente se interpone entre mi objetivo y yo. Observo un corto vestido negro pegarse a una sensual piel blanca, sin embargo, cuando alzo la vista, me encuentro con el rostro de Carmen, la chica de Travis.

—Te ves muy estresado— se burla cínicamente, sin apartarse de mi vista. —. ¿Ninguna chica ha querido que la folles esta noche?

—Se ve que tú quieres ser una, ve a la fila, preciosa.

—Imbécil— masculla. —. ¿Dónde está Travis?

—Yo que sé.

La ignoro cuando decide marcharse con sus horribles tacones rojos mientras murmura lo idiota que soy.
   Cuando quiero volver a centrar mi atención en Sam, no se encuentra más. Me acomodo en mi asiento mientras disimulo el buscarla discretamente por el lugar, pero fallo.

—Deberías dejarla en paz— Carl ahora ocupa el lugar en donde Carmen estaba antes. —. Creí que Travis te había dejado claro que no podías tener nada con ella.

—No es asunto tuyo.

—Claro que lo es. Eres como mi hermano y no voy a dejar que una chica te arruine. ¿Por qué no solo la mandas a la mierda?— bufa, y yo comienzo a molestarme. —. Deja que ella se vaya con el riquillo ese, tú puedes tener a cualquier chica esta noche.

«No quiero a cualquiera, mierda»

Carl me extiende su mano y yo la tomo como soporte para ponerme de pie y tratar de disfrutar la noche.

—Te traeré una cerveza.— dice.

Yo asiento y entonces veo como su cabellera dorada desaparece entre todas las personas.
 
Decido seguir a Carl hasta la cocina, no obstante, freno cuando observo a Lucas devorar los labios de una pelirroja cerca de la encimera.

—¿Dónde está Sam?— pregunto de pronto y ambos se separan de inmediato.

—Déjala respirar un momento, ¿quieres?— Lucas ladra y yo me rio por lo bajo.

—No, no quiero— hago un puchero falso y puedo ver como la pelirroja se aleja de Lucas y este maldice por lo bajo. —. ¿Dónde está?

—¿Qué esperas lograr con ella? ¿Cogértela? Carajo, ella es demasiado inteligente para estar contigo.

Una carcajada involuntaria se escapa de mi garganta mientras intento no decir algo al respecto.

Giro sobre mis talones en busca de Sam, sin importar el hecho de que deba mantenerme alejado de ella.

Salgo de la casa, topandome con los amigos de Sam, quienes me miran de mala gana. Sin embargo, lo único a lo que le pongo atención, es que Sam no se encuentra con ellos.
   De pronto, la preocupación me invade y me maldigo por dentro por haberme encariñado con ella. La idea de pensar que alguien puede hacerle daño, me aterra.

Camino hacia la calle para tener mejor visión para poder encontrarla, pero todo resulta en un intento fallido.

—No eres muy discreto.— giro sobre mis talones para verla sentada en la orilla de una banqueta.

—No me interesa serlo— bufo y por inercia me siento a su lado. —. Tu novio está allá adentro a punto de follarse a una chica.

—Sabes que no es mi novio.

—En realidad ya no sé nada de ti.

Ella asiente y puedo ver como agacha su cabeza un poco para apoyarla en sus rodillas.

—¿Dónde has estado?— pregunta de pronto.

—Perdiendo el tiempo por ahí.

—Hace unos días vi a Jackson— una sonrisa se forma en su rostro cuando pronuncia su nombre, y no puedo evitar sonríe por ello. —. Emily fue a preguntarme sobre ti a la farmacia.

Verla a unos metros de mí me hace querer acercarme a ella, abrazarla y no soltarla por nada del mundo. Pero a pesar de esos metros, la veo más distante de lo que parece y eso se convierte en un extraño sentimiento en el pecho.

No sé como fue que comencé a quererla más de lo debido. No sé como permití empezar a sentir cosas por alguien que veía tan lejano. Sólo se que pasó, y por más que intente negarlo y aferrarme a la idea de que no puede ser, cuando la veo riéndose junto a mí, es como si no necesitara nada más.

Sin embargo, también sé que ella no siente lo mismo que yo.

—Tengo que irme.— anuncia poniéndose de pie de inmediato, cosa que imito.

—¿Por qué haces esto?— desearía no haber preguntado eso.

—Porque es lo mejor.— confiesa.

Tomo la iniciativa de acercarme a ella lo suficiente para besarla. Llevo ambas manos a sus mejillas y ella no lucha por alejarse, al contrario, se aferra a mi chaqueta con dureza.

Tocar sus labios después de tanto tiempo, es lo que me recuerda que estoy vivo.

El beso termina sintiéndose como si fuese de despedida y me niego a que así sea. Cuando nos separamos, ella me mira, y gracias a lo cerca que estamos, puedo admirar sus bellos ojos color miel que tanto me encantan.

Cuando creo que dirá algo o se lanzará a besarme de nuevo, tan solo se aleja en dirección a la fiesta.
   Está volviendome loco.

. . . . . . . . . . . . . . .

N/A: Girls, estoy armando un playlist de Hero y Sam, porque estoy sad jeje.
   La canción de "Rewrite the stars" de Zac Efron y Zendaya, me recuerda bastante a esta historia jsjs xx.

Toque de queda | Hero FiennesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora