Lo primero que esperaba aquel día era que su mejor amigo apareciera y se le tirara encima como de costumbre en una fecha especial. Pero no se esperaba ver a Akabane Karma tan temprano. Principalmente porque llega tarde. Precisamente ese día.
1 de enero.
Trago saliva, recordando lo que paso el 25 de diciembre. Haber, las luces apagadas igual a casa desierta, casa desierta igual a no hay nadie, no hay nadie igual a Akabane no estaba, Akabane no estaba igual a no escucho lo que Ren grito.
Se sintió mucho mejor al utilizar la lógica, suspiro antes de seguir caminando. Solo le ignoraría, sin embargo no esperaba que este abriera los ojos al escuchar pasos, girando su rostro para verlo, separándose de la pared para ponerse de frente, mirándole directamente. Además....
Estaban solos, podría actuar acorde sus sentimientos. ¿Debería empezar siendo educado? No, ese no era su rol. Respiro hondo terminando de acercarse.
-No esperaba encontrarte tan temprano.
-Tengo algo importante que hacer.
-¿Algo? ¿Se puede saber qué?.- Pregunto, exigiendo una respuesta a pesar de haber preguntado. ¿Que podría ser tan importante como para hacerle levantarse tan temprano?.
-Se que no hay ningún estudiante que llegue a la escuela a las 7 en punto, claro, además de ti, el conserje y el director.
-¿Y?.
-Pero este día llega uno más, Sakakibara Ren.
-¿A que quieres llegar?.
-Me refiero a que, el anterior año te espero este día, y te dio un regalo.
-... Es lógico. Es año nuevo.
-Pero tu no le diste nada. Y el 25 de diciembre fuiste a mi casa.
-*¿Como lo supo? Maldito Ren, voy a estamparlo en el pastel este día.*.
-Así que.... Vine a regresarte tu regalo.
-*¿Re- regresarme el regalo?... ¿N- no le gusto?*.- Pensó el rubio fresa, sintiendo su mundo derrumbarse.
-¡¡Gakushuu!!.- Escuchó a Ren gritar, y solo pudo girarse dejando que el pelirrojo le viera e interrumpiera su oportunidad de darle un obsequio de la misma forma.- ¡¿¡Akabane!?!.- Grito, muy sorprendido, antes de ver el rostro de su amigo, este un poco triste.- *Ahí, ¿porqué estos dos no pueden estar tranquilos una vez?*.- Pensó, acercándose, rodeando a su amigo con un brazo.- Si me permites, me lo llevo.
-... Tks, no lo creo.- Respondió, deteniéndolos, poniéndose enfrente.- Dejadme hablar con Gakushuu.
-¿Para que?.
-No te incumbe.
-¡Si me incumbe!.- Grito, y antes de que se dieran cuenta, el rubio fresa ya había comenzado a caminar con rapidez hacia el edificio principal. Sin darle tiempo al pelirrojo de alcanzarlo.
-Gakushuu.- Susurro, presionando los dientes con fuerza antes de ver al castaño. El cual tembló ante su mirada amenazante.- ¡Todo es tu culpa idiota! ¡No puedes llegar en cualquier momento y arruinarlo!.- Grito, a la vez abría su mochila y sacaba un obento, extendiéndose lo.- Dárselo a Gakushuu ya que no dejas que estemos a solas. Maldito Sakakibara.- Bufo, dejándole el obento al castaño.
Este sosteniéndolo y sintiéndose culpable.
-*Alv, pudieron haber avanzado y hacerse novios, me wo a zuicidar*.- Pensó, pero primero, darle este obento a Gakushuu. Se dirigió al edificio principal. Encontrando al pelirrojo en el consejo estudiantil.- Hey, ¿tienes hambre?.
-Jodete.- Observo como este no levantaba su rostro y en su lugar le levantaba el dedo grosero. Sintiéndose dolido, jamás le había hecho eso, aun si significaba un paso más para su amistad.
-Oye, esta vez es diferente. Mira.- Le animo.- Akabane te hizo un regalo. Este rico obento.- Dijo, haciendo al rubio fresa alzar la cabeza del escritorio y de sus brazos, mirando lo que este le extendía. Observando el mismo pañuelo con la que había enrollado el obento del pelirrojo. Tomándolo un poco más animado, abriéndolo encontrando una nota en la tapa del obento.
"Feliz cumpleaños, Gakushuu".
Sonrió al ver la letra del pelirrojo.
-*Gracias, Akabane*.- Pensó mas animado.
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Asano Gakushuu y Sakakibara Ren. Cosas De Todos Los Días (RANDOM)
FanfictionSakakibara Ren y Asano Gakushuu, mejor conocido el primero como el mujeriego. Tiene el mas extraordinario placer de ser el mejor amigo de Asano Gakushuu, que a pesar de su sexualidad y de tener un tan extraño amor por el segundón. Le resulta gracios...