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El siguiente día, todos se habían levantado como se habían despertado. Dirigiéndose a la escuela Kunugigaoka todos juntos.

Pero había un ambiente tenso rodeando al pelirrojo, del que muchos se dieron cuenta, además que el pelirosa no dejaba de decir que iba a tener una cita con Gakushuu y molestaba a este para poner una fecha. Haciendo al pelirrojo rabiar aún más.

El cielo seguía gris, dando a entender que llovería por un largo tiempo. Así que solo siguieron caminando, terminando dividiéndose entre dos grupos.

-Ah, como llueve.- Decía el pelirosa, bostezando.- Siempre me da sueño estos días.

-Si, mucho sueño.- Comento el castaño, mirando a Gakushuu ver a su padre llegar y dirigirse a este, aprovechando para hablar con el pelirosa.- Oye, ¿en cerio vas a tener una cita con Gakushuu?.

-Bueno, él me lo prometió, así que si.

-Nanao, no es por nada pero... ¿Podrías dejar de decir que vas a tener una cita con Gakushuu?.

-¿Porqué? No es como so tuviera novio.

-No pero...

-Creeme, sera mejor si sale conmigo.- Le aseguro.

Bien, tenia que buscar una forma de juntarlos. Pensó el castaño, suspirando antes de ver al rubio fresa acercarse, siendo envuelto en los brazos del pelirosa.

-La próxima pijamada que sea en la casa de Gakushuu. Ya quiero saber donde vive.

-Jamas.- Respondió, separándose de este antes de entrar al edificio principal seguido de estos dos.

Mientras el otro grupo subía esa colina, siendo recibidos por su maestro pulpo, este mirando al pelirrojo demasiado pensativo y tensó. Apareciendo detrás de este, dándole un masaje en sus hombros.

-¿Porque tan tenso?.

-Ata va a tener una cita con Gakushuu.

-Mentira, esta así desde la noche.

-¿Tanto te afecta que no haya dormido a tu lado?.

-No es eso, joder.

-Ese vocabulario.- Le recordó su maestro, colocándose enfrente de el.- ¿Vas a rendirte tan fácilmente?.

-Claro que no, ¿pero de que forma le pido una cita?.

-Con palabras.

-Una canción.

-Una carta.

-Hay muchas maneras, Karma-kun. Solo dice lo. Seguro que te acepta.- Le animo, el pelirrojo mirando a otro lado.

Pasaron las horas, esperando este mismo a tener un momento a solas con el ojo amatista, logrando verlo cuando este revisaba que ningún estudiante se salte las clases. Acercándose.

-Gakushuu.- Le llamo, este girándose, antes de ver como le extiende la mano y muestra dos chicles. Un rojo y un rosa.

Pasando cerca de ahí el castaño, mirando aquello.

-*Hay, no mames, ¿es en cerio?*.- Se preguntó, sin embargo iba a seguir viendo.

-¿Que?.

-Toma un chicle.

-¿Y porque?.

-Solo quiero darte un chicle, ¿es tan malo?.- Respondió, viendo a este observar su mano antes de negar.

-Lo siento, odio los chicles, no me gusta probar algo que luego tengo que tirar porque no se debe ingerir.

-.... ¿Entonces cual tomarías si te gustaran?.

Asano Gakushuu y Sakakibara Ren. Cosas De Todos Los Días (RANDOM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora