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—¡¿Qué carajos?!

Entrando a su comedor, se encontró con el desastre más monumental que jamás haya visto. Pedazos de frituras sobre la mesa y el suelo, su único sillón lleno de migas y con una botella de gaseosa reposando sobre uno de sus brazos, y...¿Eso que dormía sobre su mesa era un gato?

—Vaya, parece que alguien más ya intentó robarte tu cuchitril.

Yoongi miró con enfado al omega detrás suyo — Sólo hay un estúpido capaz de hacer algo así. —se adentró, pasando por la cocina, yendo directo a su habitación. Jimin abrió la puerta al gato, dejándolo salir. Entró de puntitas, tratando de no pisar lo que sea que estuviera en el suelo.

¡Tú, hijo de puta! — saltó en su lugar cuando escuchó algo estrellarse contra la pared.

—¡Yoongi, por favor, no me mates. Tengo una explicación! ¡Adora me corrió y-! ¡Ah! ¡Ya no me pegues!

—¡Comienza a rezar, koala sucio y mugroso! — otra vez, algo se estrelló contra la pared y tembló en su lugar. Salió de su casa tratando de evitar situaciones así, y se había metido en una situación similar. Estúpido Park. Caminó de nuevo hacia la salida, pero un hombre alto y fornido salió de la habitación.

—¡¡Aaaahhh!! —cubrió su nuca cuando el despertador dio directo a su cabeza. Min salió después —¡Yoongi, ese me dolió!

—¡Limpia este chiquero ahora! —ordenó.

—Pero Yoon... Oh—alzó su vista hacia Jimin — No me dijiste que traías compañía, pilluelo —le dio un suave codazo.

—No digas idioteces, este omega sólo necesita quedarse en algún lugar por una noche.

—Ah, ya veo... —se acercó al castaño, extendiendo su mano — ¿Cómo estás? Soy Kim Namjoon —sonrió, mostrando unos hoyuelos a cada costado de sus mejillas.

—Ah.. S-soy Park Jimin, un gusto. —apretó su mano y dio una reverencia.

Yoongi lo miró incrédulo mientras tomaba una bolsa y recogía la basura del suelo. ¿A quién pretendía engañar comportándose tan tímido? A él ya no.

—¿Y qué te pasó? —cureoseó hacia el castaño.

—Yoongi me salvó hace rato —bajó la mirada, uniendo sus manos frente a él, luciendo frágil. — Y ahora, muy gustosa y afortunadamente, ofreció su casa para mi.

Sí, claro.

—¡Oh! Yoongi también me ayudó en una ocasión —Jimin lo miró sorprendido — Un grupo de alfas estaban burlándose de mi, pero él logró asustarlos. —miró a Yoongi —¿No es mi hyung un hombre genial?

Jimin sonrió, sí lo era.

— Tal vez debería dejar de ayudar a la gente, todavía no me deshago de la última cosa que salve, ¡¿Cómo es posible que hayas ensuciado tanto en tan poco tiempo?! — siguió recogiendo todo, a pesar de haberle ordenado a Namjoon que lo hiciera. —¿Qué haces en mi casa? ¿Dónde dejaron mi motocicleta?

—Ah, sí, con respecto a eso... —abultó su labio, rascando su nuca — Jungkook...la perdió en una apuesta.

Min dejó de recoger y se enderezó, mirándolo con los ojos bien abiertos —¿Qué?

—Pues, sí. Verás, este... Estábamos compitiendo unas carreritas y... Pues, ya sabes, Jungkook cómo es y tal, y pues... ¿Sabes, no? Puff... Y corrió y, chale, ya no teníamos qué apostar y pues, ¿entiendes? Digo, pues, no perdió así como se dice que perdió, pero, puff, la cosa es que, bueno, éste otro chico se llevó la moto, ¿no? Bueno, o sea, la ganó, pero no debió, ¿Sabes?...

Yoongi miró hacia arriba y tomó aire, realmente mucho mucho aire. Soltó la bolsa, dejando caer todo lo que había juntado.

Jimin cubrió la boca con su puño para aguantar la risa.

—Namjoon, —habló con calma — Por favor, junta este desastre antes de que te asesine. Después, en la mañana, muy pero muy temprano, sal de mi casa, encuentra a Jungkook y dile que si mi motocicleta no está aquí en la mañana, me veré obligado a romper sus tobillos al estilo de Misery.

—Sí, sí, sí. No te preocupes. Yo le digo. —tomó la bolsa que antes tenía el pelinegro y comenzó a juntar todo.

—Tú, enano. —le habló a Jimin. Éste alzó la ceja con una sonrisa y se señaló — Sí, tú, ven aquí. —entró a la habitación y el castaño lo siguió.

Entrando a la habitación, Jimin miró con gracia al pelinegro. — Me parece que soy ligeramente un poco más alto que tú.

—Me parece que dormirás ligeramente en el suelo si sigues así. —Jimin bufó.

—¿Qué pasó con el alfa bromista de hace rato? —se cruzó de brazos, sentándose en la cama.

—Ver mi departamento hecho un desastre no me pone de mucho humor. — tomó una remera y un short, extendiéndoselo. — Puedes usar esto como pijama, la cama es muy cómoda, así que no será problema. Si necesitas usar el baño, es esa puerta de ahí, ya viste la cocina-comedor, si quieres beber o comer algo, sólo tómalo. Estaré en el sillón si necesitas algo. Yo no cenaré y no le daré de cenar a ese holgazán, pero como dije, sirvete lo que quieras. —aplaudió. —Es todo.

—Espera... ¿Cómo un alfa puede ser tan bueno y permisivo? —preguntó realmente sorprendido.

—No soy un alfa, deja de llamarme así. Soy un beta, te lo he dicho.

Jimin rió —Es que no me lo creo. Ese de allá —señaló fuera del cuarto — Ese era un alfa, un alfa que te estaba obedeciendo sin peros ni reproches. No me engañes y digas que eres un simple beta.

Yoongi suspiró y pudo ver como una sonrisa quería asomar en su cara.
—¿Me veo como uno? —metió las manos en la campera — ¿No estás burlandote?

Park frunció el ceño, era la segunda vez que le preguntaba si se veía como alfa. ¿Por qué?

—En fin —prosiguió, ante la mirada analítica que Jimin le daba, aún sin contestar. — Namjoon dormirá contigo, espero que no te moleste. Y no te preocupes por eso de que él es un alfa y tú un omega, él está felizmente enlazado con su predestinado, así que...

—Wow, ¿halló a su predestinado a tan corta edad?

—Tiene 24. —rodó los ojos —Qué se comporte como niño, no lo hace niño.

—Aún es joven. Mm.. Así que, ¿tienes más de 24? No lo pareces.

—¿Por qué piensas eso?

—Te llamó hyung.

—Eres muy observador.

—En un mundo de alfas, un omega no debería dejar pasar ningún detalle. Siempre es bueno estar a un paso de ellos.

—Este sólo es un mundo de alfas si se lo permitimos —negó con la cabeza — Ya no somos simples lobos luchando para ver quién deja más y mejor descendencia. Los alfas no tienen porqué ser los dominantes ni los que tengan que cargar con el peso de toda una manada, ni los omegas deberían de ser sólo una incubadora para cachorros. — Jimin quiso llorar ante esto, si tan sólo su familia pensara lo mismo. Bajó la mirada.

—Se ve que no conoces la verdadera sociedad. Me hubiera gustado estar en tu lugar.

—Puedes estarlo si lo quieres —Jimin lo miró. — Puedes ser lo que quieras sólo si lo intentas y luchas por eso.

—No lo creo...

—Tomame como ejemplo —se acercó a la salida — Soy un alfa, ¿o no? —salió del cuarto, dejando a Jimin completamente confundido.

Bite Me, BetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora