Bite Me, Beta

31

Jimin lo vio entrar enfadado, y caminó hasta él. Sintió pánico cuando Bogum apretó la mandíbula, mirándolo con reproche — ¿Por qué ese beta insiste tanto contigo?

Frunció el ceño sin entender — ¿Yoongi?

— Sí, el beta — gruñó. — No deja de ser un fastidio. Viniendo aquí, al parecer realmente busca que lo mate.

— ¿Él está aquí? — sus ojos brillaron con la sola idea, mas la sonrisa que Bogum le dio, se le tornó macabra.

— Me cansé de esperar a que entiendas que soy tu predestinado y debes obedecerme. Me cansé de que ese beta no entienda que eres mio y no le perteneces.
No dejaré que un omega y un beta se burlen de mi. — sujetó firme los hombro de Jimin, deteniendolo en su lugar.

— Espera, ¿qué haces? — se removió, buscando zafarse, asustado.

— Ya es momento, omega. Simplemente obedeceme, y quedate quieto.

Se paralizó ante la voz — N-No, no, por favor... — tembló, comenzando a llorar. — ¡Bogum, no lo hagas, no lo hagas! — suplicó. — ¡¡Por favor, por favor!! — alejó su cabeza cuando sintió al alfa cerca — ¡Es la única cosa, es la única cosa, por favor!

Bogum sólo bufó — Te sentirás mejor después de esto.

— ¡No, no! ¡Haré lo que quieras, pero no me quites esto, por favor!

Por más que suplicó y lloró, Bogum hizo caso omiso.
El omega pegó un enorme grito desesperado, y su tristeza fue tal, que ni siquiera su lobo se sintió cómodo, a pesar de que deseaba unir lazos con su alfa.

Ya no importaría nada, ese alfa borró a Yoongi de su cuerpo.

—🌐—

— ¡Hyung!

Ambos se detuvieron al oír aquel grito haciendo eco en el ahora club vacío, pues, todos estaban en una lucha fuera de éste.

— Lo oí... — dijo con el corazón latiendo fuertemente — Algo le pasó a Jimin — Comenzó a correr hacia el lugar, escaleras arriba.

Jungkook lo siguió, pero un estruendo se escuchó tras él: la puerta principal se abrió, debido a dos cuerpos que chocaron contra ella. De pronto, las peleas que sucedían afuera, siguieron su camino hacia adentro.

La vista era increíble. Licantropo contra licantropo, olores que se mezclaban y uno no podía distinguir quien era quien.
Los ojos de Jungkook viajaban de un lado a otro, viendo cómo esos lobos se destrozaban entre sí.

Gritos de dolor, heridas tanto leves como graves. Realmente la gente que vivía en los terrenos de Bogum, estaba enfadada; y aquellos que no querían perder el poder que se les había otorgado por sobre otros, no lo entregarían sin luchar.

Pero él sólo buscó una cosa. El mundo entero perdió significado y a su alrededor no había nada. Él no quería nada más que encontrarlo.

¿Dónde estaba Taehyung?
No podía distinguirlo, no podía. La mezcla de esencias lo confundía. Pero se sentía nervioso. ¿Le pasó algo malo a su alfa?
Era obvio, no debió dejarlo luchar, a penas tenía 18.

— Tae...Tae, ¡Taehyung! — corrió hacia ellos, metiéndose en la riña. Claramente no iba a ponerse a pelear contra alfas en pleno poder, pero esquivaba y pujaba a los que se interponian en su búsqueda.
— ¡¿Taehyung?! ¡UHG! — su brazo fue sujetado por uno de ellos.

— Eres el sucio omega que vino con Yoongi. Todos ustedes son basura y van a pagar.

— ¡Muerete, idiota! — mordió el brazo que lo sujetaba, tratando de ser soltado. Pero, aunque le causó dolor, sólo provocó que apretar a más — ¡¡Aahh!! ¡¡Alfa, alfa!! — gritó desesperado — ¡¡Taehyung, ayudame!!