Bite Me, Beta

26

Jimin contó a Yoongi lo sucedido mientras él no estuvo.

— No sabía que la empresa de mi familia ayudaba a la tuya.

— Es por eso que te pido que no te enfades con tu madre por mi culpa, está bien si desconfía, ella no me conoce.

— Jimin... — Yoongi puso las manos en sus mejillas. Jimin estaba sentado en la moto estacionada y él en frente. — No es por tu culpa, es por la suya. Si estoy enfadado con ella, es por lo que hizo. Y lo digo en serio, no la perdonaré hasta obtener una disculpa.
Con respecto a lo otro, no te preocupes. No pueden cancelar nada hasta que mi firma esté en los papeles también, y no lo estará. El trato se hará y saldrán adelante.

Jimin hizo una mueca — Okey, ahora sí se verá como si realmente te estuviera utilizando.

— ¿Y qué más da? — sonrió — Si quieres usarme, hazlo. No es como si yo no estuviera recibiendo nada a cambio — sus ojos pasearon por todo el rostro del omega, que seguía viéndose perfecto ante los ojos del beta, a pesar de los magullones en él. — Mirate, mi omega, digno de admiración...

El castaño se avergonzó y le dio un golpe en el hombro, cubriendo su boca después — ¡Yoongi! Estás poniendote muy meloso, ¡me da pena!

Yoongi rió y tomó sus manos, apretandolas. Se inclinó hacia él y dejó un pequeño beso en sus labios.
— ¿El omega más desvergonzado que he visto en mi vida, se pone tímido por unas simples palabras? Dame el nombre del fanfic. — se burló.

Lo miró dulcemente — ¿Por qué te gusto? ¿Por qué yo? — preguntó de repente, poniéndose serio.

— Porque eres fuerte y valiente...

— De nuevo con eso, Yoongi, no lo soy. — dijo entre medio de una risita. — soy fragil y un llorón. Ni hablar del miedo que siento al enfrentarme prácticamente a todo en esta vida.

— Jimin, ser fuerte no significa que eres inquebrantable. De hecho, eres tan fuerte que te rompes, pero aún así, cada uno de tus fragmentos siguen adelante. Eso no quita tu fortaleza.

— Yoongi... — su voz se quebró.

— Y ser valiente no es no tener miedo, sino enfrentarte a ellos. Recuerdalo. Tú estás poniendo empeño en eso.

— Sí, bien, me enfrenté a ellos, ¿pero qué logré? Más problemas aún.

— No se trata de lo que lograste, sino de lo que superaste. Ya no le temes a tu padre, ¿no es así? Lo que te ha hecho, ya no te perturba, ¿no me contaste eso?

— Es lo que creo ahora, es decir, ya no le temo... — respiró hondo. — Yoongi dame otro beso.

Min rió suave y se acercó, besándolo del mismo modo. Jimin rodeo su cuello en un abrazo y presionó más.
Un ruido aguado después, y el beta traía una sonrisa de oreja a oreja. Ambos se miraban de un modo sumamente dulce. Yoong estaba perdido, como si no existiera nada más a su alrededor. Con Jimin a su lado, su vida comenzaba a tener una dirección y un nuevo sentido. Ya no estaba cansado ni aburrido, él estaba empezando a ver las cosas de otra manera, más allá de lo monótonas y aburridas que eran antes para él.
— ¿Qué? — preguntó Jimin ante la manera en que lo veía.

— Definitivamente, yo soy el que sale ganando aquí.

— Yoongi, en serio me da pena cuando te pones así... — inclinó su cabeza — Pero cómo lo adoro — se acercó y lo besó de nuevo.

— Gracias, Jimin... — pronunció en sus labios.

— ¿Y eso por qué?

— Por darle sentido a mi vida.