Bite Me, Beta

7

—Conocí a un beta... —Jimin cubrió su rostro con la almohada.

—Oh... ¿Eso es algo malo? — Taehyung ladeó la cabeza, no entendiendo porqué Jimin se escondía.

—¡Lo es! —la bajó — Lo es porque... —miró el abrigo militar que estaba a los pies de su cama. — Creo... Creo que tengo una obsesión con su olor...

Taehyung alzó las cejas —¿Sentiste su olor? No es posible, un beta casi no huele.

—¡Te digo que sí! El olía a coco. — se estiró para alcanzar la campera y la llevó a su pecho.

—¿No sería el olor a shampoo? — el castaño trató de tomar la campera, pero un manotazo fue lo que recibió.

—¿Quién te dio permiso? —se aferró más a ella.

—¡Hey! —sobó su mano. — Dijiste que no era tuya, así que tampoco te hagas el dueño. A demás, sólo quería oler.

—Oh... Está bien... —la extendió, pero no dejó que la tomará él — Huele.

Taehyung acercó su nariz.
Por más que intentara, no sentía aroma alguno, sólo un ligero tono a —¿Vinagre?

—¡¿Vinagre?! —Jimin lo olfateó largo — ¡Es coco!

—Es ligero, pero estoy seguro que huele a vinagre. Mamá lo usa siempre en las comidas.

Jimin puso cara de asco — Tú no sabes nada. —miró hacia la puerta. —¿Crees que mamá me deje salir mañana? Ella podría convencer a papá para permitir que me acompañes.

— Ay, no sé. No soy un alfa tan poderoso, tú padre no confía en mí ni para cuidar a las gemelas.

—Pero mamá sí, ella dijo que si se lo pedía, me dejaría.

— Bueno —sonrió —¿Y a dónde iremos? ¿Compraremos algo de ropa? ¿Es así? ¡Ya sé! Vamos a espiar a las Kim, unas fotos más y ya podré armar mi álbum.

—Aish pareces un puberto.

— Apenas tengo dieciocho — abultó su labio. — Tengo edad para espiarlas, ¿o no?

— Pues yo ya no quiero hacer eso... Sólo quiero, quiero ir de nuevo a, a ese lugar.

—¿Cuál? —frunció el ceño —¿Con el beta?

—Se llama Yoongi, ¿ok?

Taehyung comenzó a reír a cámara lenta —¡¿Es broma?! —se carcajeó tirándose al colchón — ¿Esto es amor?

—¿Qué dices? — le dio una patada —¡Yo apenas lo conozco!

—Auch. —se sentó —¿Y entonces? Tienes la posibilidad de salir y quieres encontrarte con un beta que apenas conoces.. Eh... ¿Yogi?

—¡Es Yoongi! — le arrojó una almohada.

—¿Quién es Yoongi? —su padre entró sin golpear.

Taehyung se levantó rápido de la cama, parándose a un lado.
— ¿Te importaría golpear antes de entrar? — preguntó con fastidio, mas midiendo su tono.

—¿En mi propia casa? No lo creo. ¿Quién es Yoongi? —volvió a preguntar.

—N-Nadie.. —susurró.

—¿Cómo dices?

— Es un amigo mío. — contestó Taehyung —... Señor.

—¿Y qué tiene que ver con mi hijo?

— Es... Le contaba a Jimin sobre él..

—¿Es así, Jimin? ¿Dejarás qué Taehyung hable por ti? —se acercó a él. El menor lo miraba temeroso. — ¿Está mintiendo? ¿Por eso tienes tanto miedo? Apestas a él.

—Él no está mintiendo.. —trató de tranquilizarse — Es la verdad, sólo, es sólo que tú me, tú me asustas.

Su padre sonrió.
—Es mejor que me temas, porque así sabre que entiendes lo que pasará si llegas a mentirme. —dejó ver sus colmillos.

—Es la verdad.

—Si es así, —miró a Taehyung — traelo, quiero conocerlo.

—¡No!

El señor Park frunció el ceño, viendo a su hijo —¿Y por qué no? — Jimin tragó saliva nervioso — Es porque nada de eso es cierto, ¿verdad? — se apresuró hacia dónde estaba Taehyung y tomó su brazo con brusquedad.
—¿Eso quiere decir que este remedo de alfa estaba mintiendome en mi propia casa? ¡¿En mi cara?! —gruñó a centímetros del rostro de Kim. Éste cerró los ojos con fuerza.

—¡No!

—¡¿Entonces?! ¡¿Quién es Yoongi y qué tiene que ver contigo?! —empujó a Taehyung, provocando que caiga al suelo, frente a él. —¡Di la verdad por una maldita vez en tu vida, omega, o juro que la familia Kim terminará en la calle! —puso su pie sobre Taehyung.

—¡¡Basta!! ¡¿Quieres la verdad?! ¡Yo realmente te odio, detestable alfa!

La bofetada que su padre le dio, lo dejó acostado en la cama.
— Ingrato. —dijo entre dientes, liberando a Taehyung — Ambos son unos ingratos. Levantate, perro sucio, animal asqueroso, tienes suerte de que sienta empatia por tu pobre familia, o ya estarían en la calle. Pero creeme que recibirás tu castigo. —Taehyung se levantó lentamente, con la cabeza gacha. — Rodearte a ti con ésta clase de gente fue mi error. —Jimin quiso negar, pero ni siquiera tenía el valor de sentarse. — Pulgoso, ve a tu habitación, será tu última noche en esta casa.

Taehyung alzó la cabeza, mirándolo realmente como si fuera un cachorro, desvió su mirada hacia Jimin, pero éste sólo escondió su rostro en el colchón, aferrándose a las cobijas.
El alfa menor se enderezó y tronó su cuello, mirando sin expresión alguna al Sr Park —Sí, señor...— se alejó, saliendo de la habitación.

Jimin sintió el colchón hundirse, pero no se atrevió a mirar. Sus mechones castaños fueron sujetados con brusquedad y de un tirón, ya estaba mirando a su padre.
—Repitelo ahora, sucio omega. —Jimin negó. — ¿Me odias? —rió — No sabes lo decepcionado que estoy de que mi hijo sea un omega. Pedí un guerrero como yo, pero la vida me dio a un... La vida se rió de mí —lo soltó bruscamente y se alejó. — Al menos, cumple bien tu rol en el mundo y obedeceme. —salió del cuarto, azotando la puerta.

Jimin comenzó a llorar y su mirada se desvió a esa prenda.
Nuevamente la agarró y se acurrucó con ella.
Yoongi ni siquiera lo conocía y ya lo había salvado, dado cobijo y apoyo.
Vivió con su padre toda su vida y, aunque tenía una casa y comida, no había amor en ella. Siquiera una calidez, siquiera unas palabras que le hicieran saber que él era valioso.

Siempre llegaba a la noche demostrando lo imperfecto que era para el mundo en el que se había criado.