Pov Narrador
Después de esa pequña platica comenzaron a caminar de nuevo.
Caminaban a la par, mientras la hermana Elizabeth veía con asombro y felicidad el pueblo, Meliodas solo mantenía la vista relajada al frente, con los brazos en su nuca, y observaba cada cosa que la albina le señalaba.
Todo estaba en calma hasta que a ella le surgió una pequeña duda.
- Sir Meliodas- él la volteó a ver.
- Si dime- contestó calmadamente.
Dio una pequeña risa.
-Por lo que he notado, usted es muy conocido por las mujeres de aquí- lo volteó a ver con una sonrisa juguetona- ¿No me diga que es usted un muejerigo?
Él sonrio de manera divertida.
- No soy un mujeriego, aunque esas mujeres al parecer si quieren que lo sea.
Ella inclino su cabeza a un lado sin entender.
-Lo que pasa es que hay ocasiones en que ayudo mucho en este pueblo, para ser más específicos soy quien saca a los criminales de aquí.
Ella volvio a sonreir.
-Ahora comprendo mejor, normalmente a las mujeres nos atraen los hombres fuertes y sin miedo- dio una risa delicada- aunque, si me preguntaran, preferiria conocer a esa persona, los mejores hombres son aquellos que tu misma decubres con el tiempo.
Él rió.
-Estoy de acuerdo aunque en mi caso es con mujeres.
En otra parte
Pov Mael
Recargue mi espalda en el asiento de mi oficina y di un gran suspiro.
Por fin termine, estar con estos papeles todos los días me estresa mucho.
Por lo menos ya puedo darme un pequeño descanso. O eso fue lo que creí hasta que escuche a alguien tocar la puerta.
-¡Adelante!
-Buenas tardes Mael.
Me sorprendí un poco al ver a Ludociel aquí, aunque tambien me preocupa.
Cuando me visita siempre son por unicamente dos cosas.
O viene para hablar un poco de la familia o para comunicar algo malo.
Y por su cara y las cosas que estamos pasando, es más que evidente que no se trata de una charla tranquila.
-Toma asiento Ludociel- se acercó y se sento frente a mi quedando cara a cara- ¿Y ahora qué?
Pregunté con desdén mientras pasaba mis manos por mi rostro.
-Queria preguntarte ¿donde está la hermana Elizabeth?
Me sorprendio un poco su pregunta, él deberia saberlo.
-En donde acordamos, con la madre Teresa en Danaford.
Él suspiro pesadamente.
-Tienes que ir con ella.
-¡¿Eh?!- abrí mis ojos como platos-¿Por qué?
-Solo hazlo.
-No me des ordenes así, te das cuenta que si voy ella pensara que no confiamos en ella .
-No importa, tienes que ir a vigilarla ahora.
Devolvi la mirada con el seño fruncido.
-Si y una vez que ella me vea, ¿qué le digo? o ya se "Oooh hermana Elizabeth vengo con usted porque nos dimos cuenta de que usted no sirve para esto"- dije eso haciendo expreciones exageradas.
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El octavo pecado (meliodas x elizabeth)
FanfictionTras una duda nacida de unos pequeños, su abuela decide contarles un relato de una mujer, que gracias a su pecado se convirtio en la puerta del infierno y el cielo. ¿Cual fue su pecado?