Nunca sabes lo fuerte que eres
hasta que ser fuerte es la única
opción que te queda.
- Bob MarleyPov Elizabeth
Mi cuerpo lo sentía muy relajado, excesivamente relajado, me sentía como una pluma que es aplastada por una roca.
Sin poder moverse, sin poder salir, sin poder ser libre.
Y, bueno, para ser honesta no estaba tan lejos de ello.
Solo podía mirar.
Me encontraba en el fondo de una especie de mar, muy al fondo podía divisar un especie de barco hundido, destrozado y cubierto de moo. Supongo que por los años quedó así.
Solo sabía eso, a pesar de estar en el agua, y estar literalmente aplastada por su peso, el cuál me impide el movimiento de mi cuerpo, podía ver las cosas claramente, podía respirar sin dificultad, podía entender todo, lo cual me era extraño dado que si esto fuera real, estaría ya en la locura.
Quería salir, no sabía cuánto tiempo llevaba aquí, lo único que recuerdo es a Sir Meliodas y a la madre Teresa tratando de alcanzarme, para que yo no cayera, y a esa voz misteriosa la cual no he escuchado en ningún momento desde que estoy aquí.
No comprendo esto.
Si bien la confusión era obvia, no significaba que pudiera reflexionar o eso creía.
Estar en este lugar, me provoca un deje de dolor y nostalgia.
Una sensación mezclada con adrenalina y miedo.
Esa sensación de que algo te apasiona pero te da pánico demostrarlo.
Tan familiar y a la vez tan extraño.
- ¿Se está divirtiendo señorita? Jajaja, ¿No es algo fascinante esto? ¿No le provoca curiosidad?
Me encantaría responderle, pero me temo que no puedo hablar.
- Ya veo, no puedes responderme ¿verdad? Ojalá y así te quedarás, pero no es tan divertido si te quedas callada. Permítame ayudarla señorita.
Con esas palabras y su típica risa siniestra, mi visión dió un giro tan rápido que me aturdió.
Al calmar mi vista, me encontraba en un muelle muy viejo.
Sorprendentemente mi ropa no estaba mojada.
Odio está sueños. Estos típicos suelos que sientes que estás tú, lo vives, pero en si, no puedes hacer nada más que dejarte llevar.
Son horribles.
- ¿Cómo puedo divertirme sabiendo que estaba en el fondo del agua sin poder moverme? - Alce mi voz lo suficientemente fuerte como para que me escucharan hasta las aves, aunque no hay ni rastro de una solo animal.
Una risa profunda se escuchó de fondo.
- Creí que te gustaría este lugar. Después de todo, en un momento de tu vida fue tu pasión estar aquí.
Mi cara cambio completamente, y puse una expresión de completa confusión.
- ¿De que hablas? Si bien he estado en el mar, nunca lo considere como algo que me apasionara.
Debo admitir que la primera vez que mi padre me llevo a ver el mar, llore, pero ¡vamos! cualquiera lloraría al ver algo tan hermoso como un paraíso delante de tus ojos.
Aún así, nunca lo considere algo apasionado como para estar todo el tiempo junto a esto.
Una risita sarcástica.
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El octavo pecado (meliodas x elizabeth)
FanfictionTras una duda nacida de unos pequeños, su abuela decide contarles un relato de una mujer, que gracias a su pecado se convirtio en la puerta del infierno y el cielo. ¿Cual fue su pecado?