capítulo 14

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Pov Narrador

En una pequeña casa, que se encontraba escondida en el bosque pero cerca de la iglesia, estaban cuatro personas con un poco de té y listas para comenzar la conversación que los trajo ahí.

-Bien, somos todo oídos- mencionó Meliodas, sentado en uno de los sofás, y con la mirada sería.

Mael suspiro.

-El sello, está a nada de romperse.

Hubo un poco de silencio.

Cosa que él tomo como una invitación para continuar.

-Hace no mucho tiempo, tuve una conversación con Ludociel, me dijo que Elizabeth estaba en grave peligro, y, que para poder protegerla, tenía que venir aquí.

-¿A qué se refiere con que ella está en grave peligro?- pregunto Queing.

Está vez, Teresa contestó.

-Apenas se supo que el sello estaba corrompiendose, todos los padres, madres, sacerdotes, entre otros más, estamos haciendo lo posible por evitarlo.

-¿Por qué no nos dijeron nada?

"Aunque eso explica la energía negativa qué emana en los alrededores"

Pensó.

-La verdad no creíamos quedé fuera algo grave, pensamos quedé podríamos manejarlo pero........

-Parece ser que de, alguna u otra forma ellos han conseguido las demás piezas- dijo Mael mientras daba un sorbo al té.

-No entiendo del todo- mencionó Queing un tanto confundido- y aún así ¿Qué tiene que ver esto con la hermana Elizabeth?

-Ella es la última pieza que necesitan para romper el sello- dijo el capitán cruzado de brazos, con la mirada diera y sería.

........

-¡Bien! No es mucho pero algo es algo- suspiro un tanto cansada.

En aquella oficina, se encontraba una albina terminando de asear un poco el lugar.

-Por lo menos quite él polvo del suelo y muebles, con el tiempo lo iré limpiando mejor.

Observó la habitación con suma atención.

Baya que habían muchos libros y documentos alrededor.

-Bueno busquemos algo- palpo ambas manos con algo de entusiasmo.

Se acercó al escritorio que reinaba en el lugar, sentándose en la silla, abrió uno de los cajones, comenzando su indagación.

.........

-Pero... ¿En que cambia el hecho de que ella esté aquí?- preguntó Queing perceptible.

-Si te soy sincero, no tengo la más mínima idea, Ludociel me dijo que ella tenía que estar aquí lo más pronto posible.

-Por algo lo dijo.

-Eso es más que obvio, pero ni siquiera nosotros entendemos algo.

-Entonces- dijo Meliodas pasando sus brazos detrás de su cabeza como siempre- Es tendremos que verlo por nuestra cuenta, puede que hasta la respuesta la tengamos frente a nuestros pies.

-Bueno es verdad.

-Aún así, ello peligro adecua en todos lados.

-Y ahora que mencionaron lo del sello, significa que tenemos que tener toda la precaución posible.

-Si, no sabemos cómo, ni cuando ataquen.

........

Dió un gran suspiro.

El octavo pecado (meliodas x elizabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora