El octavo pecado (meliodas x elizabeth)

capítulo 19

Pov Elizabeth

Creí que este libro podría darme algunas respuestas que necesitaba.

Pero me equivoqué.....

El libro de trataba más como la opinión del autor, hipótesis más que nada, sacadas de algunas creencias, rumores y una que otra historia contada hace tiempo.

¡Ni siquiera se encuentra en orden cronológico!

Respire profundamente para relajarme, y observé la ventana.

El cielo estaba oscuro, la luna menguante daba todo su esplendor.

Es obvio que ya era pasada la madrugada.

Me levanté de la cama y coloqué el libro en uno de los cajones de la mesita del cuarto.

Bueno, aún así tampoco lo iba a dejar a la vista.

Regresé a la cama, sentándome a un costado de está.

Mi vista no dió un punto fijo.

Comencé a reflexionar de algunas cosas de hoy.

Empezando con el libro.

Me a dejado muchas dudas.

Si bien. A pesar de que era más el punto de vista del escritor, contenía cierta información importante de la guerra santa.

Un ejemplo es cuando mencionó la traición de los reyes hacía sus respectivos clanes.

El sello que se utilizó para acabar con los demonios, o más bien tenerlos controlados.

Al igual que los objetos vinculados a él para romperlo.

Aún así.......

Sacudí mi cabeza.

Es mejor irme a dormir. No sirve de nada estar pensando en esto. Por más que mi cabeza le de vueltas, jamás conseguiré las respuestas que busco.

Dejé caer mi cuerpo en la cama y mi cabeza en la almohada, lo sentí relajarse por completo.

Realmente necesitaba descansar.

Me gire y vi nuevamente la ventana.

Ahora que recuerdo.

Los preocupe a todos.

Sin mencionar el comportamiento extraño y desesperado de Noroi.

Era como si sintiera algo.

Y no se equivocaba del todo.

Ah.....

Me hubiera encantado consolarles y explicarles lo que había soñado.

Pero no tenía el valor suficiente.

También no lo entendí del todo y me ponía nerviosa de cierta forma.

Entre el silencio que reinaba la habitación y la pasiva obscuridad que era alumbrada solo por la luz lunar, logré conciliar el sueño.

........ No sé cuánto tiempo pasó.

Un frío inexplicable se apoderó de mí cuerpo, ocasionandome escalofríos.

Trate de abrir los ojos, parpadeando variar veces en el proceso, acostumbrándome al cambio repentino de iluminación.

Miré a mi alrededor.

No otra vez.

De nuevo un espacio negro y vacío.

Supongo que ya debería ser una costumbre que apareciese aquí.

Comencé a abrazarme a mi misma, tratando de disminuir, por más tonto que sea, el frío que me recorría.