Pov Narrador
-¿Capitán?- preguntó confundida la albina.
-Hola madre Teresa- dijo él, mientras alzaba una mano y la movia en forma de saludo- cuanto tiempo sin vernos ¿no lo cree?-soltó una risa divertida.
-Si la verdad si- camino hasta ellos- No me esperaba en absoluto verlo por aquí.
-No tenía idea que conocía a Sir Meliodas- dijo la hermana inclinando un poco su cabeza- Aunque, bueno el que él sepa su nombre desde que lo conocí y sin mencionar que este pueblo es pequeño, también el hecho de que sea la única mujer en esta iglesia.
Ella río, y ambos posaron su mirada a ella.
-Lo conozco desde hace mucho tiempo atrás, incluso antes de que me convirtiera en madre.
-Oh ¿enserio?-preguntó con asombro.
-Sí, pero esa es otra historia-fijó su mirada en él-¿Qué lo trae por aquí?
-Solo acompañe a la hermana Elizabeth aquí- dijó mientras que posaba sus brazos sobre su nuca de manera relajada.
-¿Y, por qué?
-Nos encontramos por casualidad, le mostre un poco el pueblo hasta que oscurecio.
-No medimos el tiempo, de verdad que lo siento.
-Como estaba muy solo el lugar, decidí acompañarla para que no le pasara nada.
-¿Estás seguro?- preguntó la castaña entrecerrando los ojos, a modo de interrogatorio.
-Sí, completamente seguro.
-No habras hecho algo que haya sobrepasado los límites ¿verdad?
-Puedes estar tranquila Teresa, no hice nada- dijo alzandose de hombros, mientras ponía ahora sus manos en los bolsillos de sus pantalones- bueno me encantaría estar con ustedes más tiempo charlando, pero ya está oscuro, así que debo de ir a descansar.
Ella suspiro.
-Bueno, me agrado verte, aunque muy poco tiempo, nos volveremos a ver capitán.
-Sí claro, de eso no dudes.
Ambos se vieron fijamente, mostrando una mirada desafiante, como si estuvieran esperando que alguno de los dos atacara en el acto, para comenzar una batalla y no de las más amistosas que se pueda decir.
Una voz, un poco temerosa rompió el incomodo momento.
Ambos voltearon a verla.
-Bu-bueno, creo que deberiamos dejar a un lado esto, al menos por hoy ¿no... lo creen? ya esta oscuro, y.. deberiamos descansar los tres.
-Si, bueno Elizabeth hay que irnos a dormir, sera un día algo pesado mañana- mencionó Teresa, comenzando a caminar directo a la casa detrás de la iglesia.
Cuando desaperecio de la vista de Meliodas y Elizabeth, ella dio un suspiro.
-Me encantaría saber si ustedes se llevan bien o no pero... Se que eso no es asunto mío- sonrío y volteo a verlo, mientras se acercaba a él.
-No es eso, es algo complicado de explicar- se rasco la cabeza- pero tiene algo que ver contigo en cierta forma.
Ella abrío los ojos de sobremanera.
-¿Co-conmigo?pe-pero ¿Por qué?
Él sonrío y le devolvio la mirada.
-Nada solo ignorame, lamento que hayas tenido que ver eso- dijo mientras se cruzaba de brazos, y ponía rostro pensativo.
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El octavo pecado (meliodas x elizabeth)
FanfictionTras una duda nacida de unos pequeños, su abuela decide contarles un relato de una mujer, que gracias a su pecado se convirtio en la puerta del infierno y el cielo. ¿Cual fue su pecado?