I'm gonna bite you [ KookMin ]

Culpa

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La familia Kim había tenido varios altibajos, algunas cosas aún tocaban su fibra sensible, en especial para el mayor de ellos, a quién no siempre le tocó la parte positiva, sin embargo, aun cuando miles de situaciones habían herido a su corazón jamás sintió algo como la amarga traición, entonces, ¿por qué a su hijo le tocaba aquello? Mientras más tiempo sostenía su mirada sobre la del conejo, peor se sentía.

Los Kim eran fuertes, los Kim tenían sentimientos reales, mas Jin sabía que su pequeño terminaría destrozado producto de su propia bondad. El tigre era un ser puro, no cabía dudas ante aquello, su amor era sincero y no había mentiras en que éste apoyaría al calicó aun cuando lo rechazara, no obstante, todo cambiaría cuando se enterase que su pareja no era otro que su mejor amigo. Podía no ser una infidelidad, pero apostaba a que sabía igual de agria que una.

El adulto suspiró echando su cabeza hacia atrás.

–No puedo creer que le hicieras esto a mi hijo. – Pronunció con seriedad. – Se suponía que era tu mejor amigo. –

El castaño mordía su labio inferior, empuñando sus manos, ¿cómo podía estar cuestionándole eso?

–Taehyung es mi mejor amigo. – Corrigió Jeon de manera desafiante. – El que haya marcado a Jimin y sea mi pareja no cambia nada con Taehyung. –

–No trates de mentirme o mentirte a ti mismo. – El de hombros anchos frunció el ceño, controlando su propia voz para evitar una discusión que pudiese pasar a mayores, considerando que el felino todavía debía descansar. – Vas a destrozar a Tae y lo sabes... ni siquiera pudiste detenerte a pensar un poco en él, y en lo que te confió cuando te dijo de sus sentimientos hacia Jimin. –

La culpa empezaba a instaurarse en el interior del conejo, carcomiéndolo de manera lenta.

–Y-Yo... – En verdad quería defenderse, mas no tenía palabras válidas para ello.

–Tú abusaste de su confianza y lo traicionaste. – Continuó el mayor. – No fuiste capaz de decirle la verdad... Tata es demasiado bueno, estoy seguro que te hubiese apoyado, pero aun así guardaste silencio y actuaste a sus espaldas. – La decepción era más que notoria en su voz, incluso las lágrimas se acumulaban en las orillas de sus ojos, conteniendo sus malas emociones. – Acabas de herir a mi hijo de la peor manera, Jeon. –

Y sólo cuando el Seokjin pronunció el apellido del híbrido, pudo sentir como su mundo se venía abajo, los Kim ya no confiarían en él. Realmente un híbrido no tenía derecho a ser feliz... e incluso si tuviese el derecho, ese simple deseo acarrearía una enorme desgracia.

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Namjoon bebía su vaso de agua con lentitud, mirando de reojo a la pelinegra, quien, a su vez, se mantenía entretenida con la vista en la ventana.

–Gracias de nuevo, y perdón por las molestias. – El moreno, dejó el vaso en la mesita frente a él, esperando que por una vez en su vida su torpeza se mantuviese al margen.

–Todo amigo de Irene es amigo mío. – Dijo Seulgi para por fin voltear hacia el contrario. – Pueden dejar al calicó aquí el tiempo que consideren necesario. – Siguió, encogiéndose de hombros. – No hay problema con ello. –

–No queremos abusar de su hospitalidad. – Las comisuras de sus labios se elevaron en una ligera sonrisa y sus hoyuelos se marcaron con sutileza. – Si no es mucha molestia, sólo deseamos esperar a que se despierte... luego veremos cómo solucionaremos todo esto. –