Despertador

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*Maratón: 2/4*


Oscuras ojeras decoraban el pálido rostro de Jimin quién continuaba siendo abrazado por su dueño, no había logrado pegar un ojo en toda la noche, la incomodidad de sentir las frías manos de Jung por su cuerpo lo hacían sentir mal. ¿Siempre había colado sus falanges bajo su ropa para tocar su vientre y espalda? Durante toda la noche trató de mirar hacia el pasado para encontrar respuesta a esa pregunta, sin embargo, no podía recordarlo. Pero eso no quitaba que se sintiese incorrecto, él no quería esos toques, mas sabía que no podía negarse a ser mimado.

Quedaban menos de cinco minutos para las seis de la mañana y en la morada Jung no hacía falta el sonido de una alarma, pues cada vez que tenían que pasar tiempo separados de manera casi automática el pelirrojo se despertaba con el sol. Como buen gato, detestaba que lo despertasen temprano, empero en aquella oportunidad sólo esperaba que Hoseok abriese sus ojos y decidiese comenzar con su rutina, ¡él hasta ayudaría con el desayuno! ¿No estaba siendo muy desagradecido? Un suave ronroneo se le escapó ante sus propias ideas, bajando las orejas para luego elevarlas ante la risilla que se escuchó del cuerpo tras él.

–Que buena forma de despertar. – Comentó el pelirrojo aumentando el agarre del abrazo, apegando el ligero cuerpo ajeno al suyo.

–Ho-Hobi-hyung. – Tragó saliva buscando relajarse, enrollando su cola tricolor en su abdomen esperado que los brazos ajenos lo suelten. – Buenos días. –

–Buen día, Chimmy. – Un suave beso en las rubias hebras de su felino fue suficiente para posteriormente soltarlo y así sentarse en la cama, extendiendo sus brazos para eliminar toda la pereza de su cuerpo. –Momento de comenzar el día. –

–Mh. – Asintiendo, el menor giró su cuerpo para quedar boca abajo y así estirar su espalda, moviendo su esponjosa colita. -- ¿Pongo a lavar la ropa, hyung? –

–Oh, claro. – Sus ojos se encontraban perdidos en la imagen de su felino. Era ilegal que fuese tan perfecto. – Yo prepararé nuestro desayuno. –


🐾🐾🐾🐾🐾


–¡¿Qué mierda, Jungkook?! – El de cabellos celestes se levantó del suelo, recogiendo su almohada con el ceño claramente fruncido.

–Es tarde, Yoongi. – Contesto con simpleza encogiéndose de hombros para remover el rociador de agua con su diestra. Había aprendido algo muy útil de Kim Seokjin.

–Son las jodidas once de la mañana. – Gruñó acostándose una vez más para darle la espalda. – Hay cereal, no pienso hacerte el maldito desayuno. –

–No quiero desayuno. – El conejo comenzaba a perder la paciencia, sus orejas se apegaban a su castaña cabellera y su ceño se frunció con notoriedad. – Ocupé tu tarjeta de crédito y compré una pizza a domicilio. –

–Mocoso... – El sueño le estaba ganando al mayor. No era muy saludable trabajar hasta las cinco de la madrugada.

–Yoongi. – Volvió a rociarlo, sin embargo, parecía que esta vez ya no surgió efecto. – Bien, sólo dame la dirección de Hoseok, voy a ir yo sólo. –

Pero su única respuesta fue un sonoro ronquido. Tendría que buscar otros medios para poder saciar su curiosidad y sus deseos. Estaba sumamente ansioso, se quedó dormido con un centenar de malos pensamientos cruzando su mente, no había forma de que no se pusiese paranoico cuando el mensaje que le envió al felino ni siquiera fue leído. ¿Le habría pasado algo? ¿Se habría enojado con él? ¿"Hobi" lo habría castigado o habría visto las marcas que le hizo? Había tantas posibilidades que lo último que quería era quedarse y que el número acrecentase. Suspirando con frustración, de largas orejas buscó con su mirada el teléfono de su hyung para tomarlo encogiéndose de hombros una vez más.

I'm gonna bite you [ KookMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora