I'm gonna bite you [ KookMin ]

Extravío y encuentro

Hoseok no estaba para nada contento, no cuando caminó por el pasillo del restaurante buscando a su híbrido y no lo encontró por ningún lado. La vena en su cuello era notoria y aun cuando había ido al baño a limpiar la sangre de su rostro y arreglarse ligeramente, su apariencia seguía siendo poco amigable.

Jung estaba colérico, no se suponía que las cosas acabaran de ese modo, al provocar a Yoongi la única reacción que esperaba era que saliese del local echando humo y con suerte no volver a saber de él en su vida, pero no, el maldito era un maniaco que no dudó en lanzar un golpe. Como sea, igual pudo desquitarse un poco, sin embargo, su padre no hacía que las cosas mejoraran, estaba seguro que en cuanto pisara su oficina tendría una reprimenda enorme.

Sus manos empuñadas estaban blancas por la presión, y aun cuando sus nudillos estaban un tanto hinchados, no podía contenerse, ¿por qué jodidos nadie le respondía? Incluso cuando les preguntó a las personas de seguridad, nadie tenía una respuesta concreta. ¿Para qué mierda tenían cámaras y guardias si nadie vio nada? ¡Era un maldito híbrido! ¿¡Cómo nadie lo vio salir!?

Sus fosas nasales se expandieron y fue entonces cuando cayó en cuanta, si nadie le decía nada, ¿sería algún plan de Doyoung?

– Mierda. –

Frunciendo el ceño se rindió, de seguro una vez que terminara con Min le devolvería a Jimin. Prácticamente gruñó con ese pensamiento, rayos, no quería volver a su departamento si no estaba la razón del porqué lo había comprado. La frustración lo sobrepasaba, incluso cuando salió del restaurante por el sector que le fue indicado para evitar ponerse en contacto con los demás comensales.

La limusina lo esperaba en la entrada y no dudó en subirse, mas no se dirigiría a su morada. No, tenía que sacar esa desesperación de su cuerpo y ya sabía muy bien cómo hacerlo. 

🐾🐾🐾🐾🐾

Namjoon y Seokjin suspiraron al ver como sus amigos se marchaban dejándolos ahí. Todo eso estaba demasiado mal, la gravedad del asunto era más de lo que se hubiesen imaginado, ya no se trataba sólo del extraño gusto de Yoongi por un niño, del retorcido deseo proteccionista de Hoseok, ni siquiera de la manera en que Min y Jung se trataban en relación a su pasado como amantes. No. Había mucho más involucrado en aquello y por lo que veían los Kim, había pocas opciones de salir bien parados de ello.

Seokjin suspiró y tomó la mano de su esposo, para que ambos se dirigieran a pagar lo poco y nada que habían logrado consumir. Era una cantidad exagerada de dinero, pero ya qué, al menos habían logrado detener al par antes de que se mataran o algo, y en un panorama más positivo, habían podido sacar a Jimin de allí sin que nadie lo notase.

Los humanos tenían muchos defectos, al parecer de Namjoon, y el subestimar a los híbridos era uno de ellos, pues no fueron otros sino los mismo Kookie y Taetae quienes notaron los puntos ciegos de las cámaras de seguridad puestas en el techo. Un conejo y un tigre no eran sólo pies ágiles. Aquello llenaba de orgullo a los adultos a cargo.

Al salir del restaurante caminaron un poco para disimular, el mayor no tardó en marcarle a su hijo, para poder ir por él, quizás aún era algo arriesgado, considerando que no vieron a Hoseok al salir. ¿Y si los estaba esperando?

–P-Papá... – La voz atormentada del tigre alertó al médico.

–¿Dónde estás, Tata? –

–Callejón... v-ven, Chimchim no despierta. –

–Tranquilo, respira, ¿qué tan cerca está el callejón? –