I'm gonna bite you [ KookMin ]

Punto sin retorno [Epílogo]

El ciclo de la luna hacía su aparición por sexta vez desde que Seúl dejó de parecer una ciudad pacífica. Yoongi contemplaba la inmensidad del lugar desde el cielo nocturno, el cómo los millones de faroles brillaban a sus pies compitiendo con las estrellas, ¿su país natal siempre había sido de esa forma?

Queridos pasajeros, les habla el capitán. Solicitamos que por favor pongan sus asientos de manera vertical y abrochen sus cinturones ya que nos encontramos próximos a aterrizar.

De los delgados labios de Min se coló un pesado suspiro, medio año alejado de Corea había sido más que suficiente. Sí, su contrato con la empresa no había terminado, sin embargo, la parte de promociones en América sí que lo había hecho, ¿debería sentirse así de frustrado aun cuando había sido todo un éxito? Quizás había sido demasiado rápido, después de todo, no esperaba que en su primer vuelo después de mucho tiempo, sus fans lo esperasen en el aeropuerto, así como tampoco esperaba verse a sí mismo sentado en primera clase, deseando que las horas avanzaran más rápido.

Era famoso, mucho, y por su música, ¿acaso no era aquello lo que había anhelado por tanto tiempo? No.

Dando un último vistazo a su teléfono, releyó aquel informe médico que había sido enviado hacía una semana atrás. El actual rubio frunció el ceño y mordió su labio inferior luchando contras las lágrimas acumuladas en sus ojos. ¿Por qué? ¿Tanto lo odiaba Hoseok como para que la empresa le negara la posibilidad de volver a Corea en cuanto falleció su madre? ¿Lo habría estado grabando para disfrute personal durante toda esa semana? ¿Sería feliz al verlo sumido en la miseria de la soledad e impotencia?

El rapero mantuvo sus emociones al margen, sentándose para acatar las órdenes del encargado de vuelo. Era necesario que se desconectara, estaba solo y no había forma de cambiar aquello, al menos esperaba que Jeongguk estuviese lo suficientemente tranquilo ahora que era libre. Sacudió sus rubios cabellos y volvió a tomar algunas notas mentales.

Iba a pisar Seúl y después varias otras ciudades, haría que su nombre resonara por todas partes en Corea del Sur. Definitivamente Jung Hoseok sabría que ya no se estaba metiendo sólo con un desconocido compositor, oh, por supuesto que no, ahora lamentaría haberse metido con Agust D.

🐾🐾🐾🐾🐾

La humedad de presente en Hakone, sólo indicaba que aquella noche no se salvarían de la lluvia. Taehyung desvió la mirada hacia el cielo por breves segundos, procurando que sus dedos se moviesen con mayor rapidez, tenía que apresurarse si es que deseaba terminar aquel cuadro esa misma tarde, de lo contrario, tendría que improvisar o comenzar de nuevo al día siguiente, después de todo, si los chubascos hacían acto de presencia, la vista dejaría de ser la misma.

El tigre inhaló con profundidad y mezcló los colores en su paleta antes de volver a trazar algunos detalles en su pintura. Los toques sutiles eran sin lugar a dudas lo que más le fascinaba hacer, sí, realmente no era un estudioso o poseía una técnica perfecta de óleo, acuarelas o acrílicos, sin embargo, si lo que se reflejaba hacía latir su corazón con fuerza entonces podía sentirse satisfecho.

–¡Wooow! ¡Entonces es verdad! – Se escuchó un grito no muy lejos del árbol en el que Kim permanecía pintando. – En verdad eres, Vante, ¿no? –

El chico permaneció en silencio, controlando lo mejor posible sus deseos de gruñir, sin dejar de pintar, procurando darle un poco más de brillo a las copas de los árboles que había pintado en la parte izquierda de su pequeño lienzo.