Sakura se levantó con un dolor de cabeza que no era ni medio normal. Enseguida se aplicó chakra y las memorias de la noche anterior vinieron a su mente.
- "Por cierto Naruto, me gustas",- pausa- "es broma".
- "Naruto, tu masculinidad ha aumentado a nivel dios desde que eres adulto. Seguro que debes cargar a Hinata así hasta vuestro dormitorio y empezar a acariciarle la oreja así".
- ¡No puede ser!- exclamó poniéndose las manos a la cabeza.- No me lo puedo creer, ¡soy imbécil! ¿Como pude comportarme de aquella manera con Naruto?
No sabía que hacer. Creía que Naruto ya no querría dirigirle más la palabra, y con razón. Había sobrepasado el límite de borracha idiota que decía tonterías, había cruzado un poco una línea que había sido infranqueable entre ellos dos desde que se casaron con sus respectivas parejas. La línea que antes cruzaban sin repercusiones. Un poco más Naruto, aunque ahora pareciera imposible. Aún recordaba todas aquellas veces que le había gritado por ser tan pesado de querer ir con ella a una cita o el simple echo de decir que era su novia cuando no era verdad. Eso en el presente era impensable, como era de esperar. En realidad ella también había cruzado la linea varias veces de joven, pero por motivos externos o momentos importantes. Una tristeza extraña se posaba en su vientre al darse cuenta de que nunca más viviría tantos momentos con Naruto, y nunca más querría invitarla en un cita.
Llegó a la oficina del Hokage muy temprano. Había decidido ir a disculparse como mínimo y darle las gracias, aunque estaba bastante nerviosa por la reacción de Naruto. Dio varios golpecitos con sus nudillo en la puerta.
- Adelante.
Entró y se encontró con Naruto, con cara cansada leyendo papeles. Enseguida abrió los ojos sorprendido al verla a ella.
- Naruto...
- Lo siento- dijo él sin que ella lo esperara.- Ayer no había bebido tanto como tú pero también iba algo contento, y te grité por aquella broma inocente como si hubieras hecho algo muy malo, lo siento mucho.
- ¿Qué? ¡No! La que debería disculparse soy yo, por actuar de aquella forma. No sé como tuviste la paciencia de aguantarme.
- Estoy acostumbrado- le dijo riendo con su habitual sonrisa, a lo que ella no pudo evitar reír también.- No te preocupes Sakura, no fue nada, enserio puedes estar tranquila. Yo exageré demasiado mi reacción.
Se quedaron mirando unos segundos a los ojos con una sonrisa, en un silencio que para nada era incómodo, más bien al contrario.
- Bueno, pues entonces debería ir ya al hospital, ¡nos vemos!- se despidió Sakura amablemente.
- Adiós Sakura-chan- escuchó decir a Naruto detrás suyo mientras abría la puerta.
Llegó al hospital de buen humor y empezó con su rutina diaria de mañana. Se sentó en la consulta y empezó a recibir pacientes con diferentes síntomas.
- ¿Entonces dices que los mareos no han cesado desde que te diste ese golpe en la cabeza?
- Así es- le contestó una chica joven.
De repente la puerta corredero de la habitación se abrió de un golpe.
- Doctora Uchiha, la necesitamos de inmediato en la sala de operaciones. Tenemos una emergencia- le dijo un enfermero casi gritando.
- De acuerdo, atiende esta chica mientras.
Se puso los guantes de goma que llevaba en los bolsillos y caminó a paso rápido por los pasadizos del hospital. Enseguida encontró un montón de enfermeras mirando dentro de la ventana que daba a la sala de operaciones.
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Los verdaderos sentimientos de Sakura
RomanceSakura florece como la flor que representa su nombre. Desde su más tierna infancia ha sentido un gran amor por Sasuke, él lo es todo para ella. Pero movido por la venganza que llena su corazón, decide partir con Orochimaru y cambia. Sin embargo ese...