Capítulo 9: Pasado y presente

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Sakura se despertó por el contacto de la manta resbalando sobre su piel. La noche anterior llevaron a Sarada de nuevo a casa después de contarle con detalle el suceso de su desaparición, omitiendo el pasado de Sasuke y su relación con el hombre. Sakura no pudo contenerse en quedarse un rato en la cama con su hija, la había preocupado tanto con su desaparición... A media noche se levantó algo sudada y decidió volver a la cama de matrimonio junto a Sasuke para descansar mejor. Había estado prácticamente dos días sin dormir nada. Los rayos de sol entraban por la ventana. Sasuke se levantó y fue al baño. Enseguida se iría de nuevo. Sakura abrió los ojos y miró la puerta recién cerrada por Sasuke. Aún medio dormida escuchó el agua de la ducha abrirse y al cabo nada se durmió de nuevo.

La puerta del baño se abrió y volvió a despertarse. Sintió a Sasuke buscar ropa limpia en el armario y sentarse de nuevo en la cama. Sakura abrió un poco los ojos y se encontró con la espalda húmeda de su esposo. Tan solo llevaba puesta una toalla blanca en su cadera. Alargó lentamente la mano cerrando de nuevo los párpados que tanto le pesaban y acarició la espalda de Sasuke. Él se detuvo con el contacto y se giró para verla. Llevaba puesta una camiseta de tirantes blanca y de seda, que no dejaba mucho a la imaginación, pero no le importaba, al fin y al cabo ya la había visto desnuda muchísimas veces.

- Sakura, siento haberte dejado esa marca en el cuello. Estaba fuera de mí...- Dijo girándo de nuevo su rostro de espaldas a ella.

Sakura detuvo las caricias de su mano y abrió los ojos algo más despierta. Rascó sus ojos y se sentó. Se fijó en la camisa que Sasuke sostenía en su mano y se abalanzó sobre él. Abrazándole por la espalda, para cogerle la prenda de la mano.

No necesitaba decirle nada. Sabía que con aquel gesto el entendería que no estaba enfadada. Lo conocía muy bien, y sabía de sus pequeños impulsos a veces algo pasados de vueltas. En el fondo sabía que aquella faceta tan solo era la más primitiva de él, la que dejaba salir a flote cuando no pensaba bien en sus actos y se guiaba por sus instintos.

Pasó el brazo por su camisa y desde detrás suyo le envolvió en la prenda, abrazándole seguidamente por la espalda para abrochar cada uno de su botones. Le gustaba mucho su olor recién duchado. Aunque siempre solía oler bien, aún y las muchas horas que pasaba fuera de casa. Se separó de él cuando terminó y volvió a tumbarse en la cama muerta de cansancio. Vio como él se levantaba para colocarse los pantalones oscuros y después las botas de misiones. Con los ojos cerrados pudo sentir como Sasuke se giraba y se quedaba unos segundos allí de pie observándola. El colchón se hundió por un nuevo peso y de repente pudo sentir el contacto de los cálidos labios de Sasuke en su frente.

El peso del colchón desapareció y escuchó como los pasos de Sasuke se alejaban de la habitación hasta que todo quedó de nuevo en silencio.

Sakura escuchó la puerta de la habitación abrirse de nuevo. Un pequeño peso se colocó de nuevo junto a ella. Pudo notar un brazos delgados envolviéndola por la espalda, y la suave caricia de su cabello corto en el hombro.

- Mamá, buenos días- dijo Sarada detrás suyo.

Abrió los ojos y vio como el sol era mucho más cálido. Habían pasado bastantes horas desde que Sasuke se había ido. Se sentía feliz y bastante enérgica a pesar de no haber compensado todas las horas sin dormir de los anteriores días. Se giró hacia ella dispuesta a abrazarle, pero vio como Sarada se quedaba de repente muy quieta.

- Mamá...- dijo con un tono de voz extraño.- ¿Qué demonios tienes en el cuello?

Sakura abrió los ojos como naranjas y se tapó de inmediato con la mano. Se encontró con la mirada analizadora de Sarada. Era difícil mentirle a su hija, era demasiado lista.

Los verdaderos sentimientos de SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora