Los flores de los cerezos abrieron ese fin de semana.
Los medios no tardaron en contar los sucesos por la televisión. Pero el Hokage se encargó personalmente de que la historia no se manipulara de ningún modo y fuera totalmente realista, contando como la doctora Uchiha le había protegido del peligro a él y a toda la aldea, además de como había derrotado a un dios ella misma. Aunque algunos pudieran pensar que había fracasado su misión como Hokage no le importaba. Él mismo era su mayor y peor crítico en aquel aspecto.
Cuando entró en la oficina improvisada que habían montado en otro edificio y le entregó la capa a Shikamaru diciéndole que dimitía porque sentía que había fracasado y no merecía aquel puesto más, la vieja Tsunade que estaba presente en la sala sin que él la hubiera visto, casi le manda volando por los aires de un golpe que esquivó de milagro.
- Naruto, ¡¿quién crees que va a proteger la aldea mejor que tú ahora?! ¡¿Vas a menospreciar el sacrificio de mi alumna hundiéndote en el arrepentimiento?! Porque si esa va a ser tu actitud a partir de ahora, yo misma voy a acabar con tu sufrimiento.
- Tsunade-sam...-empezó a decir Shikamaru tratando de decirle que no fuera tan dura con él.
Pero ella lo detuvo con un gesto leve con su mano, como si lo tuviera todo bajo control, y Shikamaru pudo ver como Naruto, con la mirada clavada en el suelo y apretando la capa con impotencia en sus manos, se dio media vuelta y se fue de la oficina.
La aldea estaba llena de vida, muchos obreros se desplazaban de un lugar al otro con materiales para la reconstrucción de la torre del Hokage y toda la zona de alrededor. La gente seguía con su vida; paseando, en el mercado... Todo parecía seguir con normalidad, tal y como ella hubiera querido.
Poco después, aquella misma tarde, se celebró su funeral.
Naruto asistió junto a su familia, y vestido de negro a la ceremonia. Aunque fuera un día triste para todos, el cielo era azul y sereno y todo estaba lleno de pétalos rosas que inundaban las calles, los ríos e incluso llegaban a un lugar tan triste como el cementerio.
El rubio observó con detenimiento como uno de aquellos pétalos se deslizaba movido por el aire hasta caer encima de una gran placa hecha de mármol blanco donde había un nombre escrito.
"Sakura Uchiha"
Una persona ajena recitaba un bonito poema que a ella le gustaba mucho. Todos sus amigos y familiares estaban allí delante. Algunos lloraban, otros simplemente al igual que Naruto ni siquiera tenían fuerzas para eso. Pero ninguno de los genin de su generación fue capaz de decirse mucho más que hola y adiós. Sobretodo en el caso de Ino, que parecía aún no tener los pies en la tierra, y era sostenida por Sai, quien por primera vez no lucía su característica sonrisa en el rostro.
Pero entonces el Hokage, notó como alguien colocaba la mano encima de su hombro y se giró sin muchos ánimos.
- Kakashi-sensei- dijo Naruto algo sorprendido.
Kakashi estaba en teoría solucionando varios asuntos políticos que le encargó lejos de la aldea, pero nada más verlo entendió que los hubiera dejado de banda para asistir a aquella ceremonia.
- Ella merecía mucho más tiempo. No soy capaz de asumirlo aún.
- Ni yo.
- Siempre fue la alumna que más preocupado me tenía de los tres. Nunca tubo las mismas virtudes que vosotros dos, pero tenía un espíritu tan fuerte como el tuyo, nunca se daba por vencida. Aunque siempre se viera siempre por debajo de vosotros dos entrenó hasta sobrepasar sus propios límites. ¿Es verdad eso de que luchó para protegerte?
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Los verdaderos sentimientos de Sakura
RomanceSakura florece como la flor que representa su nombre. Desde su más tierna infancia ha sentido un gran amor por Sasuke, él lo es todo para ella. Pero movido por la venganza que llena su corazón, decide partir con Orochimaru y cambia. Sin embargo ese...