- Gracias doctora, ¡que tenga un buen día!
- Igualmente.
Sakura vió como el último de los pacientes que tenía en la lista por atender aquel día marchaba. Estaba bastante agotada de la larga jornada laboral diaria. Por suerte, había terminado antes de lo previsto y pudo ir a cenar con Sarada.
Se quitó la bata y se deshizo la coleta que llevaba puesta, para seguidamente masajear un poco sus hombros y suspirar con cansancio. Contempló unos segundos el paisaje nocturno que se veía a través de la ventana, pensando en qué debía hacer Sasuke en aquellos instantes.
Finalmente recogió las cosas vestida con su ropa de civil y salió de la habitación. Caminó por los pasadizos del hospital despidiéndose de algun que otro enfermero que conocía.
- Adiós- se despidió de la enfermera en la recepción.
- Buenas noches doctora Uchiha.
Salió del edificio y caminó por las calles oscuras iluminadas con varios fanales. El viento era fuerte pero hacía mucho calor, aún se encontraban en Agosto. De repente vio una figura lejana en la oscuridad del fondo de la calle. Siguió andando sin prestarle mucha atención.
- ¡Tú!- le gritó la voz de aquella figura.
Sakura la miró fijamente intentando reconocer aquella persona y siguió andando. Enseguida pudo ver sus rasgos físicos.
- Joven, ¡mi esposo no aparece por ninguna parte! Creo que ha vuelto a escabullirse. ¿No habrá visto alguien sospechoso por aquí?
Se trataba de una anciana. Tenía una estatura realmente pequeña y su cabello estaba recogido en una coleta gris. Llevaba puesta una bata de dormir y zapatillas de estar por casa. Sus ojos eran muy oscuros y su piel blanca y arrugada. La miraba con una expresión llena de ira mientras sostenía su bastón de madera.
- No, no he visto a nadie. ¿Se encuentra usted bien? Creo que no debería ir así vestida por la calle y hace mala cara.
La vieja en un movimiento tan rápido que la sorprendió, se acercó a Sakura y le dio un golpe en la rodilla con su bastón. Sakura se agarró la pierna con un quejido y la miró.
- Esas no son formas de hablar a los mayores- le dijo aquella mujer enfadada.- Usted es joven y guapa, no me extrañaría que mi marido corriera por aquí contemplando a chicas como usted.
- No tenía porqué pegarme por eso- respondió algo enfadada.- La ayudaré a buscar a su marido si así se queda más tranquila, pero no debería buscarle con estas ropas y a estas horas, podría ser peligroso.
La anciana la miró sorprendida por la proposición y sonrió con superioridad.
- ¿Crees que estás hablando con una anciana cualquiera? Soy una kunoichi retirada que luchó junto el tercer Hokage en las batallas de la aldea de la hoja. Puedo cuidarme sola...
De repente dio un paso y tropezó con una piedra para caer al suelo. Sakura corrió hacia ella para ayudarla a recomponerse.
- Déjeme ayudarle, no sea cabezota- dijo Sakura cogiéndola por la espalda.
La anciana suspiró resignada, agarró su bastón y se separó de ella para empezar a andar en señal de que podía acompañarla. Sakura caminó detrás suyo hasta incorporarse justo a su lado.
- ¿Y ya le parece bien que su marido haya marchado de esta manera? Debería esperarle en casa para reñirle y no ir a buscarle por la noche- habló Sakura intrigada.
- Verá joven, mi marido es un idiota, pervertido, estúpido, bueno para nada, que solo sabe hacer que meterse en líos. Por eso debo ir a buscarle.
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Los verdaderos sentimientos de Sakura
RomanceSakura florece como la flor que representa su nombre. Desde su más tierna infancia ha sentido un gran amor por Sasuke, él lo es todo para ella. Pero movido por la venganza que llena su corazón, decide partir con Orochimaru y cambia. Sin embargo ese...