Capítulo 8: Amor

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- Sasuke...-dijo Naruto separándose de Sakura y levantándose para tenderle la mano.

Sakura cogió su mano y se levantó. Se limpió las lágrimas rápidamente y se giró. Se encontró con el rostro serio y frío de Sasuke. Su cabello estaba húmedo y caían pequeñas gotas de sudor por su rostro. No habían llegado a pasar ni dos días desde su retorno, el tiempo que Naruto le había dicho que con mucha prisa quizás lograría volver a la aldea.

- Ya me ha informado Shikamaru de toda la información del caso- dijo empezando a andar sin prestar atención a la escena.- Sé quien es ese hombre y se lo que quiere. Busca venganza.

- ¿Por qué?- preguntó Sakura.

- En el tiempo en el que estaba cegado por vengar la muerte de mi hermano, me enfrenté a un equipo de tres ninjas de la aldea de la lluvia, cerca de Konoha, que querían acabar conmigo. Me pareció matarlos a los tres, pero al parecer uno de ellos sobrevivió.

- Entonces tú...-empezó a decir Naruto.

- Yo maté a su nieto.

Era verdad. Sasuke estaba lleno de enemigos por todos los países. Desde villanos que buscaban el poder de sus ojos, hasta personas que querían vengarse de él por los crímenes que cometió en el pasado. No podía ni imaginarse como debía sentarle que aquel pasado que tanto quería olvidar repercutiera en su propia hija.

- ¿Dónde crees que pueden estar?- preguntó Sakura.

- Recuerdo el lugar donde terminé con aquel equipo. És la única pista que tenemos.

El antiguo equipo siete de los tres ninjas se dirigía al lugar corriendo y saltando entre las ramas de los árboles del frondoso bosque de la aldea de fuego. Los tres rezando en su interior para que la pequeña Uchiha estuviera a salvo.

- Hemos llegado- dijo Sasuke saltando a una clariana en medio de los árboles acompañado de su esposa y amigo.

Sakura corrió hacia un árbol. Sasuke y Naruto la miraron sin entender que hacía y enseguida corrieron hacia allí cuando vieron que intentaba coger un papel dentro de los huecos de un árbol.

- ¡Hay algo escrito!- exclamó para empezar a leer a continuación.- Sasuke Uchiha, si lees esto has pasado, sorprendentemente, la primera prueba que te lleva a un paso más de salvar la vida de tu hija. Dudo que nunca llegues a leer este papel, esa es la gracia de esta prueba. Has matado a tantos que nunca lograrás saber quien pide tu venganza. ¿Es un bonito árbol verdad? Aquí asesinaste a mi nieto de tan solo quince años- leyó Sakura sin poder evitar que le temblara un poco la voz.- Una edad próxima a la de tu hija. En realidad hablé con ella antes de todo esto, no parece ser como su padre. Es por eso que he dejado esto y le he dado una oportunidad. Debes venir al castillo abandonado del lado de la aldea de la lluvia en el plazo de dos días después de que ella desapareciera. Si no morirá, y tu serás el responsable de ello.

Sin atreverse a mirar el rostro de su esposo, guardó la nota en su bolsillo y empezó a caminar hacia el destino. Estaban suficientemente cerca, pero quedaba poco para que se agotara el plazo de dos días. Sintió como ellos dos la seguían sin decir nada. En realidad tampoco podían permitirse el lujo de perder el tiempo hablando.

- Hemos llegado- dijo Naruto después de varias horas de viaje.

Se encontraban delante de un antiguo castillo feudal, de ocho plantas de alto. Enseguida vieron una figura salir de la puerta principal del edificio y caminar hacia ellos. Era un hombre grande pero alto. Su cabello era completamente gris, y lo llevaba largo y liso hasta la cintura. Fijó sus ojos azules como el hielo en Sasuke. Su cara era pálida y arrugada.

Los verdaderos sentimientos de SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora